Es noticia
El rubicón gallego: los 3 escenarios posibles
  1. España
  2. Sin permiso
Verónica Fumanal

Sin permiso

Por

El rubicón gallego: los 3 escenarios posibles

Este domingo los partidos alfa de la política gallega, PP y BNG, se juegan mucho más que los otros partidos como PSdG, Sumar, Podemos o Vox, que, si no hay sorpresas, quedarán relegados a actores de segunda

Foto: Los candidatos a presidir la Xunta de Galicia. (Europa Press/Álvaro Ballesteros)
Los candidatos a presidir la Xunta de Galicia. (Europa Press/Álvaro Ballesteros)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Este domingo se celebran las elecciones gallegas, pero se juega mucho más que el gobierno de la Xunta. La lectura nacional de los resultados prevalecerá sobre la autonómica, porque, tal y como quería Alberto Núñez Feijóo, los comicios esta vez no han sido en clave local, sino en clave española. Desde Génova se adelantaron estas elecciones para reforzar al Partido Popular a nivel nacional, sin embargo, las idas y venidas del líder del partido sobre las cuestiones relacionadas con la amnistía, los indultos y el supuesto terrorismo de tsunami democràtic, pueden desestabilizar, no solo los resultados electorales, sino el liderazgo nacional del PP, tal y como pasó, con las elecciones de Castilla y León del año 22.

Hoy se votan unas elecciones con más incertezas de las imaginables al inicio de una campaña en la que destacan dos elementos que seguro explicarán parte de los resultados de esta noche. En primer lugar, el trabajo estratégico del BNG y en especial, de su candidata, Ana Pontón, quien con un mensaje definido y una imagen fresca alejada del nacionalismo gallego tradicional, se ha convertido en el voto útil del cambio. En segundo lugar, los errores cometidos por el Partido Popular, desde nacionalizar en exceso la campaña, hasta organizar encuentros con la prensa sin tener un mensaje definido en clave electoral para sumar votos, sino todo lo contrario. A partir de estas dos claves se dibujan tres escenarios posibles con consecuencias muy diversas en el panorama nacional.

Rueda consigue revalidar la mayoría absoluta del PP

En este caso, en la sede del Partido Popular respirarían profundo tras una sensación de gran alivio. Feijóo se atribuirá el mérito de los resultados y hablará del inicio del fin del sanchismo y de la antesala de lo que ocurrirá en las elecciones europeas —obviando hablar de las elecciones vascas—.

Los mensajes del PP versarán sobre la letalidad electoral de la ley de amnistía y del precio que el PSOE está pagando por pactar con los nacionalistas, a los que el PP, de nuevo, habría conseguido ganar en Galicia.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante un acto en Sarria (Lugo). (EFE/Eliseo Trigo)

La mayoría absoluta se salvaría de la misma manera que el liderazgo nacional de los populares. De momento, el cuestionamiento soterrado de Feijóo, que durante toda la campaña ha generado un ruido intenso en los chats de los populares y en las tertulias políticas, se calmaría a la espera de nuevos acontecimientos.

En la sede del BNG, a pesar de no conseguir el cambio, podrían celebrar un gran ascenso, como es previsible. Sin embargo, en el PSdG, que las encuestas sitúan en una de sus cuotas electorales más bajas, podría haber decisiones la misma noche electoral para intentar dar un giro, al menos orgánico, en una organización que no consigue levantar el vuelo a nivel autonómico, a pesar de salvaguardar magníficos resultados en las ciudades gallegas.

Rueda consigue revalidar el gobierno de la Xunta, perdiendo la mayoría absoluta

Este escenario supondría un golpe menor para el PP gallego, aunque un gran golpe para su líder nacional, que no comparecería en público durante varios días. Inmediatamente, surgirían las críticas internas relacionadas con la decisión de adelantar las elecciones, la injerencia de la política nacional en una tierra acostumbrada a campañas muy gallegas, el protagonismo de Feijóo y, sobre todo, el lanzamiento de ese mensaje tan contradictorio respecto a las medidas de gracias a los líderes del procés. Sin embargo, estos debates no estarían protagonizadas por voces identificables, sino por fuentes internas preparando el relevo a medio plazo.

