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Elecciones EEUU: Trump, a examen

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"No voten por mi padre": familias 'rotas' por la extrema polarización en EEUU

"Es un fanático al que hay que parar", dice el hijo de Steve West. La tensión política en tiempos de Trump se traslada a las familias. Algunos hacen campaña contra sus parientes republicanos

Foto: Seguidores del presidente Donald Trump durante un acto de campaña en Las Vegas, el 20 de septiembre de 2018. (Reuters)
Seguidores del presidente Donald Trump durante un acto de campaña en Las Vegas, el 20 de septiembre de 2018. (Reuters)

Ya lo decía Franco: "Haga usted como yo y no se meta en política". Desde que Donald Trump es presidente, muchos estadounidenses han llegado a la misma conclusión, aunque por razones muy diferentes a las del dictador español. En Estados Unidos, de momento, es cuestión de proteger la salud mental. También de mantener unida a la tropa, máxime cuando se ven tan poco en un país con distancias tan grandes. Con Acción de Gracias en el horizonte, y las elecciones de por medio, hay riesgo de que padres, hijos, abuelos y primos se atrincheren entre insultos y se olviden de trinchar el pavo. Y más, con Trump como presidente, si en casa hay un candidato republicano.

Alguien va a tener que mediar el próximo 22 de noviembre en casa de los West. Y no me refiero al rapero Kanye West, al que parece que la gorra del 'Make America Great Again' de Trump ha empezado a no combinarle bien (el martes tuiteó que "he sido utilizado para difundir mensajes en los que no creo" y que se distancia de la política. A buenas horas...). A los West a los que me refiero es a los de la familia de Steve West, candidato republicano a la Asamblea General de Misuri.

Steve, de 64 años, presenta un programa de radio matinal (donde se caracteriza como 'Jack Justice') y tiene un canal en Youtube donde esputa lindezas antijudías, antimusulmanas, homofóbicas y racistas. Por ejemplo, dijo en la radio que "Hitler estaba en lo cierto sobre lo que estaba pasando en Alemania". Conspiranoico, considera que los judíos utilizan Planned Parenthood (organización sin ánimo de lucro que ofrece servicios de salud reproductiva y educación sexual) para "recolectar trozos de bebés". A pesar de ello, lo que logró West es recolectar los suficientes votos para superar en 25 puntos a su rival en las primarias. El Partido Republicano afeó sus comentarios, pero su nombre estará en las papeletas el próximo martes.

"Mi padre es un fanático al que hay que parar"

Por fortuna, parece que los hijos de Steve West son de los que tienden a hacer lo opuesto de sus progenitores. Dos de ellos tienen un mensaje muy claro para los electores: "No votéis por nuestro padre". En declaraciones a 'The Kansas City Star', Emily West afeaba los comentarios "racistas y homófobos" de su padre, mientras uno de sus dos hermanos, Andy, lo define como un "fanático al que hay que parar. Su ideología es puro odio. Algo completamente demencial". Su alarma se encendió al ver muchos mensajes de apoyo a su progenitor en casas del distrito por el que se presenta, que abarca una parte de Kansas City.

Según el político, la culpa de esta disidencia doméstica la tiene su ex: "Tuve un divorcio tóxico con mi exmujer y ella ha envenenado a mis hijos, es algo con lo que tengo que vivir", dijo a la prensa local. West piensa que su comunidad tiene buen concepto de él y se ve con "buenas opciones para ganar". Su hija ya no le habla.

placeholder Una votante del candidato Ron DeSantis con un cartel de apoyo a Trump, en Miami, Florida. (Reuters)
Una votante del candidato Ron DeSantis con un cartel de apoyo a Trump, en Miami, Florida. (Reuters)

Otra de las escisiones se ha producido en Nevada, donde doce miembros de una familia han escrito una carta en la prensa para pedir que no voten por uno de los suyos. Se trata de la familia Laxalt, que aspira a que Adam Laxalt muerda polvo en su aspiración por ser gobernador de este estado. De nuevo, se trata de un miembro del Partido Republicano.

"Como para muchos ciudadanos de Nevada, la idea de la familia es importante para nosotros", escriben en la carta, en la que aseguran que los primeros Laxalt llegaron a Nevada hace un siglo. "A lo largo del tiempo siempre hemos apoyado a nuestra familia, incluso cuando no estábamos de acuerdo políticamente. Pero conforme se acerca el día de las elecciones, nos sentimos obligados a hablar públicamente sobre los motivos por los que creemos que Adam Laxalt es la elección equivocada como gobernador de Nevada".

