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El tenis estalla por la igualdad
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Álvaro Rama

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El tenis estalla por la igualdad

El debate por la paridad salarial genera movimientos poco habituales: la dimisión del director de un gran torneo y la matización del discurso de todo un número 1

Foto: Serena Williams y Nole Dojovic, durante la gala posterior al último torneo de Wimbledon (EFE)
Serena Williams y Nole Dojovic, durante la gala posterior al último torneo de Wimbledon (EFE)

El debate ha llegado a tal punto que, con apenas unos días de llama avivada, terminó con directores de torneo e hizo rectificar incluso al número 1. La igualdad salarial entre mujeres y hombres en el tenis profesional regresó a escena al cierre del torneo de Indian Wells donde Raymond Moore, CEO del evento ya alejado de su cargo, encendió la mecha indicando que las jugadoras deberían “arrodillarse” ante las figuras de Rafael Nadal o Roger Federer, “agradecer” su existencia a los hombres y valorar el beneficiarse del apogeo masculino sin “tomar decisiones”. Horas más tarde, y toda vez que Novak Djokovic, el jugador que lidera la clasificación ATP, defendiera un plus económico en favor de los hombres en la circunstancia actual, la conversación subió de tono y multiplicó su número de participantes. Con comparecencias públicas circunscritas a un único tema, declaraciones cruzadas entre pesos pesados y matizaciones en las palabras vertidas, la disputa del torneo de Miami, uno de los más importantes del curso (máxima categoría tanto en circuito ATP como WTA -Masters 1000 para los hombres; Premier Mandatory para las mujeres) ha quedado por ahora en un segundo plano.

La campeona de 21 grandes fue tan rápida como contundente en su respuesta. “Lo que dijo ofende no sólo a todas las mujeres deportistas, sino también a cada mujer que alguna vez fue en busca de lo que cree", dijo la tenista estadounidense nada más ceder la final de Indian Wells en referencia al director del torneo. “Esas observaciones están muy equivocadas y son muy, muy, muy imprecisas. Las mujeres hemos recorrido un largo camino. No deberíamos arrodillarnos bajo ninguna circunstancia”. Días después, ya en Miami y una vez escuchadas las palabras de Djokovic apoyando el argumento económico del balcánico, Serena replicó de frente al número 1. Sus palabras no fueron un tiro al aire, sino un discurso de igual a igual entre dos deportistas que dominan sus respectivos circuitos. Dirigido, además, al bien más preciado de Novak: el corazón de su familia. “Creo que puede tener su opinión. Pero si él tuviera una hija... Él tiene un niño ahora. Quisiera que, si tuviera una niña, le dijese: 'Mi hijo merece más dinero que tú porque él es un hombre'. Así, creo que nunca pondría a sus hijos en una lucha de un sexo contra otro. No es justo comparar”, defendió.

“Hay tantas mujeres campeonas, jugadoras que han dado tanta audiencia al deporte como la han dado los hombres. El tenis es un gran deporte para las mujeres”, reconoció la norteamericana, una figura clave en el esplendor del tenis femenino a comienzos de siglo. “Puede que no sea el mejor deporte para los hombres, pero continúa siendo un deporte grande. Tienen fútbol americano, baloncesto o fútbol, y no los puedes comparar con otros deportistas. Cada deportista trabaja muy duro. Y si tuviese dos hijos, nunca diría que mi hijo merece más dinero que mi hija a causa de su sexo”.

Murray contradice a Djokovic por la igualdad

La cuestión de la paridad salarial encontró sus defensores incluso en el vestuario masculino. Andy Murray, el vigente número 2 en el circuito ATP y uno de los jugadores que más moldes han roto en favor de sus compañeras, se expresó con claridad hacia uno de sus mayores rivales. “Una de las cosas que Novak dijo es que si las mujeres atraían más espectadores y entradas, deberían recibir un plus en un torneo como éste. Por ejemplo, si Serena está jugando en la pista central y tienes un partido masculino de Stakhovsky al mismo tiempo, la gente va a venir a Serena”, declaró el escocés con mención expresa a su compañero ucraniano, uno de los más firmes defensores de la teoría opuesta y con el que mantuvo una conversación abierta a ojos de los aficionados en las redes sociales. Murray, que trabaja asesorado por la francesa Amelie Mauresmo desde mediados de 2014, una rareza en el circuito ATP, y fue criado deportivamente bajo los consejos de su madre Judy, ha vuelto a defender la labor de las mujeres en la órbita deportiva. “Los aficionados también vienen a verles a ellas. Esto no es un concepto estático, cambia de forma diaria dependiendo de los partidos que se jueguen”, añadió el de Dunblane, que subrayó su incomprensión con el jugador de Belgrado.

“El tenis masculino ha tenido la suerte de contar con tremendos jugadores durante los últimos nueve o diez años, y de las rivalidades que han construido. Eso es positivo, pero el tenis al completo debería beneficiarse de ello, no únicamente el tenis masculino. Pienso que debería haber igualdad de premios, al 100%, en todos los torneos mixtos”, insistió sobre una realidad que hoy no es tal, con desigualdades salariares en torneos comunes en ambos calendarios como Cincinnati, Roma o Canadá.