Este escenario implica que Democracia Ourensana o Vox haya conseguido representación a costa del PP. En este caso se produciría una curiosa paradoja, las fuerzas políticas que serán el salvavidas del nuevo el gobierno al PP en minoría, serían, al mismo tiempo, la prueba fehaciente de la nefasta campaña ejecutada por los populares.

La oposición estaría en una situación similar al del primer escenario, sin embargo, la debilidad parlamentaria del PP podría hacer que para determinadas políticas se generara una mayoría a la contra de Rueda que pudiera hacer peligrar la tarea legislativa del gobierno, que se sumaría a la amenaza de moción de censura posible, durante toda la legislatura, obligando al PP a cesiones, a las que ahí no está acostumbrado.

Hay un cambio de gobierno, previsiblemente, liderado por el BNG

Este escenario parecía poco probable cuando Rueda tomó la decisión de adelantar elecciones; pero tal y como les ha sucedido a otros presidentes que tomaron la decisión que les condujo a perder el gobierno, como Susana Díaz o Artur Mas, podría suceder que se produjera un cambio en la Xunta de Galicia. En este caso, es muy probable que el impacto nacional sea de dimensiones importantes. Desde algunas tribunas, como la de Zarzalejos en el Confidencial, ya se ha anticipado que Alberto Núñez Feijóo debería dimitir como presidente del PP, un partido que debería hacer una profunda renovación.

A estas alturas, ya no se duda que en el PP volverían a hacer "un Casado", quizás menos sangriento, porque el líder actual podría tomar él mismo la decisión y no se necesitarían manifestaciones delante de Génova. En este caso, los populares podrían optar por varios escenarios. Anunciar una dimisión en diferido con un congreso tras las elecciones europeas o retrasar la decisión hasta después de los comicios en junio. Lo que parece poco probable es que el PP se haga un harakiri, con una dimisión de la cúpula, a cuatro meses de unas elecciones que son fundamentales con un Vox aupado por las movilizaciones agrarias. Sin embargo, el ruido y las críticas serían ensordecedoras y, a buen seguro, lastrarían las opciones del partido en los comicios europeos.

El BNG tendría su primer gobierno autonómico, con la incógnita de si el PSdG decidiría apoyarlo desde fuera o formando parte del ejecutivo. De lo que no hay ninguna duda, es que ambas formaciones se podrían de acuerdo. En este caso, no está claro que Sumar obtuviera representación, ya que el gran aumento electoral de Ana Pontón sería a costa del voto útil del resto de formaciones políticas.

Sin duda, este domingo los partidos alfa de la política gallega, PP y BNG, se juegan mucho más que los otros partidos como PSdG, Sumar, Podemos o Vox, que, si no hay sorpresas, quedarán relegados a actores de segunda en una comunidad en la que no consiguen permear.

Este domingo se celebran las elecciones gallegas, pero se juega mucho más que el gobierno de la Xunta. La lectura nacional de los resultados prevalecerá sobre la autonómica, porque, tal y como quería Alberto Núñez Feijóo, los comicios esta vez no han sido en clave local, sino en clave española. Desde Génova se adelantaron estas elecciones para reforzar al Partido Popular a nivel nacional, sin embargo, las idas y venidas del líder del partido sobre las cuestiones relacionadas con la amnistía, los indultos y el supuesto terrorismo de tsunami democràtic, pueden desestabilizar, no solo los resultados electorales, sino el liderazgo nacional del PP, tal y como pasó, con las elecciones de Castilla y León del año 22.

Elecciones Galicia Partido Popular (PP) BNG
El redactor recomienda