Es noticia
Los estadounidenses sólo quieren que les dejes en paz
  1. Cultura
  2. Mala Fama
Alberto Olmos

Mala Fama

Por

Los estadounidenses sólo quieren que les dejes en paz

'Un libertario se encuentra con un oso' es una divertida crónica sobre el individualismo, la libertad y la extravagancia

Foto: Fotografía de Christopher Johnson McCandless, en quien se inspiraron para realizar 'Hacia rutas salvajes'.
Fotografía de Christopher Johnson McCandless, en quien se inspiraron para realizar 'Hacia rutas salvajes'.
EC EXCLUSIVO

¿Qué es un libertario? La Wikipedia se desparrama en todas direcciones para no decir lo evidente: un libertario es un hippie al que la declaración de la renta le ha salido a pagar. Entonces se da cuenta de que vivir en sociedad no le conviene, se va al bosque, encuentra a otros como él y crea una pequeña sociedad de zumbados con armas. Si llegan osos, estarán preparados.

Una parte de la población norteamericana ama tanto Estados Unidos que le sobra la civilización entera; quiere una América cruda, con cucús y pío-píos, poca policía, ningún funcionario y todos los carnets caducados. La cultura estadounidense ha retratado huidas a Alaska y a Canadá, sectas en California, colonias hippies en Oregón, genios del mal en cabañas de madera (Unabomber), jovenzuelos explorando solos lo salvaje hasta morir (Into the wild, 2007). Hay como un deseo en América de ser más americano que nadie sin que te vean serlo, perdido entre los árboles, cortando troncos con los dientes.

Esta inclinación hacia los márgenes y los ríos tiene su tratado liminar, su pequeño manual de instrucciones. Es el Walden (1854) de David Henry Thoureau. Nunca un libro hizo tanto daño al fisco y a las madres. Vivir solo, hacerse cualquier cosa para comer y no recibir notificaciones de Hacienda. La juventud siempre ha soñado con una vida así.

Vivir solo, hacerse cualquier cosa para comer y no recibir notificaciones de Hacienda. La juventud siempre ha soñado con una vida así

Ahora un ensayo se adentra en varias de estas aventuras inactuales. Matthew Hongoltz-Hetling describe con enorme gracia el libertarismo desatado en la localidad de Grafton (New Hampshire), donde sólo los osos competían en libertad con los humanos. Un libertario se encuentra con un oso (Capitán Swing) es un trabajo mayúsculo de reporterismo, documentación y testimonio. Aunque no sepamos ubicar el estado de New Hampshire en un mapa de los Estados Unidos y el pequeño pueblo de Grafton nos dé completamente igual, el autor consigue enseguida que ese milímetro cuadrado de mapa nos apasione. Mientras que los recién llegados a la comarca quieren desandar el camino de la civilización, los osos parecen dirigirse en la dirección contraria: quieren comer chocolate, asaltar casas y dejar de hibernar.

Un libertario se encuentra con un oso documenta las vidas de osos y libertarios en Grafton desde el siglo XVIII, amén de porticar cada capítulo con todo lo que alguna celebridad haya dicho alguna vez sobre los osos (Dickens, Thomas Jefferson, Robert Louis Stevenson…). El resultado es una complejísima y extrañamente amena panorámica sobre osos y defraudadores de impuestos, sobre plantígrados y disidentes.

El resultado es una complejísima y extrañamente amena panorámica sobre osos y defraudadores de impuestos, sobre plantígrados y disidentes

"Se habían desplazado a New Hampshire para establecer los pilares fundamentales del experimento social más moderno de la historia contemporánea de Estados Unidos: el proyecto Free Town", leemos.

El eje del libro es este proyecto donde varios hombres solitarios, venidos de fuera, se alían para "liberar" Grafton. Quieren libertad, mucha. Por ejemplo: "El derecho a apostar, el derecho al absentismo escolar, el derecho a traficar con drogas y el derecho al incesto". Ya digo que los hippies y los libertarios tienen más cosas de las que hablar de las que parece.

Los enemigos de los libertarios son los "estatistas"; y entre medias hay algo que no sé de qué lado colocar, llamado "preparacionista". Libertarios, estatistas, preparacionistas y osos tratan de salir adelante en el siglo XXI en Grafton. Era difícil.

Libertarios, estatistas, preparacionistas y osos tratan de salir adelante en el siglo XXI en Grafton. Era difícil

"Todos los que se mudaron a Grafton entre 2004 y 2009 movidos por el proyecto Free Town eran radicales libres, sin ataduras a compromisos o convivencias, ya fuera porque tenían mucho dinero o porque tenían demasiado poco”. Nuestro autor da nombre y apellidos de varios de ellos, se adentra en sus vidas, no siempre modélicas, consigna sus muertes llegado el caso y alza con sus singularidades un auténtico bestiario de extravagancias. Su lema es: Vivir en libertad o morir. “Las armas son de las pocas ventajas que tienen los humanos de Grafton sobre los osos de Grafton".

Otra figura tutelar del libertario es Ayn Rand, con su novela La rebelión de Atlas. Los nuevos rebeldes consiguieron asentarse en Grafton, crear su campamento, resistirse a la autoridad y reducir el gasto público en cosas que veían innecesarias, como las bibliotecas. Sin embargo, al no haber dinero para regular el medio ambiente, los osos se multiplicaron y desbandaron. La lección que aprendieron fue que siempre hay que elegir entre un oso y un impuesto.

Un libertario se encuentra con un oso es un libro divertidísimo y fascinante, que retrata con empatía y ternura a un grupo de personas de ideología totalmente opuesta al autor, algo que no provoca en él la menor burla o desafecto. Ante los osos, todos somos iguales. Comida, amenaza, humanos.

¿Qué es un libertario? La Wikipedia se desparrama en todas direcciones para no decir lo evidente: un libertario es un hippie al que la declaración de la renta le ha salido a pagar. Entonces se da cuenta de que vivir en sociedad no le conviene, se va al bosque, encuentra a otros como él y crea una pequeña sociedad de zumbados con armas. Si llegan osos, estarán preparados.

Literatura
El redactor recomienda