El erizo y el zorro
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Arnold Schwarzenegger ha escrito un libro de autoayuda. Y no está tan mal
Me ha parecido uno de los autores de “crecimiento personal”, como lo llaman ahora, menos nocivos que he leído. No creo que saque a nadie del pozo. Pero tampoco que tenga malas ideas
Arnold Schwarzenegger quiere que tengas éxito. Quiere que albergues grandes ambiciones y que trabajes 24 horas al día para conseguirlas. No basta con que tengas una buena idea, dice, tienes que contársela a todo el mundo y ser un poco insistente y persuasivo, hasta que te la compren. Quiere que utilices todos tus logros, sin embargo, para ayudar a los demás. Tienes que ser útil para tus amigos, para tu comunidad, para tu país y para el mundo. Arnold Schwarzenegger, el hombre más fuerte del mundo, Conan el Bárbaro, Terminator y exgobernador de California, se ha convertido en un escritor de autoayuda y ha publicado un libro. Se titula
Autobiografía y autoayuda
Como suelen hacer los escritores estadounidenses, Schwarzenegger se utiliza a sí mismo como ejemplo de éxito. Como él explica, hasta ahora había tenido tres vidas. En la primera, fue un niño nacido en Austria, hijo de un policía muy estricto, que soñó con hacerse culturista y, tras incontables horas de entrenamiento, emigrar a Estados Unidos y utilizar mil trucos para ponerse más fuerte, acabó siendo reconocido como Mr. Olympia.
La segunda vida fue la de actor de Hollywood: tuvo que practicar sin descanso para perder el acento alemán, dar clases de interpretación y sobreponerse al escepticismo de los demás, pero al fin rodó Conan el Bárbaro, Terminator y Comando, y se atrevió a pasarse a la comedia. Su tercera vida fue como político: ejerció como Gobernador de California por el partido republicano, aunque se distanció de este en numerosas cuestiones, empezando por su preocupación por el medio ambiente.
Su vida actual, la cuarta, consiste en dar conferencias motivacionales y publicar vídeos en YouTube y TikTok con mensajes optimistas. Cuenta que, tras empezar a hacerlo, se le acercaba gente que había superado el cáncer, que había perdido el trabajo, o que se encontraba “camino a una nueva fase de su carrera profesional”, para darle las gracias por ayudarla a superar momentos difíciles. “El ambiente de la cultura se ha vuelto tan despiadado que [la gente] busca alguien en quien confiar, alguien que se niegue a jugar sucio, alguien que intente ser extremadamente positivo cuando todos los demás insisten en mantener una negatividad despiadada”. Por eso ahora ha escrito su libro, cuyo subtítulo en inglés, desaparecido en la edición española, es Siete herramientas para la vida.
Fama y sentido común
El poder de ser valiosos tiene los problemas habituales de los libros de autoayuda escritos por famosos. Una y otra vez, Schwarzenegger pone su propia experiencia como ejemplo de que es posible superarse, remontarse de las caídas y triunfar. Pero su experiencia es tan singular que seguramente no nos sirve como ejemplo de nada. Sí, todos nos hemos obsesionado con perfeccionar partes de nuestro trabajo, pero él dedica un par de páginas a explicar cómo se dio cuenta de que sus pantorrillas no eran suficientemente musculosas, que se cortó todos los pantalones para vérselas y así recordarse su imperfección y qué entrenamiento siguió para fortalecerlas. Todos hemos tenido problemas con nuestras parejas, pero él tuvo un hijo con una empleada de su hogar y se lo ocultó a su mujer. Todos estamos orgullosos de nuestros éxitos, pero él un poco más. Si Edmund Hillary logró ser la primera persona que llegó a la cumbre del Everest y Miguel Ángel pintó el techo de la Capilla Sixtina, dice, él actuó en Los gemelos golpean dos veces y en Poli de guardería. Parece una comparación un poco desmesurada.
Pero, al mismo tiempo, las siete herramientas que propone Schwarzenegger para poner orden en nuestra vida y conseguir nuestros objetivos son inusualmente sensatas. Nunca tendremos su éxito, pero en su libro no aparecen las habituales referencias a la espiritualidad, no apela a los milagros de la voluntad, no culpa de nuestros fracasos a la debilidad. Todo lo que dice es juicioso, aunque eso hace que el libro también parezca una mera sucesión de lugares comunes: visualizar bien cuáles son tus ambiciones, apuntar alto, pero conformarse con no conseguirlo todo, tratar de disfrutar con el esfuerzo, entender que somos seres comunicativos y debemos contar a los demás lo que nos proponemos para que nos ayuden, ser receptivos a las ideas de los otros…
Nada de esto cambiará la vida de nadie. Y si usted es una persona de mediana edad que se ha quedado en paro, a la que ha dejado su pareja o que no sabe qué hacer con su vida, aquí no va a descubrir nada que le permita superar su situación. Además, Schwarzenegger cae en tics de celebrity con aspiraciones, como dar las gracias al emperador romano Marco Aurelio por inspirarle, decirnos que lo bueno de ser rico es que puedes ayudar a los demás u omitir todos los aspectos negativos (y bien conocidos) de su carácter. Pero, al mismo tiempo, no da consejos tóxicos, cae muy bien a pesar de todo y explica algunas cualidades muy valiosas como profundizar en el conocimiento de los asuntos a los que nos enfrentamos, rehuir el fanatismo ideológico o utilizar los paseos en solitario para pensar de manera ordenada.
Schwarzenegger me ha parecido uno de los autores de autoayuda —ahora lo llaman de “crecimiento personal”— menos nocivos que he leído. No creo que saque a nadie del pozo. Pero tampoco creo que tenga malas ideas. Tal como está el mundo, me parece un logro.
Arnold Schwarzenegger quiere que tengas éxito. Quiere que albergues grandes ambiciones y que trabajes 24 horas al día para conseguirlas. No basta con que tengas una buena idea, dice, tienes que contársela a todo el mundo y ser un poco insistente y persuasivo, hasta que te la compren. Quiere que utilices todos tus logros, sin embargo, para ayudar a los demás. Tienes que ser útil para tus amigos, para tu comunidad, para tu país y para el mundo. Arnold Schwarzenegger, el hombre más fuerte del mundo, Conan el Bárbaro, Terminator y exgobernador de California, se ha convertido en un escritor de autoayuda y ha publicado un libro. Se titula
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