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España es un delirio y Camacho, el nuevo hombre fuerte
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Carlos Prieto

Agresión sin balón

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España es un delirio y Camacho, el nuevo hombre fuerte

La Selección se echa al monte a pegar tiros a lo loco. Cinco a Croacia. La contracrónica

Foto: Gol de España. (EFE)
Gol de España. (EFE)

Resultado: España 5-Croacia 3. "¿Perdón?" 5-3. "Vamos, hombre". Que sí, coño, que 5-3. "Vale, vale". Sinopsis: España se lanza en paracaídas sobre Croacia, pero el cacharro no se abre y, cuando está a punto de morir estampada a 400 kilómetros por hora, cae en un carro con heno, se viene arriba y mete varios goles. O algo. Humor del español medio: descontrol eufórico. Estado mental de Camacho: visionario.

Es leyenda

La noche antes del España-Croacia tuve un sueño premonitorio. Atentos...

Año 2046. Luis Enrique se apunta a un crucero por el Pacífico para relajarse. La primera noche a bordo, cena con una simpática pareja de jubilados conquenses: Ramón e Irma. Tras beberse tres chupitos, Ramón le echa en cara la lista de convocados para la Eurocopa 2021. Luis Enrique arroja a Ramón por la borda.

Foto: Pablo Sarabia celebra el primer gol de España a Croacia. (Efe)

Antes de ser detenido, Luis Enrique huye en una lancha, naufraga y llega a una isla desierta. Superado el susto inicial, construye una casa con bambú, pesca con un punzón y adopta un mono tití, Jeremías. Pasa así 32 meses. Solo. Hablando con el mono.

Un día, caminando por la playa, se encuentra a otro hombre en la isla...

—¡Dios mío! ¡No estoy solo! ¿Quién eres?

—Soy Paco, azafato de Ryanair, llevo aquí cinco años. ¿Tú?

—Soy Luis Enrique.

—¿El del fútbol?

—Sí.

—¡¡POR QUÉ COÑO PUSISTE A MORATA DE TITULAR!!

Luis Enrique lo mata y lo arroja al mar.

España ha pasado de registrador de la propiedad a ravero desatado

Pasan los años. Luis Enrique burla la locura con disciplina de hierro. Enseña a Jeremías el lenguaje de los humanos, le cuenta historias locas sobre 'El Chiringuito', el tití no da crédito.

Una tarde, vagando por la jungla, llega el gran 'shock': Luis Enrique se encuentra a Camacho envuelto en pieles de mapache, rapado y lanzando una arenga a un ejército de pigmeos hipnotizados: "Antes del segundo gol, hay que meter el primero. Es difícil quitarle el balón a los croatas porque no lo tienen. El jugador español ha rematado perfectamente, pero ha fallado en el remate. Estoy en Raticulín. He visto croatas en llamas más allá de Orión. La CIA me ha puesto micrófonos en las muelas". La multitud pigmea aúlla: "¡CAMACHO! ¡CAMACHO! ¡CAMACHO!". Hay cabezas gigantes de Camacho por todas partes. 'Rumble in the jungle'.

Aterrorizado, Luis Enrique se lanza al mar, nada 14.000 millas seguidas, llega a Cádiz. Cuando está a punto de desmayarse, una multitud enardecida le saca a hombros. Es leyenda.

Fin del sueño. ¿Que qué tiene que ver esto con el partido contra Croacia? Pues hombre: TODO. El inconsciente colectivo, copón.

A Luis Enrique, enemigo público número uno hasta hace cinco minutos, le quedan tres partidos para ganar la Eurocopa. ¿Qué hacemos ahora con las antorchas? ¿Nos las comemos? Ñam, ñam.

El partido

Sí, amigos, España ha llegado a cuartos de final, mejor resultado desde el Mundial ganado en 2012. El equipo, criticado sin piedad por su fragilidad, se repuso ante Croacia a una cantada terrible de Unai Simón, equivalente a ponerte en pie tras caerte un satélite en la cabeza. Salvo que a España no le cayó encima un satélite, sino dos: también se dejó empatar un 1-3, pero ni por esas, en la prórroga fue un rodillo.

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En efecto, fiel a una trayectoria repleta de altibajos, España fue una montaña rusa emocional, un 'hit' de Pimpinela en el que hasta el último minuto no sabes si habrá reconciliación pasional o sartenazo en la cabeza. Vete, olvida mi nombre y pega la vuelta, jamás te pude comprender.

España es un descontrol, solo el coronel Camacho es capaz de explicar a este equipo pegando tiros retóricos delirantes en la selva. El locurón.

Viniendo de donde venimos, del partido más aburrido de todos los tiempos contra Rusia en el Mundial 2018, esto es la juerga absoluta. España ha pasado de registrador de la propiedad a ravero desatado. Mejor, ¿no?

Resultado: España 5-Croacia 3. "¿Perdón?" 5-3. "Vamos, hombre". Que sí, coño, que 5-3. "Vale, vale". Sinopsis: España se lanza en paracaídas sobre Croacia, pero el cacharro no se abre y, cuando está a punto de morir estampada a 400 kilómetros por hora, cae en un carro con heno, se viene arriba y mete varios goles. O algo. Humor del español medio: descontrol eufórico. Estado mental de Camacho: visionario.

Eurocopa
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