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De 'Happy Valley' a 'The Last Kingdom': el irresistible sabor de las series británicas
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Aloña Fernández Larrechi

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Aloña Fernández Larrechi

De 'Happy Valley' a 'The Last Kingdom': el irresistible sabor de las series británicas

'Happy Valley', 'The Last Kingdom', 'The Frankestein Chronicles', 'Wolf Hall' y otros ejemplos de la excelencia televisiva de las Islas

Foto: 'The Last Kingdom'
'The Last Kingdom'

Lo único que separa a las buenas producciones británicas de las mejores series de televisión estadounidenses es su repercusión. Aunque las primeras tengan tendencia a apostar por el drama en su máxima expresión, y se sirvan de paisajes más grises para componer sus escenarios, la pequeña pantalla de las islas británicas no tiene nada que envidiar a la poderosa industria norteamericana. Excepto, claro está, su poder.

Parte de la culpa la tiene que la multimillonaria televisión made in USA cuenta con filiales en todo el mundo. Pero también el gusto de las cadenas españolas por poner en una promo la rimbombante, y poca veces cierta, sentencia: “la serie más vista en Estados Unidos”. Además, el producto británico suele ser menos conocido y más caro, por lo que la cadena que decide emitirlo asume un riesgo mayor que con una serie norteamericana. Y así el número de producciones británicas que gozan de fama mundial es irrisorio en proporción a las excelentes series que se estrenan cada año.

Excelente y durísima 'Happy Valley'

Afortunadamente, de vez en cuando, encontramos algunas excepciones y el próximo lunes Canal + Series Xtra emitirá en nuestro país una de las mejores producciones británicas de 2014, 'Happy Valley'. Ambientada en la localidad del mismo nombre, la producción ganadora de un premio Bafta a la mejor serie de televisión, se mueve entre el durísimo drama familiar y el thriller policíaco. La protagonista es Catherine Cawood, sargento de policía que además de hacer frente a drogadictos, ladronzuelos y demás personajes de la zona, deberá ocuparse de su propia vida. Y eso incluye cuidar de su nieto, huérfano tras el suicidio de su hija, de su hermana, en proceso de desintoxicación, y de sí misma, concediéndose como mayor lujo una cena con su ex marido.

Además de lograr el reconocimiento de la academia británica, 'Happy Valley' ha hecho de su protagonista, la sargento Cawood, uno de los mejores roles femeninos de la televisión. El excelente trabajo de Lancashire permite al espectador empatizar con la difícil existencia de Cawood, y mientras disfruta de un cuidado thriller, vive un durísimo drama en el que nada parece imposible y el dolor no tiene fin. Sería deseable que para cuando se estrene la segunda temporada de 'Happy Valley', prevista para 2016, el interés de las cadenas nacionales por las producciones británicas crezca. Y los espectadores españoles hayamos podido disfrutar ya de algunas de las mejores series de este año en la televisión británica. Que no son pocas.

Narrando la historia

El pasado 10 de octubre BBC América y BBC 2 estrenaron el drama histórico 'The Last Kingdom', una adaptación de la serie de novelas históricas escritas por Bernard Cornwell y tituladas 'The Saxon Stories'. Ambientada en el siglo IX, la producción televisiva se centra en las dos primeras novelas, y narra la historia de Uthred, el único hijo de uno de los tres reyes de Northumbria. Con 12 años, y durante los enfrentamientos entre ingleses y vikingos daneses, el pequeño es secuestrado por estos últimos. Cuando demuestra que su corazón no entiende de procedencias y es fiel a la causa, el conde Ragnar le educa como si fuese su propio hijo.

Tras el paso de los años, el pequeño Uthred se convierte en un robusto joven que no desentona en su entorno plagado de temibles vikingos. Sin embargo, el destino vuelve a dejarle prácticamente sólo en el mundo, y tendrá que decidir qué es, vikingo o inglés, y por quién está dispuesto a dejarse la piel en el campo de batalla. Con este argumento la referencia a la serie de History Channel que en España emite TNT, 'Vikingos', es inevitable. Pero también hay quien no se ha resistido a nombrar al paradigma del género, 'Juego de Tronos'. 'The Last Kingdom' es menos sangrienta que cualquiera de ellas, y también más recatada en lo que al sexo se refiere. Pero no tiene nada que envidiarles en las escenas de acción, su fotografía, la recreación de la época o el trabajo de los actores. Ni tampoco en la historia que cuenta.

