Es noticia
El futuro imperfecto de la investidura (a 1.800 kilómetros de distancia)
  1. España
  2. Islas Canarias
Jaime Pérez-Llombet

Con siete puertas

Por

El futuro imperfecto de la investidura (a 1.800 kilómetros de distancia)

La asociación de CC y PP en las Islas, y su relación con el Gobierno central, se moverán en unos registros u otros dependiendo de si en Moncloa se sientan unos ministros u otros

Foto: Feijóo en la manifestación contra la amnistía. (EFE/Borja Sánchez Trillo)
Feijóo en la manifestación contra la amnistía. (EFE/Borja Sánchez Trillo)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El futuro imperfecto de la investidura de Alberto Núñez Feijóo tendrá en Canarias, a mil ochocientos kilómetros de distancia, algunas derivadas más o menos inmediatas. Será en las sesiones parlamentarias de hoy y mañana, y en las semanas que faltan para que el Congreso se pronuncie sobre el candidato Sánchez, cuando poco a poco se fijen las reglas del juego de la convivencia entre los gobiernos estatal y canario. Y es que, por más que el Ejecutivo regional lleva semanas rodando, solo cuando se forme gobierno en Madrid podrá saberse cómo serán las relaciones Canarias-Estado en el transcurso de los próximos años. Depende.

Depende de si Alberto Núñez Feijóo o Pedro Sánchez, si uno u otro, y, con ese punto de partida, también del papel que finalmente juegue Coalición Canaria (su diputada en el Congreso, Cristina Valido) en la mayoría parlamentaria que articule el PSOE. La asociación de CC y PP en las Islas, y su relación con el Gobierno central, se moverán en unos registros u otros dependiendo de si en Moncloa se sientan unos ministros u otros. Con el PP en el Gobierno de España —moviendo los hilos ministeriales y presupuestarios— el día a día de la conversación Canarias-Madrid sería tan fluida como la relación que hace años une a Feijóo con el presidente de Canarias y secretario general de Coalición, Fernando Clavijo, eso sí, obligando a CC a dulcificar tono y discurso ante el Estado para no generar incomodidades con su socio en las Islas, el PP.

Foto: Pedro Sánchez, ante la ONU. (EFE/Miguel Rodríguez)

Si Feijóo lograra la mayoría que la aritmética está negándole —si, sorprendiendo a propios, cronistas parlamentarios, militantes y extraños, el PP volviera a Moncloa— los populares de las Islas asumirían su condición de vaso comunicante con la Administración del Estado, de interlocutores preferentes —de conseguidores, en definitiva—. En ese escenario (tan hipotético como improbable) el presidente del PP en las Islas y vicepresidente del Gobierno regional, Manuel Domínguez, se movería como pez en el agua donde nadan ministros, secretarios de Estado y jefes de gabinete. Sabe Domínguez, y también Clavijo, que un Gobierno presidido por Feijóo condicionaría la narrativa de Coalición —limitando los decibelios a su relato de reivindicación y exigencia— e incrementaría el valor, peso y protagonismo de Manuel Domínguez.

El vicepresidente canario ha devuelto al PP de las Islas (descabezado desde que cayó en desgracia el exministro José Manuel Soria) el empuje que los suyos echaban en falta. Domínguez no es de conformarse, no va con él dejar de crecer o dar por suficiente el espacio de decisión —y proyección— que los populares han recuperado en el archipiélago. Con estas coordenadas, un Gobierno de España con Alberto Núñez Feijóo al frente tendría dos consecuencias inmediatas. De una parte, condicionaría (y de qué manera) el relato de Coalición. Cualquier golpe sobre la mesa de CC a raíz de algún incumplimiento, demora o desplante del Estado, sería automáticamente afeado por sus socios, obligando a los de Clavijo a rebajar el tono. Con el PP en Moncloa las reglas del juego serían esas. Y, en segundo término, un Ejecutivo central presidido por el candidato Feijóo abriría de par en par (sobre el papel, al menos) las puertas de los ministerios al líder de los populares en el archipiélago, Manuel Domínguez, dándole un protagonismo que rentabilizaría a corto y medio plazo.

