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Rossi tampoco entiende el no de Yamaha a Jorge Lorenzo
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Juan Pedro de la Torre

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Rossi tampoco entiende el no de Yamaha a Jorge Lorenzo

Nadie comprende la posición de Yamaha, que se niega a dejar que Jorge Lorenzo ruede con la Ducati en 2016, tras las pruebas de Valencia

Foto: Jorge Lorenzo y Valentino Rossi en el podio del Gran Premio de Motorland Aragón (EFE)
Jorge Lorenzo y Valentino Rossi en el podio del Gran Premio de Motorland Aragón (EFE)

Jorge Lorenzo y Valentino Rossi están enfrentados prácticamente en todo, hasta el punto de llegar a discutir en alguna rueda de prensa, pero, por una vez, parece que ambos comparten su extrañeza por la decisión de Yamaha de no permitir a Lorenzo rodar con la Ducati el próximo mes de noviembre en Jerez, una vez que haya finalizado el campeonato. Yamaha, siguiendo el acuerdo alcanzado entre todos los fabricantes de MotoGP, permitirá que Lorenzo se suba por primera vez a la Ducati los días 15 y 16 de noviembre en el Circuit Ricardo Tormo, tras el último Gran Premio de la temporada, al igual que harán el resto de las marcas con los pilotos que cambiarán de equipo en 2017.

Foto: Dani Pedrosa en el entrenamiento antes de caerse en el Gran Premio de Japón (EFE)

Pero la marca japonesa no está dispuesta a que Lorenzo ruede unos días después en Jerez, donde Ducati ha programado nuevas sesiones de entrenamiento, antes de que entre vigor el periodo de veda, del 1 de diciembre al 31 de enero, en el que está prohibido entrenar. Esta temporada, por cuestión de calendario, se retomará la actividad el 30 de enero.

Nadie entiende la postura de Yamaha. Otros fabricantes, que inicialmente tampoco iban a permitir rodar a los pilotos que cambian de equipo, han modificado su posición y liberarán de sus contratos a sus pilotos, como sucede con Maverick Viñales. El actual piloto de Suzuki, futuro compañero de Rossi en Yamaha, se iba a perder las pruebas programadas en noviembre en Sepang (Malasia), pero ha quedado liberado de su compromiso y podrá entrenar con su futuro equipo a lo largo del mes de noviembre y no tendrá que esperar hasta 2017, como va a hacer Yamaha con Lorenzo.

Este jueves, en Motegi, Rossi se puso del lado de su todavía compañero. “Cuando me enteré me pareció extraño, pero es difícil decir si es una medida justa o equivocada. Seguramente tendremos que tener cuidado de la pareja Lorenzo-Ducati, pero no pienso que un ‘test’ cambie el equilibrio de las cosas, tanto para mal como para bien. Yamaha tendrá sus motivos para actuar así”, comentó. Y recordó que él cuando dejó Honda a finales de 2003, tuvo que esperar hasta las pruebas de pretemporada de 2004, a finales de enero, en Sepang, para subirse por primera vez a la Yamaha YZR M1. Honda no le permitió ni siquiera rodar en Valencia cuando terminó el campeonato.

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Puede parecer incomprensible la postura de Yamaha, pero si echamos la vista atrás encontramos un planteamiento idéntico al que tuvo hace seis años, cuando el fabricante pasó por la misma situación: Rossi dejó Yamaha para correr con Ducati, y el equipo no se opuso, aunque hay que reconocer que Lin Jarvis, el director del equipo Yamaha, se hizo de rogar: "Nuestros pilotos tienen contrato hasta el 31 de diciembre, por tanto tenemos obligaciones, y ellos tienen obligaciones. El hecho de permitir o no que hagan los ‘tests’ es algo que decidiremos más adelante", dijo en su día. Y así lo hizo. A finales del mes de octubre dio su brazo a torcer, y solo entonces permitió a Rossi rodar en Valencia. Seguramente hará que Lorenzo pase por el mismo trance.

Ahora, la historia se repite, con idénticos argumentos y la misma escenificación. Aunque se da por hecho el pacto de caballeros que permita a todos los pilotos rodar con sus nuevos equipos, Lorenzo aún no ha recibido el permiso de Yamaha. En la rueda de prensa previa del Gran Premio de Japón, un sumiso Lorenzo se mostraba comprensivo y conciliador con su actual marca, en un claro gesto de buena voluntad: “Por los años que hemos vivido, la buena relación que hemos tenido y todo lo que hemos conseguido juntos, creo que me lo merezco [probar la Ducati], pero de momento tengo que tener la autorización para probar en Valencia y ya veremos para Jerez”, confesó, añadiendo, “respeto la decisión de Yamaha porque soy piloto Yamaha”.

Ya veremos en qué queda todo, pero el flemático Jarvis quiere hacer valer sus derechos sobre Lorenzo. En su argumentario, Jarvis asegura que Yamaha ha pagado muchos millones por Lorenzo y que existen importantes compromisos comerciales por cumplir. Nada que no sea diferente a lo sucedido seis años antes con Rossi, que en su estreno con la Ducati en noviembre de 2010 tuvo que rodar con una moto pintada de negro, y un mono y casco que no se le identificaran en absoluto con la imagen empleada a lo largo de esa temporada. Pero, en cualquier caso, resultó inconfundible.

Para Ducati es fundamental adelantar todo lo posible el trabajo de desarrollo con Lorenzo, que será claramente insuficiente si sólo rueda con la Ducati Desmosedici GP17 en las jornadas programadas el próximo mes en Valencia. Para allanar el terreno y ofrecer a Lorenzo una moto lo más evolucionada posible, estos días está en el Circuit Ricardo Tormo de Cheste el equipo de pruebas de Ducati, con Michele Pirro a la cabeza, trabajando durante tres jornadas con el prototipo de la GP17. Casey Stoner, el otro probador de la marca, se sumará al trabajo en enero, en Sepang.

Aunque Lorenzo no lo tenga claro en estos momentos, es seguro que podrá rodar en Cheste con la Ducati. Ahora habrá que ver si el fabricante mantiene la misma cortesía que tuvo en la marcha de Rossi, que fue despedido con todos los honores y un profundo agradecimiento. Estos días, las buenas maneras se mantienen, faltaría más, pero tanto uno como otro, tuvieron que apretar los dientes y se sintieron malqueridos. Es normal. Que Yamaha intente reducir a mínimo las posibilidades de que Lorenzo ruede con Ducati es una extraña forma de aprecio.

Jorge Lorenzo y Valentino Rossi están enfrentados prácticamente en todo, hasta el punto de llegar a discutir en alguna rueda de prensa, pero, por una vez, parece que ambos comparten su extrañeza por la decisión de Yamaha de no permitir a Lorenzo rodar con la Ducati el próximo mes de noviembre en Jerez, una vez que haya finalizado el campeonato. Yamaha, siguiendo el acuerdo alcanzado entre todos los fabricantes de MotoGP, permitirá que Lorenzo se suba por primera vez a la Ducati los días 15 y 16 de noviembre en el Circuit Ricardo Tormo, tras el último Gran Premio de la temporada, al igual que harán el resto de las marcas con los pilotos que cambiarán de equipo en 2017.

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