El Real Madrid boicotea el patrocinio de Iberdrola en la liga que lleva su nombre

Sobra decir que cuando una empresa firma un acuerdo de patrocinio deportivo, lo que busca es obtener la mayor visibilidad posible, así como una buena reputación. Esto es algo que Iberdrola ha conseguido con su decidida apuesta por apoyar el deporte practicado por mujeres. Además, y porque nada tiene de malo hacerlo ni decirlo, de aprovecharse de los importantes beneficios fiscales que conlleva formar parte de Universo Mujer, el programa del Consejo Superior de Deportes (CSD) cuyo objeto es "la promoción y el incremento de la participación femenina en todos los ámbitos del deporte".

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Kike Marín

Ahora bien, ese contrato y la consiguiente aportación económica conllevan una serie de contraprestaciones. Entre ellas, que unos terceros luzcan su marca en diferentes soportes, tal y como sucede con los patrocinadores propios y siempre que no entren en conflicto. En el caso del fútbol femenino, esa tercera parte del acuerdo de la Federación Española de Fútbol (RFEF) con la energética son los clubes que participan en unas competiciones a las que incluso da nombre, Primera Iberdrola y Reto Iberdrola, de ahí que sea responsabilidad de su organizadora que así lo hagan todos, sin excepción.

Sin embargo, esto no sucede en el fútbol femenino español, donde resulta que el recién llegado Real Madrid no solo no colabora en dar visibilidad al patrocinador principal de la liga en la que participa, sino que incluso lo boicotea al no colocar ninguna publicidad de Iberdrola en Valdebebas e incluso no lucir su logo en la manga derecha de la camiseta.

Sí lleva el de la RFEF, pero no el de la Primera Iberdrola justo debajo, tal y como debería hacer y hace el que fue su primer rival y actual campeón de la competición, el FC Barcelona, quien, por cierto, en la primera jornada 'solo' ganó 0-4, pues cabe recordar que la temporada pasada le endosó al CD Tacón, embrión del nuevo Real Madrid, un 9-1 y un 6-0. Tampoco en Real Madrid Televisión se nombra a Iberdrola, sino que se llama a la competición Primera División Femenina y así se rotula tanto en pantalla como en la programación.

Lo vaticinábamos el pasado mes de agosto. Si de por sí Iberdrola ha perdido protagonismo en el fútbol femenino desde que el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, empezara a utilizar también a las futbolistas en su guerra contra LaLiga, con el desembarco del Real Madrid por la puerta de atrás no solo no va a recuperarlo, sino que cada vez va a ser menor. Lógicamente, esta situación disgusta en la energética. Y no solo por la pérdida de visibilidad de su imagen corporativa, que también, sino sobre todo por el frenazo que se le ha dado al fútbol femenino. No será por ganas, aunque son conscientes de que retirar el patrocinio echaría por tierra todo el trabajo hecho hasta ahora.

Ya pasó con Seat en la Copa del Rey

Sin embargo, y tal y como informamos en El Confidencial, esto no es nuevo, pues algo parecido sucedió la temporada pasada con Seat en la Copa del Rey, en la que la publicidad del patrocinador principal brilló por su ausencia en el Bernabéu con motivo de la eliminatoria contra la Real Sociedad. Sí, esta competición también la organiza la RFEF, es decir, que es en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas donde deberían velar por ella, aunque sabido es que Rubiales nunca hará ni dirá nada contra el Real Madrid, y más concretamente contra su presidente.

Y es que hablamos del caso de Iberdrola, pero también podríamos recordar cómo la RFEF dinamitó el acuerdo de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) con Mediapro, el grupo audiovisual que daba 3 millones al fútbol femenino y garantizaba que se vieran todos los partidos, cosa que ahora no sucede. De momento, Teledeporte retransmitirá algunos partidos, pero solo de los cinco clubes que han cedido sus derechos a la RFEF, léase FC Barcelona, Athletic de Bilbao, Santa Teresa y Madrid CF, además del Real Madrid. ¿Este es el empujón que la llegada del club más laureado del mundo iba a darle al fútbol femenino?

Florentino Pérez ni se dignó a ir a Valdebebas a ver el estreno de su equipo femenino, y eso que fue contra el FC Barcelona, donde en cambio sí estuvieron Rubiales y la presidenta del CSD, Irene Lozano, aunque por separado. La secretaria de Estado para el Deporte parece haberse dado cuenta de a quién allanó el camino para seguir al frente de la RFEF. Curioso, a la par que patético, lo del deporte español, que en lugar de unir, lo que hace es dividir.