Es noticia
La jueza Alaya, en el 'complot' del PSOE
  1. España
  2. Matacán
Javier Caraballo

Matacán

Por

La jueza Alaya, en el 'complot' del PSOE

El paralelismo entre las descalificaciones que se lanzaron contra la jueza Alaya y las que se dirigen en la actualidad contra el juez Juan Carlos Peinado es milimétrico

Foto: La jueza Mercedes Alaya. (EFE/Archivo/Juan Carlos Hidalgo)
La jueza Mercedes Alaya. (EFE/Archivo/Juan Carlos Hidalgo)
EC EXCLUSIVO

De porcelana parece hecha la jueza Alaya, hierática, distante y fría, y por eso comenzó el acoso que ahora ha rescatado a sus cloacas el PSOE de Santos Cerdán, para intentar ayudar al presidente y a su esposa en sus asuntos judiciales. ‘La jueza Alaya era la instigadora de un complot de la extrema derecha contra el PSOE y bla, bla, bla…’ Esa era la idea, aunque, tal y como evolucionan los acontecimientos, podemos vaticinar que, en realidad, lo que estamos contemplando son los escombros de una estrategia fallida, que conocemos solo porque lo está desvelando El Confidencial. No parece probable que vaya a llegar más allá pero, en todo caso, puede sernos de una gran utilidad porque, en el recuerdo de la instrucción de los ERE y el caso de Begoña Gómez, encontraremos las coincidencias precisas de una forma de hacer política, la de la descalificación y el acoso judicial.

El dosier que el PSOE comenzó a elaborar este verano, por lo que vamos conociendo, consistía en recuperar todas las insidias y acusaciones que ya se realizaron durante la instrucción del escándalo de los ERE en Andalucía para devolverlas al debate político actual. Habrá quien se pregunte, con razón, qué sentido puede tener para un partido político como el PSOE recuperar para la actualidad un gran fraude como el de los ERE, que sigue goteando en los tribunales por las decenas y decenas de procedimientos en el que se acabó dividiendo la macrocausa. No tiene, en efecto, ningún sentido político salvo que ese dosier pensaba emplearse a favor de Begoña Gómez, para incluirla como víctima en la ‘campaña de exculpación’ que se inició a partir de la vergonzosa sentencia del Tribunal Constitucional, que exonera a los responsables políticos del fraude cometido con los ERE de Andalucía. Veamos.

Una vez que los políticos condenados, con los presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán a la cabeza, recibieron la sentencia del Tribunal Constitucional, todos ellos pusieron en marcha una campaña de ‘reparación pública’, en la que exigían incluso que se les pidiera disculpas. Siempre debemos recordar que el Tribunal Constitucional no menciona en ningún momento que el fraude millonario de los ERE no haya existido, sino que se limita a dejar casi sin responsabilidad penal a aquellas personas que lo diseñaron. Pese a todo, el PSOE comenzó esa campaña y, en una entrevista en Canal Sur Televisión, fue Manuel Chaves quien, al ser preguntado por el caso de Begoña Gómez, respondió con un argumento que hoy resulta revelador: “Me recuerda el proceso de instrucción de los ERE, la búsqueda de la cúspide desde un punto de partida que es una querella de dos pseudosindicatos, basada en recortes de prensa e incluso en falsedades”.

Esa entrevista de Manuel Chaves en el programa matinal de Canal Sur tuvo lugar el 23 de julio pasado y, es curiosa su interpretación, porque coincide con las fechas en las que, según la investigación realizada por El Confidencial, se estaba realizando el dosier por parte del ‘equipo’ de Santos Cerdán, el secretario de organización. En ese dosier, en efecto, además de las descalificaciones a Mercedes Alaya, se incluyen también supuestas reuniones y connivencias con dirigentes del Partido Popular y una supuesta entrevista con el mandamás de Manos Limpias.

