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Maldini, 'El Chiringuito' y la crisis de dignidad del periodismo deportivo
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Kike Marín

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Maldini, 'El Chiringuito' y la crisis de dignidad del periodismo deportivo

Un comentario del periodista de Movistar y Cope sobre el programa de Atresmedia aviva el debate sobre el periodismo deportivo, sumido en una crisis de identidad... y dignidad

Foto: Plató del programa 'El Chiringuito'.
Plató del programa 'El Chiringuito'.

"La gente piensa en periodismo deportivo y piensa en 'El Chiringuito', y eso es un problema grave". Este titular en una entrevista a Julio Maldonado, más conocido por Maldini, en el diario 'El Mundo' ha avivado, que no encendido, el debate sobre el papel de los medios de comunicación (de incomunicación, en algún caso) en este circo de tres pistas en el que se ha convertido en fútbol español y al que por supuesto no le faltan los payasos.

Pero contextualicemos la afirmación del periodista de 'Movistar' y la 'Cadena Cope' que tanto ha molestado a los aludidos. A la pregunta de Iñako Díaz-Guerra sobre "¿qué dice del estado del periodismo deportivo el cierre de 'Fiebre Maldini', un programa donde se hablaba sosegadamente de fútbol y solo de fútbol?", Maldini responde: "Algo dice, aunque debemos reconocer que era un programa para un nicho de gente muy específica con una audiencia limitada. Pero, sí, se está tendiendo a programas tipo 'El chiringuito', que yo respeto pero no veo. No es periodismo sino un show. Yo llego a casa después de comentar un partido de Champions y prefiero poner otro partido que ponerme a ver a Roncero pegar gritos, y mira que quiero a Roncero".

Y prosigue Julio: "Está bien, sobre todo para gente que ve el fútbol desde un punto de vista superficial y con la bufanda de su equipo puesta. Es respetable, no matan a nadie, pero tomárselo en serio sería absurdo. Sin embargo, mucha gente piensa en el periodismo deportivo y piensa en eso. Y es un problema gravísimo. Hay buen periodismo deportivo si sabes encontrarlo, pero te obliga a buscarlo". Se podrá estar más o menos de acuerdo, pero en ningún caso creo que diga algo que no supiéramos. ¿O acaso no sabemos todos quién está detrás de 'El Chiringuito'? Pues eso.

A diferencia de los bomberos, entre los que siempre se ha dicho que no deben pisarse la manguera, hace tiempo que los periodistas deportivos hemos elegido caminos muy distintos, todos legítimos, todos intentando 'vender', pero unos más vendidos al poder que otros, porque todo tiene un precio, menos la dignidad. "En lo que no piensa la gente cuando piensa en periodismo deportivo es en ti, Maldini", respondió uno de los contertulios habituales de 'El Chiringuito'. "Periodistas que no han dado una noticia en su vida dando lecciones. Ninguneando referencias informativas y menospreciando a compañeros que marcan la pauta de la actualidad", escribió otro aún más ofendido, tal vez porque de verdad se considera una "referencia informativa".

placeholder Bronca entre Gatti y Soria en un programa de El Chiringuito.
Bronca entre Gatti y Soria en un programa de El Chiringuito.

La guarnición, más importante que el filete

"Si ladran… cabalgamos. ¡Gracias a todos!", se limitó a comentar el director del programa, que adjuntó los datos de audiencia que acreditan a su programa como líder de la noche deportiva, aunque solo lo de noche lo tengo confirmado... Lo peor vino de un colaborador que causalmente no es periodista: "El periodismo casposo me aburre. El análisis frío me aburre. Si 'El Chiringuito' es líder es porque además de análisis, debate, información… Es pasión, sentimientos, naturalidad, colores… Lo que es el fútbol, vamos. Por cierto, las noticias las damos nosotros". Difícil decir más burradas en tan pocos caracteres, sin saber siquiera que una cosa es hablar de fútbol, es decir, del juego, y otra del fútbol, es decir, de todo aquello que le rodea. El filete y la guarnición, respectivamente, que diría Juanma Lillo.

A diferencia de Maldini, quien ha dado su opinión sin faltar al respeto a nadie, cabe recordar lo que ha llegado a comentar José María García sobre este tipo de programas, la última vez en el 'Conexión Vintage' que le dedicó Paco Grande. "¿Cómo alguien normal puede sentarse a escuchar 'El Chiringuito' o 'Estudio Estadio'? No entiendo cómo permiten esos programas nocturnos donde hay seis tíos diciendo soplapolleces", dijo el Butano, quien ya antes había dicho que "ahora no veo ni oigo nada porque me da asco. El ámbito del deporte es un disparate. Hay un programa nauseabundo que se llama 'El Chiringuito'. He pasado un día por la porquería esa y esos periodistas conmigo al día siguiente están en la calle", dijo el veterano locutor, que añadió: "Están de moda los programas con colaboradores. Llevas a seis o siete, y si ellos son gays y se les nota, mejor. Y ellas, es preferible que estén enamoradas de la carne y el pescado. Les hacen un guion para que se maten entre ellos".

En este sentido, sonados han sido algunos enfrentamientos entre contertulios de 'El Chiringuito'. En una ocasión incluso casi llegan a las manos al grito de "¡lo voy a matar!". Algo así es lo único que le falta ya a la guerra entre Luis Rubiales y Javier Tebas. Cada uno con sus métodos, los presidentes de la RFEF y LaLiga, respectivamente, están llevando al fútbol español a un escenario en el que los más perjudicados son los (y las) futbolistas y los aficionados. Sí, y todo mientras los medios miran para otro lado o se quedan en la guarnición sin hincarle el diente al filete. El periodismo deportivo no solo sufre una crisis de identidad, sino algo mucho peor: una crisis de dignidad. "Es difícil pensar con nobleza cuando se piensa otra cosa que en ganarse la vida", escribió Rousseau. He aquí el quid de la cuestión y el alto precio de ser independiente.

"La gente piensa en periodismo deportivo y piensa en 'El Chiringuito', y eso es un problema grave". Este titular en una entrevista a Julio Maldonado, más conocido por Maldini, en el diario 'El Mundo' ha avivado, que no encendido, el debate sobre el papel de los medios de comunicación (de incomunicación, en algún caso) en este circo de tres pistas en el que se ha convertido en fútbol español y al que por supuesto no le faltan los payasos.

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