Cualquier golpe sobre la mesa de CC por algún incumplimiento o desplante, sería afeado por sus socios, obligando a los de Clavijo a rebajar el tono

Claro que, salvo milagros matemáticos, eso no va a ocurrir. Habrá que esperar a octubre para que el Gobierno de Canarias conozca a los ministros con los que tendrá que lidiar en la siguiente legislatura. Es pronto para saber quiénes van a sentarse en el próximo Consejo de Ministros, lo que sí se sabe es que no serán del PP, con lo que la relación Canarias-Estado se desenvolverá bien lejos de los tonos, narrativas y vecindades que se darían con el PP ocupando la locomotora presupuestaria, competencial o legislativa. Con Sánchez prolongando su tiempo en Moncloa, la relación con Canarias atenderá a otro guion. Depende. Otra vez, depende. Si el PSOE consigue que el escaño de CC en el Congreso se incorpore a la mayoría que en las filas socialistas dan por alcanzada, y si en ese contexto Coalición apuntala la condición de socio necesario del PSOE en el ámbito del Congreso, será CC la que se vea obligada a frenar a su socio en las Islas cuando los populares arremetan contra el Gobierno de Sánchez —si alguien tenía dudas sobre este particular ya no las tendrá, después de ver este último domingo a los dirigentes del PP canario sumándose con entusiasmo a la manifestación y a los mensajes que se corearon en las calles de Madrid—.

Si finalmente los socialistas le aceptan a Coalición las condiciones que los nacionalistas les han traslado por cauces más o menos oficiales, CC se vería obligada a triangular, tendría que dar con el equilibrio que le permita un acuerdo con Sánchez en Madrid sin que esa colaboración parlamentaria debilite o enrarezca su alianza con el PP en las Islas. Si CC llegara a votar a favor en la cercana investidura de Sánchez, el PP canario respetaría la decisión de los nacionalistas. Sí. Vale. Claro que sí, pero ese apoyo enfriaría el buen rollo que se traen en el archipiélago. Con todo, la posibilidad de que la diputada de Coalición acabe en la foto de familia junto a otros compañeros de viaje de Sánchez ya ha tenido respuesta (conciliadora, a priori) por parte de Manuel Domínguez. El presidente del PP y vicepresidente canario ha optado por respetar a CC su espacio. "No me genera ningún tipo de fricción" —ha dicho Domínguez—. Eso sí, no sin dejar un recado a sus socios. CC es libre de decidir lo que considere, cada uno sabrá lo que quiere para su país —ha sentenciado el líder de los populares en las Islas, afeando con calculada elegancia el flirteo de su socio con los negociadores de Sánchez—.

Foto: La diputada de Coalición Canaria Cristina Valido. (EFE/ Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Coalición Canaria lo quiere (776 millones) por adelantado
Jaime Pérez-Llombet

No terminan aquí las réplicas que las investiduras provocarán en la política de las Islas y en la relación que a partir de otoño mantendrán los gobiernos de Canarias y Madrid. Cabe otro escenario. Si CC y PSOE no alcanzan un acuerdo que allane el camino al candidato Sánchez, la confrontación presidiría sin desmayo la relación Canarias-Estado y, entonces sí, el pacto que une a Coalición y al PP en las Islas se vería reforzado porque nada une más que un enemigo en común. Estos días y semanas de investiduras se la juegan Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez. La onda expansiva de lo que finalmente ocurra condicionará las relaciones Canarias-Estado y, sin duda, marcará el maridaje de Coalición y PP en las Islas. Las réplicas de las investiduras se van a sentir a mil ochocientos kilómetros, distancia que separa (o une, depende) Madrid y el archipiélago.

El futuro imperfecto de la investidura de Alberto Núñez Feijóo tendrá en Canarias, a mil ochocientos kilómetros de distancia, algunas derivadas más o menos inmediatas. Será en las sesiones parlamentarias de hoy y mañana, y en las semanas que faltan para que el Congreso se pronuncie sobre el candidato Sánchez, cuando poco a poco se fijen las reglas del juego de la convivencia entre los gobiernos estatal y canario. Y es que, por más que el Ejecutivo regional lleva semanas rodando, solo cuando se forme gobierno en Madrid podrá saberse cómo serán las relaciones Canarias-Estado en el transcurso de los próximos años. Depende.

Alberto Núñez Feijóo Pedro Sánchez Partido Popular (PP) PSOE Noticias de Canarias
El redactor recomienda