Si eres calvo, es porque quieres

El 40% de los hombres europeosson calvoso presentan algún grado de pérdida de cabello. La república Checa y España, ocupan los primeros puestos con ratios del 42,7% para la primera y del 42,6% en el caso de nuestro país. Alemania, Francia y el Reino Unido les siguen de cerca con porcentajes cercanos al 40%. Si salimos al exterior, Estados Unidos y Canadá están sobre el 37%. En Japón, los datos son mucho menores y se sitúan sobre el 26%, mientras que el resto de Asia no supera el 20%. Los latinos conservan mucho mejor la cabellera, quedando en términos porcentuales, muy por debajo del resto.

Genética, stress, exceso o falta de vitaminas, hormonas, entre otras muchas, son las razones principales que provocan la caída de pelo. Si le añadimos la edad, y atendiendo a varios estudios realizados en Estados Unidos, resulta que el 30% de varones blancos presentan alguna falta de pelo a los 30 años. Lo mismo sucede con aproximadamente el 50% de los que tienen 50. Y se constata que el 80% de los hombres sufren este hecho a la edad de 70 años. Si lo llevamos a cifras numéricas, sacando de la ecuación a las mujeres (que lo sufren de forma menor), a los menores de 15 años y aquellas partes de la población que no son ni serán calvos, resulta que en el mundo podemos encontrar (en base a aquellos estudios) unos 800 millones de hombres sufriendo algún grado de alopecia.

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Pese a tener tan alto número de potenciales clientes, la industria farmacéutica no ha realizado (comparativamente) grandes inversiones en técnicas de prevención y cura de la caída del pelo pues, en esencia, este problema se ha visto más como un tema cosmético y no como a una enfermedad a tratar. Pese a que existe constancia de que ya los egipcios intentaron desarrollar técnicas para detener la pérdida de cabello, lo cierto es que cada folículo es un órgano en miniatura que sigue su propio ritmo de crecimiento, regresión y permanencia durante la vida de cada individuo y, aún hoy, existe poco conocimiento profundo del mecanismo molecular que hace que aquel crezca o caiga.

Unido al hecho de que los medicamentos disponibles en mercado, que mayoritariamente utilizan como base el Minoxidil o el Finasteride (propecia), se han visto muy limitados en el éxito de su utilización, la cirugía cosmética mediante el trasplante capilar, está irrumpiendo en el sector, alcanzando logros antes nunca vistos, dando esperanza a los millones de personas dispuestas a tratar (e invertir) la alopecia.

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Los avances tecnológicos están permitiendo que sea esta última línea la que mayor proyección tenga de futuro. Sistemas de cirugía robótica como el llamado ARTAS, supone dotar de eficiencia y seguridad a todo el proceso de trasplantes y continua los avances alcanzados por técnicas en base a Neograft y FUE (Follicular Unit Extraction).

Si le ponemos cifras, las proyecciones sacan crecimientos anuales compuestos (CAGR) del 25% hasta el 2024 y se estima un volumen de negocio de unos 24.800 millones de dólares. Este dato tiene en cuenta la aplicación de aquellos métodos, los distintos productos, la terapia y el proveedor del servicio. El FUE se coloca como el sistema que mayor crecimiento ofrece, con un CAGR del 29%

En este sentido, el turismo medico hacía Turquía supone uno de los grandes factores responsables del crecimiento del mercado de trasplante del cabello. El país cuenta con unas 300 clínicas especializadas y recibe a miles de pacientes de Europa y del medio oriente. Desde España y en pocos días, uno puede desplazarse hasta la capital turca y recibir el tratamiento con garantías de éxito bastante elevadas. Es muy frecuente encontrarse en los vuelos que vienen de Estambul, con algún paciente recién sometido a cirugía. La experiencia demostrada en aquellos centros otomanos, son hasta la fecha, los principales motivos que alimentan este crecimiento del turismo médico.

Interesante también el crecimiento de este tipo de negocio pues, pese a estar en su etapa aún inicial, es ya fuente de jugosos ingresos. Costa Rica, Israel, México, Singapur, Taiwán o Turquía se perfilan como algunos de los principales países receptores de este turismo, también llamado de salud. Cirugía cosmética, odontología, cardiovascular, ortopedia, o reproducción entre otros, marcan las especialidades principales objeto del viaje. En base a estimaciones de la PBB y tomando el movimiento de entre 20 y 24 millones de turistas de este tipo, el mercado puede estar entre unos 65.000 y 87.500 millones de dólares, lo que supone un gasto medio de 3.400 dólares por visita, todo incluido. El ahorro que supone viajar a esos países, y la experiencia adquirida por los mismos, están tras las razones de estas salidas del país nativo.

A la vista de los datos de posible crecimiento anual de estas vías de negocio, las empresas dedicadas a tales fines pueden presentar buenas opciones de inversión. Empresas como L’Oreal (OR), Shiseido (SSDOY), Follicum (FOLLI:SS) o Allergan (AGN) serían acciones típicas para tomar posiciones en la industria global y con especialización en el tratamiento de la alopecia.

Restoration Robotics (HAIR) que salió al Nasdaq hace unos años, ha sufrido mucho en bolsa y su apuesta pasa ahora por su sistema ARTAS. Es de las pocas compañías cotizadas que podemos observar con peso en todo el negocio del trasplante. Este mismo año, Cristiano Ronaldo inauguró en Madrid su clínica capilar especializada (posee el 50%) y prevé invertir unos 25 millones de euros en la expansión de la empresa.

Así las cosas, nos encontramos ante un segmento de la industria cosmética que presenta un alto potencial de crecimiento, con un gran número de clientes objetivo preocupados cada vez más por su imagen, una técnica de trasplantes exitosa y en constante mejora, un incremento del número de desplazamientos de turismo de salud que confirma la tendencia, y un coste para el paciente cada vez menor que, en verdad, ya puede afirmar aquello de “si eres calvo es porque quieres”.