La carta desglosa diversos motivos. Por ejemplo, que el candidato miente cuando dice que es de Nevada de toda la vida, porque explican que se fue de pequeño de allá y creció en Washington DC. Volvió en 2013 y creen que fue para saciar sus ambiciones políticas. Incluso le afean la falta de autenticidad de la escenografía de algunos de sus vídeos y actos, también su vestimenta si lo que pretende es hacerse pasar por alguien de Nevada. "Viste con una camiseta tipo 'western' con el lema de su campaña, botas de trabajo y pantalones que parece que los hubiera ordenado en Amazon la semana antes". Puro teatro "pagado por otros", dispara la familia.

Pero hay razones menos frívolas que mueven a los Laxalt a oponerse al candidato, como la postura antiinmigratoria de Adam o sus opiniones sobre los derechos reproductivos, la salud o la educación. Además, lo acusan de saltarse la ley cuando ejercía de fiscal general y de anteponer los intereses de sus donantes y de otros actores externos al estado "por delante de los auténticos ciudadanos de Nevada". Desde su campaña han contestado que "Adam tiene una familia amplia y algunos de sus parientes lejanos son activistas, donantes y operativos liberales de toda la vida. Han hecho esto muchas veces, por ejemplo en 2014, y nunca han tenido ningún impacto".

Foto: Protesta contra la separación de familias inmigrantes sospechosas de entrar ilegalmente en EEUU, en El Paso, en junio de 2018. (Reuters)

"Stalin estaría orgulloso de mi famlia"

No hay dos (republicanos) sin tres. En Arizona, seis de los nueve hermanos del congresista Paul Gosar, aspirante a renovar su plaza como representante del distrito 4 de Arizona en la Cámara de Representantes de Washington DC, se unieron para apoyar mediante un vídeo a su rival demócrata en las elecciones del 6 de noviembre. Entre sus razones, la posición contraria a la inmigración de Paul y su connivencia con el supremacismo blanco. Tres de los hermanos Gosar han donado a la campaña demócrata.

El republicano ironizó a través de Twitter por el hecho de que "uno no puede elegir a su familia", y calificó a sus hermanos de "liberales demócratas que odian al presidente Trump". A pesar de su relación de sangre, escribió Paul Gosar, "anteponen la ideología política a la familia. Stalin estaría orgulloso". Fuego verbal antes de despedirse de "los seis furiosos demócratas Gosar" citándoles "en casa de mamá y papá". La mamá, por cierto, está con Paul: "Ha hecho un gran trabajo por Arizona".

No hay tres (republicanos) sin... Robert Goodlatte debió pensar aquello de "cría cuervos y te sacarán los ojos" al descubrir que su hijo Bobby había hecho la mayor donación económica que le permite la ley a la campaña de la demócrata Jennifer Lewis, que lucha por acceder a la plaza de su padre, que se jubila. La razón: "Estoy profundamente avergonzado de que la carrera de Peter Strzok haya sido arruinada para el lucimiento político de mi padre".

Strzok era un agente del FBI que fue despedido después de quedar atrapado en medio de los disparos partidistas que se desataron con la investigación de la presunta conspiración entre la campaña de Donald Trump en 2016 y Rusia. El agente compareció en julio ante el comité judicial del Congreso, presidido por Goodlatte, para defender su buen hacer profesional después de que se filtraran unos mensajes entre él y una compañera en el FBI, entonces su amante, donde algunos republicanos quisieron ver una conspiración de la agencia para evitar la victoria de Trump. En agosto lo despidieron y en noviembre Bobby Goodlatte quiere jubilar a su padre con una victoria demócrata.

Ya lo decía Franco: "Haga usted como yo y no se meta en política". Desde que Donald Trump es presidente, muchos estadounidenses han llegado a la misma conclusión, aunque por razones muy diferentes a las del dictador español. En Estados Unidos, de momento, es cuestión de proteger la salud mental. También de mantener unida a la tropa, máxime cuando se ven tan poco en un país con distancias tan grandes. Con Acción de Gracias en el horizonte, y las elecciones de por medio, hay riesgo de que padres, hijos, abuelos y primos se atrincheren entre insultos y se olviden de trinchar el pavo. Y más, con Trump como presidente, si en casa hay un candidato republicano.

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