Otra producción histórica interesante es la serie de ITV protagonizada por Sean Bean, 'The Frankestein Chronicles'. Continuando por la senda abierta por Ripper Street en 2012, la producción aúna drama y misterio para dibujar la sociedad inglesa del siglo XIX, en la que la ciencia trata de ganarle el pulso a la religión. Y lo hace a través de la conocida historia de Frankestein, reescribiéndola y concediéndole el protagonismo al Inspector Marlott, un hombre atormentado que deberá investigar quién se dedica a desmembrar cuerpos para volver a coserlos. Entre los sospechosos se hallan aquellos que se verían perjudicados por la Ley de Anatomía que pretende aprobar el Parlamento. Entre los que se encuentran aquellos que viven de robar cadáveres y los que apelan a la religión para oponerse a la manipulación de un cuerpo tras su muerte.

Maestros en la adaptación literaria

En la televisión británica no se concibe una mala adaptación literaria y este año han vuelto a demostrarlo con dos producciones muy ambiciosas. Siguiendo con el interés por lo histórico, en enero la BBC estrenó la miniserie 'Wolf Hall', adaptación de la novela homónima de Hillary Mantel y su continuación, 'Una reina en el estrado'. Con Damian Lewis (Homeland) en el papel de Enrique VIII, la serie narra la historia de Thomas Cromwell desde la caída en desgracia del Cardenal Wolsey y su papel en la corte del rey. El magnífico trabajo de Mark Rylance en el papel de Cromwell y la calidad artística de la producción convierten a la serie en una de las imprescindibles en las listas de los que disfrutan de las producciones históricas y las intrigas palaciegas.

Cuatro meses después la cadena británica volvía a ganarse el aplauso del público con la adaptación de la mejor novela de 2004 para la revista Time, 'Jonathan Strange y el Sr. Norrell'. A pesar de que ya he escrito sobre ella aquí, la serie merece unas cuantas líneas más. Porque la creación de Susanna Clarke cobró vida en el guión de Peter Harness, bajo la dirección de Tobey Haynes. El universo mágico que envuelve a los protagonistas es un regalo visual para el espectador, que disfruta de algunos de los mejores efectos especiales que se han visto en la pequeña pantalla. Si además le unimos el trabajo de uno de los grandes intérpretes británicos del momento, Eddie Marsan, y la magnífica historia creada por Clarke, el resultado es una de las series fantásticas más notables de la historia de la televisión.

Dramas con policías y espías

En 'River', también de la BBC aunque distribuida internacionalmente por Netflix, nos encontramos como protagonista a un brillante detective que vive atormentado por sus problemas psicológicos. Porque John River acostumbra a conversar con los muertos, entre los que se encuentran su compañera de trabajo y amiga Jackie Stevenson, o las víctimas que forman parte de sus investigaciones. Visto así el argumento podría formar parte de cualquier procedimental estadounidense. Pero la cosa cambia, y mucho, cuando es la prestigiosa Abi Morgan ('Shame', 'La dama de Hierro', 'The Hour') la encargada de crear el oscuro universo del detective River, y Stellan Skarsgard de interpretarlo. Porque River no recurre a lo fácil, ni trata de sorprender al espectador a base de efectistas escenas de acción. La producción, de seis episodios, explora el particular y sombrío universo del protagonista, y acerca al espectador una historia llena de dolor y rabia que sin embargo no puede dejar de ver.

La selección de las mejores producciones británicas no podría estar completa sin una buena historia de espías. Y la BBC (otra vez) se va a encargar de cerrar 2015 dándole una nueva, e interesantísima, vuelta de tuerca al género, gracias a 'London Spy'. El primer trabajo del escritor londinense Tom Rob Smith para la televisión narra la historia de Daniel Holt, un joven que trabaja en una empresa de mensajería y lleva una vida gris aderezada con drogas y fiestas hasta el amanecer. Inesperadamente, una mañana se encuentra con Alex, el hombre que cambiará su vida.

Pero no serán sus dotes como detective, ni sus cualidades para la investigación las que le sumerjan en una truculenta historia llena de peligro, mentiras y apariencias. Será el romance que ambos mantienen durante ocho meses, y la fe de Danny en sus propios sentimientos. Con un excelente Ben Whishaw como protagonista, acompañado por Charlotte Rampling y Jim Broadbent en el reparto, 'London Spy' es un adictivo thriller psicológico y una magnífica historia de amor. Por muy marciano que suene. Porque, como es evidente, la televisión británica tiene la capacidad y el talento suficientes para hacer funcionar todo tipo de historias.

Lo único que separa a las buenas producciones británicas de las mejores series de televisión estadounidenses es su repercusión. Aunque las primeras tengan tendencia a apostar por el drama en su máxima expresión, y se sirvan de paisajes más grises para componer sus escenarios, la pequeña pantalla de las islas británicas no tiene nada que envidiar a la poderosa industria norteamericana. Excepto, claro está, su poder.

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