Bolságora
Por
La hora de la verdad en la recuperación bursátil
La corrección ha sido dolorosa, aunque la suerte ha ido por barrios y quien peor lo ha pasado han sido las pequeñas compañías y la tecnología
Cuando a finales de 2021 propuse la idea de un colapso de las bolsas, lo hice por la espectacularidad de la resistencia frente a la que el mercado debía terminar con las lecturas de sentimiento inversor extremadamente alcistas que desde hace meses se vivían. Pero en mi cabeza hubo siempre múltiples posibilidades, unas más profundas que otras. Siempre es así, en realidad, también en mi escenario actual de suelo o fuerte rebote. No hemos visto la peor de las posibles, al menos por ahora, y nunca fue mi escenario más favorecido por una cuestión de ciclo histórico a muy largo plazo. Del que dura 90 años ya.
La corrección ha sido dolorosa, aunque la suerte ha ido por barrios y quien peor lo ha pasado han sido las pequeñas compañías y la tecnología —algunos mercados asiáticos y el Nasdaq—. También el S&P500, que es profundamente tecnológico. Pero, de un modo u otro, como ya comenté cuando hablaba de suelo o rebote en zona mínimos anuales, el proceso de recuperación se produce desde zonas de gran soporte en tendencia de fondo — desde el suelo del canal alcista que mantiene el Nasdaq desde 2009, o la zona que suponía corregir un 0,618 del gran rally posterior a la crisis sanitaria, hasta los muchos altos precovid, pasando por la presencia de múltiples medias móviles de 200 semanas en los índices norteamericanos—.
El importante rebote de las últimas semanas plantea importantes brechas en el mercado bajista si prescindimos de la tecnología. Índices como el Stoxx50 total return, de hecho, están frente a su máximo histórico. ¡Las 50 mayores compañías de Europa están frente a su máximo histórico! El EuroStoxx50 y el CAC40 total return plantean amplios patrones de tipo doble suelo, apuntando a dicho nivel, a la espera de una confirmación en cierre mensual de estas formaciones. Así sucede con el sector bancario europeo también. Incluso con un Dow Jones Industrial que ha superado los altos del verano y el techo de su canal bajista tras apoyarse en sus primeros niveles de soporte en medio/largo plazo: altos precovid y media móvil de 200 semanas. Sucede también en el caso del NYSE Composite. ¿No son las banderas pautas de continuidad alcista? Teóricamente, lo son.
Por tanto, más allá de lo que tiene que ver con las pequeñas empresas y la tecnología, que vivieran una auténtica fiebre tras el mercado bajista provocado por la crisis sanitaria de 2020 —y, en consecuencia, que tendrían mayor margen correctivo—, el mercado intenta reordenar a muchas referencias en el proceso de fondo con un movimiento que viene desde extraordinarios soportes y que empieza a poder considerarse creíble, a falta de cierre mensual. Y lo hace más rápidamente de lo que se vinieron abajo dichas referencias, lo que seguramente es lo más llamativo del proceso.
No estamos en un gran mercado bajista. Quizá lo estemos, pero no lo estamos. Cuando recuperó el mercado en 2020 se habló de la gran rotación. Idea que luego se diluiría ante la pujanza tecnológica. ¿Y si la gran rotación empezó a primeros de 2022 y se está extendiendo? Esto podría explicar la apatía del Nasdaq y el S&P500. Sin embargo, esta apatía sigue siendo realmente inquietante.
Esta semana puede acabar siendo crítica para el futuro de las bolsas. Tenemos a la volatilidad en zona de extraordinario soporte en medio plazo, los 20 puntos del VIX, y al S&P500 total return pegado a su media de 200 sesiones tras una recuperación a la banda 0,618/0,66 del movimiento bajista previo. La eventual confirmación de un pequeño doble techo en la zona de los 4.050 puntos en el futuro del índice podría advertir de una recaída hacia los mínimos nuevamente. Quizá más allá habiendo llegado tan arriba otras referencias que podrían retroceder sin tener que perforar los mínimos anuales en un proceso de continuidad de esa gran rotación. El cierre mensual, con la FED en el horizonte, parece importante. Mucho ojo a los 3.910 puntos del futuro del S&P 500, soporte clave para su actual recuperación.
Cuando a finales de 2021 propuse la idea de un colapso de las bolsas, lo hice por la espectacularidad de la resistencia frente a la que el mercado debía terminar con las lecturas de sentimiento inversor extremadamente alcistas que desde hace meses se vivían. Pero en mi cabeza hubo siempre múltiples posibilidades, unas más profundas que otras. Siempre es así, en realidad, también en mi escenario actual de suelo o fuerte rebote. No hemos visto la peor de las posibles, al menos por ahora, y nunca fue mi escenario más favorecido por una cuestión de ciclo histórico a muy largo plazo. Del que dura 90 años ya.
- ¿Está Tenaris como Repsol? Carlos Doblado
- Repsol debería seguir al alza Carlos Doblado
- El Santander reafirma el escenario Carlos Doblado