‘Todo por el juego’: la cara fea del fútbol según Tebas, pero sin fútbol

La ficción española vive un gran momento, y en este año que se está acabando hemos podido disfrutar de grandes producciones nacionales como ‘Arde Madrid’, ‘Fariña’ o ‘El día de mañana’. Grandes historias narradas con interés para el espectador, acompañadas por una calidad técnica inimaginable para las series españolas hace unos años.

Entre las compañías audiovisuales responsables de esta vorágine creativa está Movistar, que cerrará 2018 habiendo estrenado una decena de producciones propias. ‘La Peste’, ‘Gigantes’ o las ya mencionadas ‘Arde Madrid’ y ‘El día de mañana’ son algunas de las series que este año hemos podido ver en la plataforma española.

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La última en sumarse a la lista ha sido ‘Todo por el juego’ que se estrenó el domingo en #0 con sus dos primeros episodios. Una producción que llega con el principal atractivo de ser la primera serie nacional que se adentra en el mundo del fútbol, adaptando la novela escrita por Javier Tebas y Pedro Torrens, ‘El fútbol es así’. Esta historia de poder, dinero y pasión por el fútbol se centra en Mariano Hidalgo, un empresario que está dispuesto a todo para alcanzar la presidencia del equipo de sus amores, el Club Deportivo Leonés.

A lo largo de ocho episodios, ‘Todo por el juego’ se adentra en luchas de poder locales, los intereses de los dirigentes, la radicalidad de los aficionados ultras, el esfuerzo de los seguidores más humildes o el trabajo de los jugadores. Una premisa muy interesante sobre el papel, que no llega a la pantalla con la intensidad y la credibilidad deseables. Y que termina desdibujando el retrato que quiere hacer sobre la cara más fea del fútbol profesional. Ese en el que las apuestas, los amaños y las reuniones secretas contaminan el deporte por el que se desviven millones de aficionados en todo el mundo.

Buena propuesta, irregular ejecución

‘Todo por el juego’ arranca con una truculenta secuencia en la que un hombre golpea a otro sobre el césped de un campo de fútbol. Por si el desenlace fatal no queda claro, asistimos al improvisado entierro de la víctima, antes de adentrarnos en la vida de Hidalgo. La llegada al campo del equipo protagonista y el narrador del encuentro, con publicidad sobre apuestas incluida, ofrecen las primeras pistas sobre el desarrollo de la historia. Y no son buenas. Cuesta creerse algunos personajes, algunas tramas y su ambientación, el amor por los colores se asume sin pasión y la relevancia del fútbol en la historia es más verbal que física. Y más aficionada que profesional.

Las impresiones iniciales no cambian a lo largo de los cuarenta minutos del episodio, y el deporte rey tampoco llega. Al final queda una historia de relevancia impostada, en la que se suceden varias tramas que dibujan la corrupción y el lado oscuro del fútbol. Jugadores corruptos, dirigentes aún más corruptos y aficionados a los que les mueve algo más que el amor por los colores. Pero la trama más interesante termina siendo la que se desarrolla a miles de kilómetros del estadio del Club Deportivo Leonés. Que por cierto, es el “jubilado” Vicente Calderón.

Lo que pudo ser, y no fue

Mi amor por el deporte rey, y la nostalgia por series como ‘Friday Night Lights’, me llevaron a soñar con la ficción española que acercase ambas aficiones. Y aunque Mediapro y Direct TV andan detrás de la producción, las escenas sobre el fútbol son algo pasajero que apenas aprovecha las posibilidades de un emplazamiento como el Calderón. A cambio, la narración se adentra en peleas de aficionados, reuniones en los vomitorios del estadio y organizadas protestas contra la directiva. El esfuerzo es de agradecer, pero es como si en una serie de médicos la acción no pasa de la puerta del hospital.

El presupuesto y la extensión de la serie pueden haber sido dos buenas razones para que ‘Todo por el juego’ sea un producto atropellado, que podría haber sido una especie de ‘Crematorio’ futbolístico, y se ha quedado en un thriller institucional menor, con demasiadas aspiraciones y pocos atractivos. Más allá de que las obras en las que se basan no son comparables, igual este era un buen momento para apostar por una producción futbolística de ficción que, por fin, cumpliese con los deseos de los aficionados a las series y el fútbol. El deporte rey desde que el mundo es mundo, por mucho que nos hayamos hartado de ver fútbol americano, baloncesto y béisbol en la ficción audiovisual norteamericana.

En la ficción no es el rey

En los últimos años, varias cadenas de televisión estadounidenses han apostado por los tres deportes estrella del país para ambientar algunas de sus series. El resultado, y la relevancia, de las producciones ha sido desigual, y mientras ‘Ballers’ ha alcanzado las cinco temporadas en HBO, otras como ‘Pitch’ no pasaron de su primera temporada, a pesar de ser una producción sobre el mundo del béisbol bastante notable. Netflix ha querido poner su particular aportación con ‘Club de cuervos’ y The CW ha estrenado recientemente ‘All American’, que en España podemos ver en HBO.

‘Coach’ en los 80 y ‘Sports Night’ en los 90 también fueron producciones deportivas exitosas en su época, aunque sin duda la estrella de este particular género televisivo es ‘Friday Night Lights’. En España seguiremos esperando a que alguien se tome televisivamente en serio ese deporte que paraliza ciudades y copa titulares cuando se enfrentan algunos equipos. Aunque tratándose de algo tan omnipresente en nuestras vidas como el fútbol, quizá sea mejor tenerlo lejos de la ficción televisiva.