La última de Ciudadanos, la mujer que desafía a Mazón en su asalto a la Generalitat

Ni cotiza que el Botànic va a tener que envainarse sus planes para renovar el grueso de los órganos estatutarios antes de acabar la legislatura. La ofensiva por tierra, mar y aire sobre los diputados de Ciudadanos es demasiado intensa como para arriesgar una votación en el plenario del Parlamento sin garantías. El PP ha puesto a todos sus satélites a funcionar en el último capítulo de la opa hostil sobre los naranjas antes de la cita con las urnas del 28 de mayo. Pese al goteo constante de fugas, sigue existiendo quintacolumnismo en la formación naranja. Que le pregunten al diputado Luis Arquillos, que ha estado trabajándose a compañeros y dando parte al PP vía intermediarios. Ya veremos si tiene premio. Tampoco se ha escondido. En la cabecera de su perfil de Twitter está grabada la foto del grupo que arrancó la legislatura, con Toni Cantó a la cabeza y muchos de los que ya no siguen la disciplina naranja, desde los tránsfugas agarrados hasta el último minuto a la nómina del escaño hasta Ruth Merino, fichaje de Carlos Mazón.

Mamen Peris, la nueva portavoz y coordinadora de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, no se arredra. Quiere llegar hasta al final de la meta con el banderín de su partido, convencida de que existe un espacio de centro liberal y progresista entre el PSOE y el PP. Ella dice que la política siempre será mejor con Ciudadanos dentro, y que el PP se equivoca prefiriendo a Vox. A estas alturas ya muy pocos creen que sea capaz de superar el listón del 5% (tan lejos, tan cerca) ante una imposible modificación (los números no dan) de la ley electoral. Así que, cual Juana de Arco, lo de Peris es una cruzada casi personal por salvar los muebles con dignidad y llegar a la cita electoral con capacidad de presentar listas, tanto autonómica como municipales. En Madrid, donde las Patricia Guasp, Adrián Vázquez, Carlos Pérez-Nievas viven una situación similar, ya le han dicho que le pondrán medios y recursos. Dinero. Habrá que verlo.

TE PUEDE INTERESAR

Génova vuelca toda la presión electoral sobre Mazón: "Valencia es la llave de la Moncloa"

Ana Belén Ramos

Una primera prueba del alcance de las escasas lealtades que quedan será la lista municipal de Valencia. Al actual portavoz, Fernando Giner, fiel de Inés Arrimadas, casi le falta que le pongan la cabeza de caballo encima de la cama (en sentido figurado, of course) para que tire la toalla y renuncie a presentar candidatura en la ciudad o negocie una salida con la candidata del PP a la alcaldía María José Catalá. Más de un columnista, decano de la derecha, ha hecho de mensajero del miedo.

Los populares dicen que las encuestas para recuperar la tercera ciudad de España ya les sonríen, pero las cosas deben andar bastante apretadas cuando son tantas las presiones para eliminar del campo de juego a un competidor reclamándole que no aparezca su papeleta el día de la votación, aunque sin ofrecerle tampoco nada del otro mundo a cambio. Giner, que siempre ha sido más de ser cabeza de ratón que cola de león, se resiste y se ha pasado la semana paseando a dirigentes de su partido por las calles de Valencia, falla por falla.

Cual Juana de Arco, lo de Peris ya es una cruzada casi personal por llegar a la cita electoral del 28M

Mazón ha tirado de alcaldables procedentes de las filas naranjas para configurar algunas de las listas municipales, sobre todo en ciudades medias donde no gobierna el PP. Los fichajes de última hora han generado no pocas fricciones en algunas de las organizaciones locales de los conservadores, que se han visto desplazadas. Lo contaba muy bien Rosana Crespo en Valencia Plaza: Elda, San Vicente del Raspeig, Sant Joan d’Alacant…

TE PUEDE INTERESAR

Ciudadanos no tiene candidato ni en Aragón ni en Zaragoza a 100 días para las urnas

Álvaro Sierra. Zaragoza

Y sin embargo, no está claro que eso vaya a ser suficiente. Peris, respaldada por un viejo rival de los populares, el diputado oriolano, José Ignacio López-Bas, prevé presentar listas en los noventa municipios más poblados de la autonomía, entre ellos ciudades medias alicantinas como Benidorm, Orihuela, Elche, Mutxamel, Alcoi, Crevillente o Alcoi. También en Alicante, donde el actual regidor de Urbanismo, Adrián Santos, encabezará la candidatura.

Santos es de los cuadros que quedan en el partido que acusan a los fugados de moverse por interés personal, especialmente en el caso de los dos diputados provinciales, Javier Gutiérrez y Julia Parra, que garantizaban la mayoría de gobierno a Carlos Mazón en la Diputación de Alicante. Ese movimiento, esperado por muchos, es el que ha abierto una nueva crisis, con duro intercambio de reproches. Mientras unos hablan de transfuguismo y de prebendas ocultas, los huidos acusan a sus excompañeros de complicidad con el Botànic y de “marionetas” de Ximo Puig. "El transfuguismo es una forma de corrupción ¿Un candidato a la Generalitat va a gobernar con tránsfugas? Esa es la pregunta que le hacía al señor Mazón porque, si es así, no es de fiar”, le ha llegado a regalar Peris al barón regional del PP. Así de constructivo está el patio.

Mazón ha abierto una última puerta a los apóstatas de un Ciudadanos venido a menos, pero Peris sigue erre que erre, como una luchadora de Sumo que se revuelve para no tocar el suelo con la espalda. La incorporación para la lista autonómica por Alicante de José Miguel Saval, exdiputado en el Congreso del PP y subdelegado del Gobierno durante al etapa de Mariano Rajoy ha sido quizás el último canto del cisne de una abogada con dedicación parcial que quiere ser la última de Ciudadanos. Al mentor de Mazón, Eduardo Zaplana, la OPA hostil desde el poder sobre Unión Valenciana le catapultó a la mayoría absoluta en 1999. Al candidato alicantino, ese 2,5% de los liberales quizás le amargue la noche electoral.