“Todo el debate fue extraño y decepcionante. No entendí en absoluto la razón de sus comentarios justo antes de la final femenina. No tuvo sentido alguno. La igualdad salarial llegará. Si una semana hay un torneo en Acapulco y otro femenino en China, no sé cómo funcionaría pero en eventos mixtos será equitativo”, añadió..

Rectificación del número 1

El mayor contratiempo de la temporada puede haberlo encontrado Djokovic fuera de las canchas de juego. El balcánico, que presenta un balance inmaculado en partidos completos durante este curso (22-0), se vio obligado a bajar una marcha ante la polvareda levantada. “Un mejor deporte para todos”, fue el título que utilizó para su matización, compartida públicamente a través de su perfil en Facebook.

“Habitualmente uso esta página para compartir mi emoción con vosotros, especialmente tras grandes triunfos. Esta vez, sin embargo, tuve que respirar con calma antes de comunicarme con vosotros. Como habréis visto, fui preguntado por una controversia que yo no originé. La euforia y la adrenalina tras la victoria del domingo me jugaron una mala pasada e hice algunos comentarios que no representan con claridad mi postura, y me gustaría aclararlos”, indicó el serbio antes de emitir su argumento.

“Como sabéis, me preocupo profundamente por el futuro del deporte y de todos sus jugadores. El tenis me ha ayudado mucho en la vida para estar donde hoy estoy. Sentí la necesidad de hablar sobre la más justa y mejor distribución de fondos, y esto significaba tanto para hombres como para mujeres. Todos tenemos que luchar por lo que merecemos. Esto nunca fue orientado hacia una pelea entre géneros y diferencias de salario, sino en la forma en que todos los jugadores son recompensados por su juego y esfuerzo”, añadió. “El tenis es un deporte que amo y que me ha dado la oportunidad de ayudar a otros que todavía tienen un largo camino por delante para lograr sus sueños. Ésta ha sido mi visión en todo momento, y me gustaría disculparme ante aquellos que hubieran entendido mis palabras en la dirección errónea”.

Llamada de atención y dimisiones de inmediato

Si los grandes nombres del vestuario tardaron poco en saltar, más rápidas todavía fueron las altas esferas del circuito femenino. Steve Simon, actual CEO de WTA, desautorizó desde un primer momento al director de uno de sus mayores torneos. “WTA no tiene tolerancia con esta clase de comentarios. Ésta ha sido una violación de nuestro código de conducta y el consejo lo estudiará como tal. La WTA fue fundada sobre los pilares de equidad y empoderamiento. Estoy orgulloso de todas las atletas que cada día derrochan sacrificio y duro trabajo. El tenis como conjunto se enriquece por las contribuciones y logros de todos los tenistas, tanto masculinos como femeninos”, expresó nada más conocerse las valoraciones vertidas.

Así, y horas después del revuelo, la cabeza del director de Indian Wells ya desapareció del horizonte. “Raymond Moore ha aceptado completamente su responsabilidad por los inaceptables comentarios realizados. Renunciar a su cargo es la decisión correcta”, indicó el mandamás de WTA. “El torneo de Indian Wells ha apoyado la igualdad de premios para todos los jugadores desde 2009. Estoy dispuesto a trabajar con Mr. Ellison y el equipo de Indian Wells para seguir realizando esfuerzos destinados a la mejora del deporte y a la igualdad entre todos los tenistas”.

Ahora, y tras comprobar los movimientos generados, quedó probada una realidad en el vestuario: en pleno siglo XXI, en un deporte con cambios lentos, escasos pero firmes, la protección de la paridad es una fuerza como ninguna otra: capaz de apartar del cargo a un director de gran torneo y colocar al inamovible número 1 en retroceso.

El debate ha llegado a tal punto que, con apenas unos días de llama avivada, terminó con directores de torneo e hizo rectificar incluso al número 1. La igualdad salarial entre mujeres y hombres en el tenis profesional regresó a escena al cierre del torneo de Indian Wells donde Raymond Moore, CEO del evento ya alejado de su cargo, encendió la mecha indicando que las jugadoras deberían “arrodillarse” ante las figuras de Rafael Nadal o Roger Federer, “agradecer” su existencia a los hombres y valorar el beneficiarse del apogeo masculino sin “tomar decisiones”. Horas más tarde, y toda vez que Novak Djokovic, el jugador que lidera la clasificación ATP, defendiera un plus económico en favor de los hombres en la circunstancia actual, la conversación subió de tono y multiplicó su número de participantes. Con comparecencias públicas circunscritas a un único tema, declaraciones cruzadas entre pesos pesados y matizaciones en las palabras vertidas, la disputa del torneo de Miami, uno de los más importantes del curso (máxima categoría tanto en circuito ATP como WTA -Masters 1000 para los hombres; Premier Mandatory para las mujeres) ha quedado por ahora en un segundo plano.

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