Foto: La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. (Europa Press/Carlos Luján)

En realidad, como se decía al principio, nada de lo que se pueda decir de la jueza de los ERE resultará nuevo, y mucho menos las supuestas conspiraciones para culpar del fraude a los Gobiernos socialistas de la época. El fraude existió, está cuantificado hasta el último céntimo por la Fiscalía Anticorrupción (741.596.545 euros), y nadie discute esa inmensa ilegalidad. Pero, tras la penosa maniobra del Tribunal Constitucional, los socialistas andaluces, hundidos desde entonces, quisieron ver la oportunidad de resarcirse políticamente. Si alguno de ellos se lo hizo saber a Santos Cerdán, de la forma que lo expuso Manuel Chaves, quizá el secretario de organización socialista consideró que era una buena ocasión para lanzar una campaña de desinformación contra jueces y medios de comunicación que pudiera servirle de apoyo a Begoña Gómez.

Ha sucedido, sin embargo, que el inicio del curso político se ha torcido completamente para el presidente Pedro Sánchez y nada de lo que tuviese planeado ha salido adelante. Los presupuestos siguen estancados, a pesar de cesiones tan humillantes como la reducción de penas de cárcel para terroristas condenados; la Audiencia de Madrid le ha dado la razón al juez Peinado para que siga instruyendo el caso Begoña; y las nuevas revelaciones de la investigación sobre las andanzas de José Luis Ábalos y Víctor de Aldama han destapado un complejo entramado de corruptelas.

Foto: Pedro Sánchez a su llegada a la cumbre del MD9. (Reuters/Yiannis Kourtoglou)
TE PUEDE INTERESAR
La Justicia acorrala ya por corrupción a 30 familiares y cargos de Pedro Sánchez
Beatriz Parera Alejandro Requeijo José María Olmo

En ese contexto, sería muy patético -aunque, precisamente por ello, no debemos descartarlo, porque el patetismo va ligado a la desesperación- que el PSOE relanzara su campaña contra la jueza Mercedes Alaya. El paralelismo entre las descalificaciones que se lanzaron contra la jueza Alaya y las que se dirigen en la actualidad contra el juez Juan Carlos Peinado es milimétrico. Por ejemplo, esta frase, del origen del proceso, pronunciada al final de una reunión del Gobierno andaluz. “Estamos hablando de una causa general contra la Junta de Andalucía, un proceso inquisitorial con fines partidarios, que se sustenta solo en suposiciones y valoraciones que son impropias porque no están sustentadas en ningún tipo de medio probatorio”.

Esas declaraciones son de junio de 2012; doce años después puede comprobarse que la literalidad de lo que se responde ante un caso de corrupción que comienza a investigarse no ha cambiado en nada. Tampoco cambia la jueza Alaya, la mujer que parece hecha de porcelana, como la retrató en su día el escritor Antonio Soler. Hace unos meses, presidió la vista oral de otra de las piezas de los escándalos andaluces de aquella época socialista, aquella de los prostíbulos. Y ahí sigue, de porcelana, porque es como se la ve llegar a los juzgados, hierática, inexpresiva, misteriosa, abriéndose camino con la mirada firme, el gesto serio, sin concesiones de los labios, ni los ojos, ni un músculo de la mejilla. Porcelana judicial.

De porcelana parece hecha la jueza Alaya, hierática, distante y fría, y por eso comenzó el acoso que ahora ha rescatado a sus cloacas el PSOE de Santos Cerdán, para intentar ayudar al presidente y a su esposa en sus asuntos judiciales. ‘La jueza Alaya era la instigadora de un complot de la extrema derecha contra el PSOE y bla, bla, bla…’ Esa era la idea, aunque, tal y como evolucionan los acontecimientos, podemos vaticinar que, en realidad, lo que estamos contemplando son los escombros de una estrategia fallida, que conocemos solo porque lo está desvelando El Confidencial. No parece probable que vaya a llegar más allá pero, en todo caso, puede sernos de una gran utilidad porque, en el recuerdo de la instrucción de los ERE y el caso de Begoña Gómez, encontraremos las coincidencias precisas de una forma de hacer política, la de la descalificación y el acoso judicial.

PSOE Mercedes Alaya
El redactor recomienda