:format(png)/f.elconfidencial.com%2Fjournalist%2F1fa%2F30b%2F5aa%2F1fa30b5aa55974cbbd4a0bc740d60bc6.png)
Te renta
Por
¿Invertir en planes de pensiones realmente ahorra impuestos?
Los planes cargan con el sambenito de que no tienen atractivo fiscal, cuando en realidad permiten aplazar el pago de impuestos y, a menudo, tributar a un tipo marginal menor
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F040%2F485%2Fbbb%2F040485bbbdc347f48c31da815c9bb546.jpg)
Sólo hay una manera de matar el capitalismo, decía Marx. Por medio de impuestos, impuestos y más impuestos. Claro que si lo tuyo no es matar el capitalismo y sí intentar reducir al máximo la factura fiscal, hay un producto financiero que definitivamente podría interesarte: los planes de pensiones.
Este instrumento se ve afectado por algunos clichés que es necesario desmontar. Uno de ellos es que son menos rentables que los fondos de inversión (no es cierto). Pero otro muy curioso es que no son atractivos desde el punto de vista fiscal. Y digo curioso porque los planes de pensiones están diseñados precisamente para ahorrarte impuestos. Si no fuera así, nadie invertiría en ellos, ya que llevan aparejado un hándicap importante: la iliquidez. A priori, no vas a poder recuperar el dinero hasta que te jubiles. A menos que se produzca una serie de supuestos excepcionales.
¿De qué modo te ahorran impuestos? Permitiendo que te deduzcas de la declaración de la Renta todo el dinero que inviertas en ellos. Eso sí: hasta un máximo de 1.500 euros anuales, que es todo lo que la regulación actual permite invertir en planes de pensiones (una lástima).
Lo de “deducir el dinero” significa simple y llanamente que Hacienda renuncia a llevarse la parte que le corresponde de tus ingresos. Al menos, por el momento. Imagina que inviertes 1.000 euros en un plan de pensiones. Ese dinero sale de tu salario bruto. Todavía no ha pasado por las amorosas manos del Fisco. Si lo hiciera, lo que llegaría finalmente a tu bolsillo sería una cantidad muy inferior. Con un tipo marginal del 40%, esos 1.000 euros se convertirían en 600 euros. Es la diferencia entre salario bruto y salario neto.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fab1%2F8e7%2Fa45%2Fab18e7a4585a9155817b3dcdb7da7d39.jpg)
Sin embargo, Hacienda te permite graciosamente conservar esos 1.000 euros intactos y no llevarse su parte hasta dentro de muchos años. En realidad, todos los años que tardes en rescatar el dinero de tu plan de pensiones.
Ahora bien, si en todo caso tienes que pagar impuestos, ¿dónde está la gracia? En primer lugar, el hecho en sí de aplazar el pago es una ventaja clave. Piensa que durante todo ese tiempo, el dinero estará en tu poder y no en el de Hacienda. Estará trabajando para ti. Cuanto más tiempo tardes en tributar, más rentabilidad obtendrás por él. Es como si Hacienda te prestara el dinero a largo plazo. Gratis. Y tú cogieras ese dinero y lo invirtieras.
Volvamos al ejemplo anterior. Has invertido 1.000 euros en planes y como tu tipo marginal es del 40% te has ahorrado (en realidad has aplazado) el pago de 400 euros en impuestos. Ahora imagina que te jubilas dentro de 20 años y que durante ese tiempo inviertes esos 400 euros en un plan de pensiones indexado al S&P 500, que te proporciona una rentabilidad anualizada del 10% (básicamente, lo que ha dado el índice en los últimos 70 años). Al jubilarte, esos 400 euros se han convertido casi en 3.000. Por tanto, has conseguido una ganancia de 2.600 euros que, de otro modo, nunca se habría producido. Por la que tendrás que tributar también, eso sí. Pero una ganancia a fin de cuentas. Aplazar impuestos mola.
Cuando tengas que rendir cuentas con Hacienda, lo más probable es que el porcentaje de impuestos que te aplique sea menor
Por otro lado, invertir en planes tiene una segunda ventaja. Y es que cuando te toque tributar, lo más probable es que Hacienda ya no te pida un 40%, sino un 30% o incluso un 20%. Ten en cuenta que lo habitual es rescatar el plan de pensiones cuando ya te has jubilado. De hecho, los planes están para eso. Y en ese momento de tu vida, tus ingresos seguramente serán inferiores. Cobrarás la pensión y poco más. Por tanto, tu tipo marginal será más bajo y pagarás menos impuestos.
A esto hay que añadir ventajas fiscales adicionales con las que no quiero aburrirte. Entre ellas, una posible exención del 40% siempre que se den ciertos requisitos.
Pero quédate con la copla de que los planes de pensiones permiten aplazar el pago de impuestos. Que, mientras tanto, esos impuestos que todavía no has pagado están trabajando para ti. Dándote una rentabilidad. Y que, por añadidura, cuando tengas que rendir cuentas con Hacienda, lo más probable es que el porcentaje de impuestos que te aplique sea menor. Si eso no es una ventaja fiscal, que venga Marx y lo vea…
Sólo hay una manera de matar el capitalismo, decía Marx. Por medio de impuestos, impuestos y más impuestos. Claro que si lo tuyo no es matar el capitalismo y sí intentar reducir al máximo la factura fiscal, hay un producto financiero que definitivamente podría interesarte: los planes de pensiones.