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¿Pueden los robots cuidar de nuestros mayores?
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¿Pueden los robots cuidar de nuestros mayores?

La creciente expansión de la Inteligencia Artificial (IA) está invadiendo todas las facetas de nuestra vida. Pero, ¿hará nuestra vida mejor, más fácil, más satisfactoria? ¿Servirá para mejorar nuestro bienestar?

Foto: Robot para alimentar a pacientes discapacitados. (EFE/Andreu Dalmau)
Robot para alimentar a pacientes discapacitados. (EFE/Andreu Dalmau)

Innovación es hoy día la palabra clave. Necesitamos que nuestras empresas sean innovadoras para ser más productivas y más competitivas; el Gobierno (a todos los niveles) tiene que innovar, haciendo más accesibles los servicios a los ciudadanos, y mejorando su comunicación con ellos; hay que innovar en educación, en sanidad, en servicios. La creciente expansión de la Inteligencia Artificial (IA) está invadiendo todas las facetas de nuestra vida. Pero hay una pregunta clave: Toda esta innovación, ¿hará nuestra vida mejor, más fácil, más satisfactoria? ¿Servirá para mejorar nuestro bienestar?

El bienestar es un concepto sutil y que tiene multitud de facetas. Tiene que ver con la salud y la ausencia de dolor; con el trabajo y la realización de las expectativas de vida; con la felicidad y la capacidad de disfrutar del tiempo libre; con la educación y la capacidad de diseñar y entender el mundo a nuestro alrededor; con la posibilidad de disfrutar de autonomía y de una vida larga, saludable y satisfactoria.

Foto: Directivos de Mercadona. (EFE/Kai Försterling) Opinión

La robótica es uno de los cambios más importantes ligados a la IA. Los robots ya forman parte de nuestras vidas, pero están llamados a jugar un papel fundamental en la economía de los cuidados, en especial de las personas mayores.

A día de hoy tenemos en España más de 9,3 millones de personas por encima de los 65 años, lo que supone un 19,65% de la población. Según las proyecciones del INE, en 2035 el número de personas mayores llegaría al 26,5% del total de la población. De estos mayores, poco más de 4 millones son hombres y cerca de 5,3 millones son mujeres. Y más de 2,8 están por encima de los 80 años.

Si bien la esperanza de vida a los 65 años ha aumentado de forma significativa en los últimos años, la incidencia de la discapacidad de los mayores no ha disminuido. Ya hoy día unos 2,3 millones de mayores requieren de cuidados especiales. De estas personas, solo poco más de 300.000 está institucionalizada, por lo que hay cerca de 2 millones de ancianos dependientes viviendo en casa y a los que se proporciona asistencia a través de familiares y cuidadores, en una gran parte de manera informal, y en su mayor parte por mujeres de entre 45 y 60 años.

Las proporciones de personas mayores y las plazas de residencias no están repartidas de forma uniforme entre las Comunidades Autónomas.

Por otra parte, cada vez es mayor el número de mayores no dependientes que viven solos (casi el 30% de las mujeres y el 16% de los hombres) y que necesitan de apoyo eventual y, sobre todo, ayuda emocional. Muchos de ellos han encontrado esta conexión mediante los asistentes de voz, cada vez más utilizados.

Los asistentes de voz han evolucionado utilizando IA y machine learning, dando origen a un tipo de asistencia personalizada en que la máquina se comunica con la persona no sólo para recordarle la medicación a tomar, sino que es capaz de entablar con él una conversación afectiva. Es el caso de Lola, la asistente de Tucuvi. Otros robots en funcionamiento, como el Mabu, se han revelado muy efectivos en funciones de asistencia a las personas mayores (recordar la toma de medicamentos, ayudarles a localizar objetos, recordar agendas y visitas), pero también como forma de apoyo psicológico y emocional. Las investigaciones demuestran que las personas mayores se sienten cómodas con este tipo de apoyo por parte de robots. En residencias, por ejemplo, se ha visto cómo actúan como catalizadores sociales, haciendo que los ancianos colaboren entre sí y con el uso del robot.

Foto: La conectividad es clave para acceder a las nuevas formas de producción. Opinión

La mejora del uso de robots para el cuidado y acompañamiento de los ancianos es un área de investigación del uso de la IA en plena expansión. En Alicante hay un hub importante de empresas dedicadas a la investigación en IA, utilizando Big Data y machine learning, localizadas en el Distrito Digital y el parque científico de la Universidad de Alicante (ELLIS, Lynxview, MedBravo), e integradas en AlicanTEC. Recientemente se ha creado por la Generalitat Valenciana el Centro de Investigación del Envejecimiento (ICAR), también en la provincia de Alicante. La colaboración con las empresas en este campo es un reto de futuro importante.

Foto: El número de oficinas bancarias en España ha caído un 61%. (Hero Images/Corbis) Opinión

El uso de robots no se limita al cuidado de ancianos. Los robots androides, interconectados con hardware y aplicaciones digitales de última generación son especialmente útiles para desarrollar las competencias cognitivas y sociales de los niños con necesidades especiales. Los niños con trastorno del espectro autista, por ejemplo, se comunican mejor con un robot que con otras personas, y su proceso de aprendizaje mejora sustancialmente mediante la interacción con el robot. Es interesante el estudio llevado a cabo por el proyecto CybSPEED, financiado por la Unión Europea en el marco de las Acciones Marie Sklodowska-Curie y coordinado por la Universidad del País Vasco, y en el que han intervenido una gran cantidad de niños de diversos países europeos. Aunque los resultados son preliminares, y hay que mejorar el adaptar a los robots la forma de comunicación humana, es un paso adelante en la mejora de la educación especial.

Foto: Cuenta con un compartimento de almacenamiento para llevar la comida. (Hyundai)

Otro apoyo emocional, tanto para niños autistas como para ancianos que viven solos son los robots mascota. Uno de los más famosos es Moflin.

A la pregunta de si los robots van a ayudarnos a mejorar el bienestar, podemos contestar que la introducción de robots para el cuidado y enseñanza en mayores y niños puede convertirse en un elemento de mejora del bienestar. Pero los robots no van a ser sustitutos de los trabajadores, sino simplemente un apoyo importante. Su uso y aprovechamiento necesita, a su vez, de una capacitación específica de cuidadores y profesores. En este sentido, la formación de enseñantes, cuidadores y familiares para conseguir mejorar el aprendizaje y la vida afectiva de niños y mayores mediante el uso de estas tecnologías es imprescindible, y una forma de mejorar las cualificaciones de los profesionales. Un reto que nuestro sistema de enseñanza tiene que abordar.

*Carmen Herrero, investigadora del Ivie y catedrática emérita de la Universidad de Alicante.

Innovación es hoy día la palabra clave. Necesitamos que nuestras empresas sean innovadoras para ser más productivas y más competitivas; el Gobierno (a todos los niveles) tiene que innovar, haciendo más accesibles los servicios a los ciudadanos, y mejorando su comunicación con ellos; hay que innovar en educación, en sanidad, en servicios. La creciente expansión de la Inteligencia Artificial (IA) está invadiendo todas las facetas de nuestra vida. Pero hay una pregunta clave: Toda esta innovación, ¿hará nuestra vida mejor, más fácil, más satisfactoria? ¿Servirá para mejorar nuestro bienestar?

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