Tribuna Internacional
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Brexit: Europa no puede ceder ante al chantaje británico
Frente a las consecuencias del poder destructivo del nacionalismo, la fuerza de la UE está en su unión
Después de meses de escasez de alimentos y de gasolina causados por la salida del Reino Unido de los camioneros de la Unión Europea, son los ciudadanos británicos los que están ahora pagando el precio del Brexit duro de Boris Johnson.
Ante el anuncio de que “la Navidad podría estar en peligro”, el Gobierno británico ha dado un giro de 180 grados en sus políticas de antiinmigración europea, ofreciendo visados temporales a camioneros y trabajadores avícolas, pero solamente hasta enero. Mientras los ciudadanos británicos pagan en las gasolineras las consecuencias del Brexit, los políticos que hicieron campaña por la salida del Reino Unido de la UE tratan de culpar a la Unión de sus propias decisiones. No podemos permitir que nuestras empresas y consumidores también paguen por ello.
En junio, solo unos meses después de que fueran acordadas las condiciones de la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea, Londres exigió que se renegociara el Protocolo sobre Irlanda del Norte. Queremos ser muy claros sobre este asunto: no cederemos al chantaje con la intención de aplacar a las facciones del Partido Conservador británico. La UE no aceptará ninguna renegociación.
Es necesario hacer todo lo posible para facilitar la vida a los ciudadanos que viven bajo las condiciones del Protocolo sobre Irlanda del Norte. Pero el protocolo no es el problema, sino la solución a los problemas provocados por el más duro y menos práctico de todos los Brexits posibles.
La UE jugó un papel clave en la consecución del Acuerdo de Belfast, la base del proceso de paz irlandés. Debemos apoyar al pueblo de Irlanda, del norte y del sur, que quiere que dicho acuerdo se defienda. Crear una vez más una frontera en la isla de Irlanda fue y sigue siendo inconcebible. Debemos priorizar la estabilidad y la previsibilidad en Irlanda del Norte e involucrarnos de manera más proactiva con los ciudadanos.
La razón por la cual no hay escasez de combustible en la Unión Europea es la propia fortaleza de nuestro mercado único, que el mismo Reino Unido alguna vez defendió. No debemos permitir que el Reino Unido socave ahora la integridad de este mercado. Si algo aprendimos del Brexit, fue la necesidad de fortalecer nuestro mercado único y de asegurar la prosperidad para las generaciones futuras, no de poner todo ello en peligro.
Los derechos de pesca son otra área en la que el Reino Unido se comporta de mala fe para desestabilizar los acuerdos posteriores al Brexit. La noticia de que se negará el acceso histórico a las aguas del Reino Unido debido a tecnicismos exige una respuesta común de la UE. El Gobierno británico no ha logrado dividirnos. Nuestras comunidades costeras no pueden estar en peligro debido al chivo expiatorio interno de los partidarios del Brexit. Asimismo, debemos permanecer unidos en las negociaciones sobre el futuro de Gibraltar.
"Recuperar el control" fue la frase repetida por los partidarios del Brexit en el referéndum de 2016. Esta frase está cada día más vacía de contenido. La búsqueda de la soberanía extrema que guio a Boris Johnson durante las negociaciones choca con las realidades del mundo actual.
Debemos estar preparados para defender nuestros intereses y, si es necesario, la Comisión Europea debe estar dispuesta a tomar medidas de represalia para proteger a los ciudadanos, trabajadores y consumidores europeos. El equipo negociador del Brexit de la UE ha sido disuelto, pero la Comisión debe estar preparada para lo que viene.
No deberíamos presumir de la triste realidad que es el Brexit. El pueblo británico sigue siendo un aliado, pero nos corresponde a todos aprender las lecciones. Este engaño político nos recuerda lo que es el poder destructivo del nacionalismo. La crisis de la cadena de suministro a la que se enfrenta Reino Unido nos enseña que ningún país es una isla, ni siquiera el Reino Unido. Mientras el Brexit arrasa, debemos estar preparados y recordar que nuestra fuerza está en nuestra unión.
*Nathalie Loiseau, eurodiputada de En marche!, es presidenta de la subcomisión de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo y exministra francesa de Asuntos Europeos.
*Luis Garicano, jefe de la delegación de Ciudadanos en Europa, es vicepresidente y portavoz económico del grupo parlamentario Renew Europe.
Después de meses de escasez de alimentos y de gasolina causados por la salida del Reino Unido de los camioneros de la Unión Europea, son los ciudadanos británicos los que están ahora pagando el precio del Brexit duro de Boris Johnson.
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