Y puestos a evolucionar, ¿qué tal sin pitos y sin gritos de "catalán de mierda" a Piqué?

Segundo debut de Julen Lopetegui al frente de la selección española, pueseste lunes (20:45 horas, La1) lo haceen partido oficial y no en un amistoso como fue el del pasado jueves enBruselas (0-2). Su rival esla débilLiechtenstein, actualmente en el puesto 182 del ranking FIFA y que, por tanto,no debería aguarla fiesta altécnico guipuzcoano. Sin embargo, y más sabiendolo cauto o precavido que es Julen, seguro que tiene frescoel 0-1 que España, con Del Bosque aún en el banquillo que él ocupa ahora,encajó en Getafeante Georgia, la selección118 del mundo yen vísperas de viajar a Francia para disputarla Eurocopa."Ganas, ilusión, energía yla ilusión por empezar a competir", se limitó a reclamar Lopetegui a sus jugadores en la rueda de prensa previa.

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Al disputarse en León, este encuentro valedero para la clasificación para el Mundial 2018tiene otro protagonista, además del nuevo seleccionador. Y este no es otro queGerard Piqué, pues fueen el Estadio Reino de León donde en junio del año pasadoel central del FC Barcelonarecibió la primera gran pitada como jugador de la Roja. Lo hizo al entrar en sustitución de Sergio Ramos y desde entoncessilbar a Piqué cada vez que toca el balónse ha convertido en una estúpida costumbre en los campos de España, por no hablar de algún estúpido que incluso se negó a celebrar su gol a la República Checa en Toulouse. Ya lo dijo Albert Einstein:"Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana; y yo no estoy seguro sobre lo primero". Si hubiera conocido al personaje, no tendría dudas. Sobre todo porque son payasadas como estas las que provocan que algunosaficionados vayan a los campos predispuestos a faltar al respeto y otros,amparados en el anonimato de la grada, se sumen a ellos por simple diversión.

Como quiera que pitare insultar al central catalán del Barça, da lo mismo si por ser catalán,por ser culé o por ambas, parece algo de lo más normal, es triste queeste domingo fuera noticia que Piqué tuviera un recimiento cordial en la capital leonesa. Lejos quedan ya el"¡fuera de España, catalán de mierda!"o "habla en español, payaso,parece que te ha educado Artur Mas"con lo quealgunos aficionados sacaron a relucir lo peor que llevan dentro cuandotras publicar Gerard en su cuenta de Twitter una fotojunto a su hijo Milan en las calles de Barcelonacon motivo de la Diada.

"No hay que mirar al pasado, sino fijarse en la excelente acogida que ha tenido el equipo y la que seguro que tendremos", terció Lopetegui al ser preguntado al respecto. Sin embargo,entre los más de 4.000 espectadores que retiraron las invitaciones para contemplar desde las gradas el entrenamiento que España realizó unos minutos después volvieron aescucharsealgunos pitos, además de exhibirse una pancarta en la que se podía leer: "Piqué,coge la bici de Shakira", en alusión a la canción que su pareja interpreta a dúo con Carlos Vives.

Curiosamente, en aquel partido ante Costa Rica(2-1) de infausto recuerdo para el central del Barça, uno de los jugadores más aplaudidos fueCasillas, aunque el titular fue De Gea. Sin embargo, Iker no estará este lunes en el Reino de León,por si alguien aún no se ha dado cuenta de que las cosas en la Selección han empezado a cambiar.

Lo han hechocon retraso, sí, y con algunos detalles que aún quedan pendientes de cambiar y que costarán hasta que la Federación Española de Fútbol no tenga un nuevo presidente.Una vez evitado el riesgo de que el nuevo seleccionador fuera Joaquín Caparrós, se mantieneel riesgo de que la autoproclamada directora de la Selección, María José Claramunt, siga moviendo unos hilos que Lopetegui haría bien en vigilar, no vaya a ser que se los líe.

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Puestos a evolucionar y no revolucionar, como dijo Julenque pretendía hacer, no estaría de más que la afición de León -y de aquí en adelante la del resto de España- dejara de silbar a Piqué y, por supuesto,de insultarle. Hasta en eso debería notarse una nueva etapa de la Roja, una selección que sigue disponiendo de los mejores jugadores, argumento suficiente para volver a jugar mejor que nadie y aspirar no sólo a estar en Rusia 2018, sino hacerlo de nuevo como gran favorita.