Es noticia
Oxfam: un órgano de propaganda anticapitalista
  1. Economía
  2. Laissez faire
Juan Ramón Rallo

Laissez faire

Por

Oxfam: un órgano de propaganda anticapitalista

Los informes de esta organización son un ariete demagógico: no es que las cinco personas más ricas del mundo en 2019 vieran aumentar su patrimonio un 114% durante la pandemia, sino que sufrieron una caída del 12,6%

Foto: Ilustración: Marina G. Ortega
Ilustración: Marina G. Ortega
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Intermón Oxfam es un órgano de propaganda anticapitalista que no tiene el más mínimo pudor en manipular de manera desvergonzada y torticera a sus donantes y al resto de la sociedad. Se ha convertido ya en una tradición que, cada año, esta Organización Pro-Gubernamental nos castigue con su sermón liberticida en el que pregona que las desigualdades no paran de crecer y que el mundo se va volviendo un lugar cada vez peor, motivo por el cual los Estados han de emplear toda su artillería intervencionista en planificar la economía.

Hace aproximadamente una década, cuando empezaron a popularizarse sus informes, Oxfam nos alertaban de la exagerada y preocupante desigualdad global de ingresos: se trataba de un discurso muy en boga dentro de algunos países occidentales —como España— pues la crisis de 2012-2013 estaba causando sus peores estragos.

Pero este ariete demagógico tenía dos problemas: por un lado, que las tasas de pobreza mundiales descendieron desde entonces al ritmo más rápido de la historia (y, junto a ellas, parámetros tan importantes como la desnutrición, la mortalidad infantil o el analfabetismo), de modo que preocuparse por la desigualdad de ingresos mientras el guarismo de pobres no dejaba de caer solo nos mostraba que, en ocasiones, la desigualdad puede no ser tan relevante; y además, por otro lado, la desigualdad mundial de ingresos también empezó a reducirse desde entonces de un modo continuado, hasta el punto de que hoy el conjunto del planeta se halla en su momento más igualitario (en términos de ingresos) desde hace siglo y medio.

En la actualidad, el conjunto del planeta se halla en su momento más igualitario (en términos de ingresos) desde hace siglo y medio

Como esa veta propagandística no resultaba demasiado prometedora, sus informes comenzaron a enfocarse no en la desigualdad de ingresos, sino en la desigualdad de riqueza. Y es que, desde comienzos de la década pasada, el porcentaje de riqueza en manos del 1% más rico del planeta inició una senda ligeramente ascendente desde alrededor del 42% hasta aproximadamente el 45%. No es que fuera un ascenso espectacular, pero bastaba para que Oxfam nos alertara de las imparables tendencias a que los más ricos se terminaran quedando con todas las propiedades del planeta.

Por supuesto, guardaban convenientemente silencio sobre que la desigualdad global de riqueza estuvo previamente cayendo entre el año 2000 y el 2012: hasta el punto de que, en el momento más desigualitario de la pasada década, el 1% más rico del mundo todavía concentraba menos riqueza global que en el año 2000.

Foto: ¿Cuántos millonarios hay en España? Este es el puesto que ocupa en el ránking por países (Reuters)

Sucede que, en 2022, ocurrió algo fatal para su relato propagandístico: ¡la desigualdad global de riqueza se redujo! Bajó del 45% al 44,5%, regresando aproximadamente al nivel de 2019. El propio informe de Credit Suisse, del que Oxfam extrae siempre sus datos, nos indica que "en 2022 se revirtió el aumento de la desigualdad de riqueza que estaba teniendo lugar durante la pandemia. El porcentaje de la riqueza global en manos del 1% más rico cayó al 44,5%, ligeramente por encima del nivel de 2019. Pero otros indicadores de desigualdad global de riqueza volvieron a sus niveles de 2019".

Es más, en 2022 hubo un importante descenso en la cantidad de millonarios globales: "El número de millonarios (en términos de dólares) cayó globalmente en 3,5 millones de personas a lo largo de 2022, hasta alcanzar los 59,4 millones. Este número [los 59,4 millones] incluye, además, 4,4 millones de personas a las que cabe llamar millonarios por inflación, las cuales no seguirían siéndolo si hubiésemos ajustado el umbral de millonario por la inflación ocurrida en 2022". Es decir, que, en 2022, el 12% de los millonarios a nivel global dejaron de serlo.

Catastrofismo anticapitalista

Ante esta realidad, Oxfam tenía dos opciones honestas para su informe sobre 2022: la primera, celebrar el dato (si estás dando todos los años la matraca de que la desigualdad es muy mala y nos condena como sociedad, deberías celebrar, aunque fuera con prudencia, aquellos años en los que se reduce la desigualdad); la segunda, alertar de que el dato de 2022 probablemente no se repita durante los próximos ejercicios y que, en consecuencia, no deberíamos dejarnos engañar por las falsas apariencias de un cambio en la tendencia desigualitaria.

Pero no: a Oxfam no le valía ninguna de estas opciones honestas porque buscaba una consigna sensacionalista con la que copar los titulares de la prensa amarillista. A la postre, viven y medran merced al catastrofismo anticapitalista.

