Por qué el Gobierno de Pedro Sánchez se ha precipitado con el diésel y la gasolina

El Gobierno del partido socialista, encabezado por Pedro Sánchez, parece centrado en buscar titulares en los periódicos y la máxima notoriedad. El anuncio de la semana pasada de prohibir la venta de coches diésel y de gasolina a partir del año 2040 es un ejemplo más de la precipitación del Ejecutivo con el objetivo de que se hable mucho de lo que se va a hacer en el futuro, para así no hablar de lo que se hace realmente en el día a día.

Esas polémicas declaraciones saltaban por sorpresa, y rápidamente todo el sector del automóvil y buena parte de la sociedad, se escandalizaban por ellas. Unos días de auténtica convulsión en el sector de automoción y tras ello parece que todo vuelve poco a poco a la normalidad. El viernes tuvo lugar una primera reunión de la ministra de Industria con el sector de automoción. Pero curiosamente ni la asociación de fabricantes, ANFAC, ni los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, acudieron a dicha cita. La causa fue precisamente la precipitación a la hora de convocar esta reunión con Industria.

Sin embargo, la ministra si llegó a reunirse con las otras patronales del sector, la de concesionarios Faconauto, la de vendedores GANVAM y la de importadores, ANIACAM. Esta reunión ha servido para pacificar un poco al sector y para que ahora comience el trabajo para solucionar el problema que han dejado unas declaraciones sin sentido. Pero parece un poco lamentable que los distintos miembros del Gobierno tengan que estar solucionando, contra reloj, los problemas que ha provocado un titular o unas declaraciones.

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Si las cosas se hicieran bien en España, y desgraciadamente no se hacen, en el año 2040 probablemente no se venda ni un solo coche que no sea eléctrico, o de hidrógeno o de alguna otra tecnología posterior. Pero no porque se vaya a prohibir. El coche eléctrico no es la solución definitiva para la movilidad en el futuro, sino solo una etapa intermedia más. Y es que un coche movido con electricidad guardada en unas baterías tiene una serie de problemas de difícil solución.

Lo razonable es ir dando pasos certeros en busca de una movilidad cada vez más sostenible. En este momento hay viables siete tecnologías diferentes para mover los coches, además del hidrógeno, que de momento no es operativo en España y que marca el futuro de la movilidad.

Con los nuevos vehículos diesel, las emisiones realmente contaminantes son prácticamente las mismas que las de uno de gasolina. Sin embargo, si se analizan las emisiones de CO2, entonces la gasolina es bastante peor. Mejor que ambas es un coche híbrido y por supuesto un híbrido enchufable. Bastante mejor que la gasolina es el gas natural, una opción muy poco utilizada en España pero habitual en Italia o en Alemania desde hace muchos años. Y también la opción del GLP supone una mejora con respecto a la gasolina y el diesel.

Tomar decisiones ahora

El camino no es decir que dentro de 22 años se van a prohibir todos los coches que no sean eléctricos. El buen camino es ir dando pasos para que aumente el uso de gas natural o de GLP, que los híbridos vayan ganando cuota de mercado, que los híbridos enchufables aumenten su porcentaje de ventas. Y, sobre todo, mejorar las infraestructuras para que el coche eléctrico llegue con un buen impulso al mercado, no como ocurre ahora.

El coche eléctrico tampoco es la solución definitiva porque conlleva muchos problemas. Entre otros la falta de litio y cadmio para producir baterías para millones de coches o la necesidad de estar horas enchufado para poder recargar las baterías. La solución definitiva, al menos de momento y según muchos expertos, es el hidrógeno del que de momento solo hay una o dos hidrogeneras en España y un coche a la venta, el Hyundai Nexo.

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Un gobierno debe hacer su trabajo día a día, debe programar actuaciones para los próximos meses y no para dentro de 22 años. Sobre todo cuando unas declaraciones absurdas solo sirven para crear confusión en los ciudadanos y destruir empleo. Hasta el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha destacado tras esta polémica con la prohibición de los coches que no sean eléctricos en 2040 que “ahora los ciudadanos no saben qué clase de coche deben comprar”.

El Gobierno también habla de que esta ley, que sin duda no va a aprobar el gobierno de Pedro Sánchez porque llegará en el año 2040, se hará buscando el máximo consenso de los diferentes partidos políticos. Lo curioso es que son incapaces de llegar a un acuerdo para poner en marcha un plan de ayudas al coche eléctrico para el que ya hay una partida presupuestaria , pero que no se va activar en el año 2018. El trabajo del Gobierno es tomar decisiones para el día a día, mejorar la vida diaria de los ciudadanos y no crear una gran confusión en la sociedad. Tampoco es su misión elucubrar sobre lo que hará el Gobierno que esté en el año 2040.