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Día 68. Cómo ponerse y quitarse la mascarilla sin volverse loco
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Carlos Prieto

Diario de la pandemia

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Día 68. Cómo ponerse y quitarse la mascarilla sin volverse loco

Las mascarillas pasan a ser casi obligatorias. Se trata de un desafío neuronal

Foto: Recogida de mascarillas FPP2 en Madrid. (EFE)
Recogida de mascarillas FPP2 en Madrid. (EFE)

Hola amigos. Yo soy Carlota de las Marismas, mayor autoridad mundial en colocación de mascarillas, y usted no solo no lo es, sino que es incapaz de ponerse una correctamente.

Bienvenidos a los diarios de la pandemia.

'Breaking news'. Resulta que ahora hay que llevar mascarilla todo el rato. Bien. Me tiemblan las neuronas solo de pensarlo.

Foto: Balcón en L' Hospitalet. (EFE) Opinión

El otro día protagonicé una mascarada en la farmacia. Entré con mi mascarilla perfectamente colocada. O eso pensaba yo. Una señora con cardado me miró con cara de horror, como si fuera el padrino de una boda y entrara en la iglesia con la corbata en la cabeza. Cual azafata de Ryanair antes del despegue, la señora me dio un curso acelerado sobre colocación de mascarillas, una cosa complejísima, con vertiginosos movimientos de gomas, nudos de marinero imposibles y tirabuzones acrobáticos. La Nadia Comaneci de las mascarillas. La típica operación que, si fallas en algún paso, acabas asfixiado y muerto sobre la alfombra.

Fui incapaz de procesar tanta información. Me sentí alicaído. Melancólico.

Pese a llevar tres meses leyendo artículos sobre colocación de mascarillas, seguía sin tener claro el concepto. Pero lo peor estaba por llegar... "Tenemos su mascarilla de la Comunidad de Madrid. Tome", dijo la farmacéutica alargando el brazo. Quedé paralizado. Aterrorizado. Lobotomizado. ¡¡LA MASCARILLA DE AYUSO!! El animal mitológico más salvaje desde el Grúfalo. Durante tres segundos eternos, me pasó toda mi vida por delante: las 500 horas dedicadas a entender los pros y los contras de la mascarilla de Ayuso... en balde: llegada la hora de la verdad, no sabía si cogerla o salir corriendo, pues la controversia se mueve entre argumentos antagónicos. 1) Es la mejor máscara de la galaxia, por encima de la de Darth Vader. No solo te protege del covid-19, sino de los accidentes nucleares y de los bombardeos de la Luftwaffe. 2) Es una infamia. No solo pillas el coronavirus nada más ponértela, también el reuma y la malaria...

El Gobierno ha dicho ya tantas cosas contradictorias sobre las mascarillas, que parece el clásico loco borracho del parque

No ya es que la polarización política e informativa dificulte el discernimiento, es que antes nos pasábamos el día hablando de fútbol, y ahora nos pasamos el día hablando sobre especificaciones técnicas de mascarillas hospitalarias. O sea: tomar posición se ha convertido en una proeza. Debatir sobre el 'Ulises' de Joyce es un paseo militar comparado con esto. ¿En qué momento acabamos discutiendo en la cola del supermercado sobre si una mascarilla es FFP2, R2D2 o H20? ¿Qué nos está pasando?

Foto: Un hombre acude a la concentración de Núñez de Balboa. (Carmen Castellón) Opinión

Tampoco vamos a echarle la culpa de esto también a Ayuso, que bastante tiene con lo suyo. El 'sindiós' de las mascarillas empezó hace mucho tiempo. El Gobierno ha dicho tantas cosas contradictorias sobre las mascarillas, que parece el clásico loco borracho del parque, que un día te dice que él mató a Kennedy, otro que fue la CIA y el siguiente que se suicidó. Hemos pasado del no hace falta mascarilla al quien no lleve mascarilla será fusilado. O nos pasamos o no llegamos.

Mascarillas obligatorias en espacios públicos y en la calle

El hecho es el siguiente: salir de casa empieza a requerir una cantidad absurda de parafernalia. Hay que ponerse guantes y mascarilla, pero no vale cualquiera, y en cualquier momento te pueden increpar por la calle por no llevar mascarilla C3PO comprada en Hong Kong a un importador chino con familia en Benalmádena, pues son esas y no otras las únicas que protegen bien. ¿El problema? Que ya no quedan en España. Cuando por fin te haces con tu mascarilla C3PO tras pagar un dineral a un turbio intermediario cantonés que también vende perros de pelea en la 'deep web', resulta que no, que esas ya no valen. Ahora hay que salir de casa agitando unos abanicos gigantes para pulverizar el coronavirus, y el Gobierno ha comprado medio millón de trajes de Locomía al Ayuntamiento de Ibiza...

Y sí, dado que nos vamos a volver todos locos, mejor que sea bailando SEXO, IBIZA, LOCOMÍA por la calle.

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Hola amigos. Yo soy Carlota de las Marismas, mayor autoridad mundial en colocación de mascarillas, y usted no solo no lo es, sino que es incapaz de ponerse una correctamente.