Así que Oxfam optó por la peor alternativa posible: dejar de hablar de desigualdad global de riqueza y centrarse en comparar la evolución del patrimonio de las cinco personas más ricas del mundo en 2022 con el del 60% más pobre (5.000 millones de personas) en ese año. Pero ni siquiera para decirnos que el patrimonio de esos cinco millones supera el de 5.000 millones (la riqueza agregada del 60% más pobre de la población mundial es de 10,1 billones de dólares, mientras que la de las cinco personas más ricas es de 0,86 billones), sino porque el patrimonio de los primeros se habría supuestamente doblado durante la pandemia, mientras que el de los segundos se redujo: "Desde 2020, los cinco hombres más ricos del mundo han duplicado su riqueza. En ese mismo período, casi 5.000 millones de personas se han empobrecido".

Foto: El empresario Amancio Ortega, en el centro, en un acto. (EFE) Opinión

Es decir, que como Oxfam no puede denunciar que la desigualdad global de ingresos o la desigualdad de riqueza aumentan en 2022, se inventa una comparativa cutre e improcedente con la que intentar rellenar titulares manipuladores. Y, lo peor, es que incluso esta artificial comparativa contiene trampas.

Primero, la comparativa no se establece entre períodos temporales homogéneos. Para la riqueza de las cinco personas más ricas del mundo, se toma el período entre el 18 de marzo de 2020 (justo cuando la bolsa se acababa de desplomar tras la pandemia) y octubre de 2023 (cuando la bolsa ya se halla nuevamente cerca de máximos históricos), exagerando así las ganancias experimentadas; para el 60% de personas más pobres del planeta, se toma el período 2019-2022 (es decir, antes del hundimiento de la bolsa por la pandemia y antes de la recuperación de la bolsa durante 2023), exagerando así el empobrecimiento.

Segundo, Oxfam tampoco estudia cómo ha evolucionado el patrimonio de las cinco personas más ricas de 2019, sino cómo lo ha hecho el patrimonio de las cinco personas más ricas en 2023 (aun cuando esas no estuvieran en el top 5 en 2019). Al hacerlo, su métrica sufre del sesgo del superviviente: si uno era top 5 en 2019 y ha salido de ese top 5 por haberse empobrecido mucho (o por no haberse enriquecido de manera apreciable), no se lo tendrá en cuenta para estudiar la evolución del patrimonio de los más ricos durante la pandemia; si uno no estaba entre los más ricos en 2019 y se ha convertido en uno de ellos en 2023, sí se tomará en cuenta su enorme aumento patrimonial durante esos años.

Como Oxfam no puede denunciar que la desigualdad de riqueza aumenta en 2022, se inventa una comparativa cutre e improcedente

El caso más claro es el de Elon Musk: hoy la persona más rica del planeta y en 2019 por debajo del top 40 (en los últimos cuatro años, su patrimonio, descontando ya la inflación, ha aumentado en 160.500 millones de dólares).

Si corregimos estas dos chapuzas metodológicas, que cuesta pensar que hayan sido errores de buena fe, ¿cuál sería el auténtico resultado de la comparación que pretende formular Oxfam?

Por un lado, las cinco personas más ricas del mundo en 2019 eran Jeff Bezos, Bill Gates, Warren Buffett, Mark Zuckerberg y Larry Ellison. Su patrimonio nominal conjunto a finales de 2019 era de 454.800 millones de dólares. En cambio, a finales de 2022, el patrimonio nominal conjunto de esas mismas cinco personas era de 459.400 millones de dólares. Si descontamos la inflación acumulada durante ese período (15,5%), tendremos que en el período 2019-2022 se empobrecieron un 12,6% en términos reales.

Por otro lado, la riqueza nominal de los 5.000 millones de personas más pobres del planeta fue en 2019 de 8,78 billones de dólares, mientras que en 2022 ascendió nominalmente a 10,13 billones de dólares, de modo que si descontamos la inflación del período obtenemos que su riqueza apenas se reduce un 0,2%.

Foto: Recogida de alimentos en L'Hospitalet de Llobregat. (EFE/Toni Albir)

Vamos, no es que las cinco personas más ricas del mundo en 2019 hayan visto aumentar su patrimonio un 114%, como señala Oxfam, sino que lo han visto reducir un 12,6%... mucho más que el 60% más pobre (coherente con la reducción global de la desigualdad durante ese período). Desde luego, si tuviéramos en cuenta el incremento de las fortunas que ese top 5 más rico ha experimentado también en 2023, sí presenciaríamos un incremento sustancial en su patrimonio (concretamente, del 26,8% en términos reales desde 2019), pero entonces también deberíamos comparar la evolución patrimonial del 60% más pobre entre 2019 y 2023, no entre 2019 y 2022 (pero Credit Suisse todavía no ha publicado su informe de 2023 y, por tanto, ni Oxfam ni nosotros podemos hacer esa comparativa).

En definitiva, como debería ser obvio desde hace años, nadie debería conceder un ápice de credibilidad a estos informes de Oxfam. Quienes a día de hoy les siguen dando pábulo, cuando se ha demostrado que siempre mienten y engañan, deberían saber que están desinformando a los ciudadanos y deberían, por tanto, quedar tan desacreditados como el propio informe Oxfam. Por su propaganda los conoceréis.

Intermón Oxfam es un órgano de propaganda anticapitalista que no tiene el más mínimo pudor en manipular de manera desvergonzada y torticera a sus donantes y al resto de la sociedad. Se ha convertido ya en una tradición que, cada año, esta Organización Pro-Gubernamental nos castigue con su sermón liberticida en el que pregona que las desigualdades no paran de crecer y que el mundo se va volviendo un lugar cada vez peor, motivo por el cual los Estados han de emplear toda su artillería intervencionista en planificar la economía.

Oxfam
El redactor recomienda