Diario de la pandemia
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Día 54. Los confinados de EEUU se rinden a la habitación española con cama redonda
Hoy, en profesiones emergentes: la decoración de interiores. La crítica estética a las videoconferencias es el último grito. España, a la cabeza y a la cola del 'ranking'
Yo soy Guillermo de la Roche, y usted no lo es. Guillermo de la Roche, ciudadano francés, 'enfant terrible' de la decoración de interiores y dueño de la mayor colección de fulares del mundo. '¡Voilà!'.
Ahora que toda España se tira los trastos a la cabeza al grito de SÁNCHEZ O EL CAOS, me van a permitir decirles que se trata de un falso dilema mundano. La verdadera encrucijada vital es: fulares o el caos. Decoración de interiores o el caos.
Bienvenidos a los diarios de la pandemia.
El diablo está en los detalles
Las paredes de casa las carga el diablo. Michael Gove, ministro del Gabinete del Reino Unido y aspirante eterno a primer ministro, tiene libros muy raros en casa. Lo sabemos gracias a su esposa —Sarah Vine, columnista del tabloide 'Daily Mail'—, que subió una foto de la biblioteca familiar a Twitter y... ¡tachán!... había un libro sobre la Segunda Guerra Mundial de David Irving, historiador condenado a prisión por negar el Holocausto.
As a very special treat for my trolls and @campbellclaret here is another bookshelf. There are about 20 more. Enjoy! pic.twitter.com/FgrUiczeV0
— Sarah ‘books’ Vine (@WestminsterWAG) May 3, 2020
Pero no hemos venido a hablar de Hitler, sino de algo mucho más importante: la decoración de interiores. Mucho más relevante ahora que estamos todos encerrados y la videoconferencia es la principal herramienta de comunicación humana, superando al telégrafo, al Pony Express y al hablar a gritos por la ventana.
La cuenta de Twitter de moda en EEUU se llama Room Rater y se dedica a analizar las 'Skype rooms', los fondos de las habitaciones desde las que hablamos. Puntúa de cero a 10 la decoración doméstica. Visillos, cuadros, bibliotecas, esculturas absurdas... Ningún detalle les es ajeno. Con criterio y sin piedad. Con humor y mala baba política. Un hito.
La versión gringa de 'Vanity Fair' ha hablado con los creadores de Room Rater para saber sus postulados estéticos. Tomen nota:
1) "Las habitaciones más exitosas son aquellas en las que filmas con la habitación detrás, no contra una pared o una biblioteca. Nos gustan las habitaciones con puesta en escena, incluso aunque el fondo esté oscuro o desenfocado. Nos gusta ver algo de profundidad, el sofá, qué hay en las paredes".
Las personas que tienen los libros ordenados por colores deberían ser azotadas
2) "Si apilas los libros en horizontal, la gente no puede tomarte en serio".
3) "Las personas que tienen los libros ordenados por colores deberían ser azotadas".
De entre las habitaciones 'españolas' analizadas por Room Rater, hay dos en lo más alto y en lo más bajo del 'ranking' mundial.
I will reorganize to get a 10 😈😇😘😎 https://t.co/BwTijb8akg
— José Andrés (@chefjoseandres) April 18, 2020
El cocinero José Andrés se llevó un sobresaliente (nueve puntos), pero prometió mejorar para sacar un 10 la próxima vez.
Por contra, el tenista Rafael Nadal se llevó un muy deficiente (un punto) con lo que parecía una habitación del pánico en Manacor.
Lost in straight sets. 1/10 @RafaelNadal pic.twitter.com/0CNXTWKNGX
— Room Rater (@ratemyskyperoom) April 25, 2020
Quizá tampoco ayudó la mirada de las mil yardas de Rafa, como si estuviera a un punto de ganar su Roland Garros número 70: puro hielo. Un minimalismo estético más duro que aguantarle un peloteo a Rafa.
Nos quedamos con las ganas de que Room Rater analizara la habitación de la casa de Rosa Díez:
Rosa Díez y su habitación es un sueño de Twin Peaks. pic.twitter.com/4qttWtpgPB
— Ivanjode (@Ivanjode) April 5, 2020
Voy a analizarla yo por ellos: "A primera vista, parece una mazmorra donde están a punto de ocurrir cosas terribles, pero en realidad es una habitación segura a prueba de populistas bolivarianos. El búnker donde sobreviviremos al invierno nuclear sanchista y todos seremos felices. Maravilla absoluta: 10 puntos".
No obstante, si le inquieta a usted el fondo de Rosa Díez, quizás es porque no conoce el lugar desde donde habla Kellie Weeks, candidata republicana al Congreso de los EEUU por Georgia:
Having a gun fetish is treatable. Ask @JustinTrudeau how. 0/10 #GunNut pic.twitter.com/u38AxTsPSw
— Room Rater (@ratemyskyperoom) May 3, 2020
En efecto, aquí sí hay buena mandanga para sobrevivir al holocausto progresista, no como en casa de Rosa Díez.
Me gustaría destacar también los fondos del mítico David Hasselhoff ('El coche fantástico', 'Los vigilantes de la playa').
More popular in Germany than you knew. Won the Cold War. 7/10 @DavidHasselhoff pic.twitter.com/UyY2PMHlTi
— Room Rater (@ratemyskyperoom) May 4, 2020
Pero no tanto por la ingente cantidad de discos de oro que David Hasselhoff tiene en casa (como cuelgue uno más, se le cae la pared encima) como por la apertura de su camisa: eso sí que es profundidad de campo, si te caes desde ahí, te matas. El abismo absoluto.
Siguiendo con las españoladas... Dado que en Room Rater creen que la profundidad de campo es lo más importante, sin duda apreciarían el fondo de la casa de Alfonso Merlos... por el que corretea una mujer en paños menores. Si les gustan los sofás, fliparán con la cama redonda de Merlos.
Poca broma con esto: la semiótica de la casa de Merlos ya ha llegado a EEUU: Whoopi Goldberg lo analizó el otro día en su programa.
SEMI-NAKED WOMAN IN REPORTER’S SHOT: The co-hosts react to the latest work from home fail when a semi-naked woman walked behind a reporter during his live shot on TV. https://t.co/cVclFZQmjA pic.twitter.com/OEgwhybm8a
— The View (@TheView) May 1, 2020
No obstante, podría pensarse que Merlos juega con ventaja en el Mundial de la Decoración de Interiores: ¿quién va a fijarse en tus plantas o en tu biblioteca cuando por detrás se ve una orgía romana? Eso es hacer trampucias.
En resumen: no se habla de otra cosa en el mundo que de la decoración de interiores. El coronavirus ya tal.
Yo soy Guillermo de la Roche, y usted no lo es. Guillermo de la Roche, ciudadano francés, 'enfant terrible' de la decoración de interiores y dueño de la mayor colección de fulares del mundo. '¡Voilà!'.