El Gobierno del "vamos a hacer"

En los últimos años se está haciendo habitual la expresión "vamos a hacer", pero también hay otras similares como "vamos a apoyar" o incluso "estamos trabajando en". Son todas las expresiones que normalmente usa el Gobierno cuando en realidad no hace nada en un tema concreto. Por el contrario, hay otros muchos temas de los que se habla mucho menos y que simplemente se hacen.

Y con el sector del automóvil y la movilidad últimamente la primera expresión, la de "vamos a hacer", se utiliza mucho. El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, la empleó repetidamente cuando se hicieron públicos los datos de siniestralidad y, de nuevo, solo dos días después con el atasco provocado por la nevada en la zona centro. Unos meses antes se usaba también con el supuesto apoyo al coche eléctrico del Gobierno.

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Con la siniestralidad, Serrano comentó que las cifras de víctimas habían aumentado, algo que se debía al aumento del tráfico, de los desplazamientos y del número de coches que forman el parque de vehículos, entre otras cosas. Pero entonces habló de que su departamento trabaja en un cambio legislativo para conseguir que los reincidentes por conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas no puedan seguir conduciendo. Asimismo trabajan en un nuevo reglamento de circulación, en un renovado carné por puntos y en cambios en el examen de conducir.

Ese es el "vamos a hacer" de la Dirección General de Tráfico (DGT), pero es el mismo que el año pasado o hace dos años. Este organismo estuvo más de un año, en 2015, preparando la anterior reforma del reglamento de circulación. Tras presentarla, con muchas críticas y muy poco éxito, en el Senado, la dejó guardada en un cajón sin aplicar. Pero lo que sí ha hecho la DGT es ir ampliando el número de radares, y ahora ha adquirido 300 nuevas motos para los agentes (eso sí que me parece bien) y otros 60 radares móviles.

Yo creo que el problema que tiene el tráfico en España es que casi nadie cumple con las normas ni respeta a los otros conductores o los límites de velocidad. Y en lo que hay que trabajar, y estamos perdiendo tiempo cada día que pasa, es en mejorar la educación de los ciudadanos. Poner más radares supone recaudar más dinero, pero con el mismo problema e incluso ampliado.

Con el tema de la nevada se han hecho muchas cosas mal que no voy a entrar a valorarlas aquí. Pero estamos en lo mismo, "vamos a hacer": vamos a abrir un expediente a la concesionaria (y cuando se olvide el tema lo retiramos), vamos a obligar a que los conductores lleven un kit de invierno en el vehículo o que se pare al coche que no lleve cadenas en invierno. Lo que hay que hacer es concienciar a los conductores, enseñarles a comprobar el tráfico antes de un desplazamiento, a saber usar las cadenas o fomentar el uso de neumáticos de invierno.

El apoyo al coche eléctrico

Pero lo mejor del "vamos a hacer" se refiere al apoyo al coche eléctrico. Lo exige la Unión Europea, pero en España parecen no importar mucho estas órdenes de Bruselas. En octubre de 2016, el Gobierno comenzó a hablar de un nuevo Plan Movea para fomentar con ello el uso de vehículos de energías alternativas. Era la forma de evitar que se hablara del Plan Pive que sirvió para quitar muchos miles de coches viejos de la circulación y que no se renovó.

Se empezó a hablar de él en octubre, y nueve meses después, como un embarazo, se puso en marcha en junio de 2017 una nueva edición del Plan Movea con 14 millones de euros de presupuesto. El plan tuvo tanto éxito que duró un día. Un plan “perfecto” porque casi todos los coches eléctricos los compraron compañías de carsharing urbano, empleados de empresas eléctricas o los ayuntamientos. Entonces empezaron a trabajar en uno nuevo, "mucho más ambicioso"… Hasta le cambiaron el nombre de Movea a Movalt y aumentaron la cuantía hasta 20 millones de euros. Se aplicó en diciembre pasado y duró otro día.

Francia, nuestro país vecino, habla menos, pero hace más. La siniestralidad también ha aumentado allí y ya están aplicando muchas nuevas medidas para reducir a toda costa esta sangría humana. No sé si han acertado o no con esos cambios, pero han tomado decisiones. Con el coche eléctrico, el 2 de enero, primer día laborable del año, el Gobierno francés aprobó un nuevo plan de ayuda dotado con 300 millones de euros.

Europa exige a sus países miembros apoyo a tres tecnologías que van a cambiar la manera de entender la sociedad moderna: las energías renovables, el coche eléctrico y el tren de alta velocidad. Todos los países apoyan muy fuerte la implementación del coche eléctrico, cada día se instala más energía eólica y solar en toda Europa. Pero el tren de alta velocidad es algo olvidado por todos los europeos.

Pero España está en otra guerra, está en "vamos a hacer" en todo, en vehículos eléctricos, en siniestralidad y en energías renovables, aunque aumenta mucho el uso del carbón para producir electricidad. Pero lo que se hace realmente es comprar cada día más radares para ponerlos en las autovías y las únicas inversiones serias que se realizan son en el AVE. Quizá queremos ser líderes mundiales y adelantar a China en este tema, que luego la hipoteca del millón de euros por kilómetro y año de mantenimiento de las vías ya la pagamos subiendo los impuestos o con más multas de los radares.