Es noticia
El ritmo lento de Iannone conserva gomas y ahorra combustible
  1. Deportes
  2. Motociclismo
Juan Pedro de la Torre

Historias del paddock

Por

El ritmo lento de Iannone conserva gomas y ahorra combustible

Casi seis años después de su último triunfo, Ducati ha vuelto a ganar de la mano de Andrea Iannone, tras un audaz planteamiento con los neumáticos del que desconfiaba Michelin

Foto: Andrea Iannone se llevó el Gran Premio de Austria tras una gran carrera (EFE)
Andrea Iannone se llevó el Gran Premio de Austria tras una gran carrera (EFE)

Andrea Iannone ha acabado con la pertinaz sequía de victorias que asolaba el 'box' del equipo Ducati. Desde el 17 de octubre de 2010 no habían saboreado el cava de los ganadores. Pero ahora, superada la mayor y más profunda crisis del fabricante italiano, que en años sucesivos se sometió a una transformación completa, perdiendo parte de sus señas de identidad características, Ducati ha vuelto a ser suficientemente competitiva como para ganar.

Esta victoria es, como todas, fruto de la dedicación y el esfuerzo del piloto y su equipo, pero en este caso ha sido fundamental todo el trabajo previo realizado. Ducati cimentó su triunfo, milimétricamente programado, en las pruebas realizadas semanas atrás en este escenario, donde vetó la presencia de Honda. Los demás pudieron rodar, pero nadie fue tan efectivo como los hombres de Ducati, y el fin de semana del Gran Premio de Austria fue una continuación de aquellos días de trabajo. Además, la pista de Spielberg se adapta mejor que ninguna otra a las características de la Desmosedici.

Foto: Marc Márquez, seguido por Héctor Barberá, en el circuito de Sachsenring (EFE) Opinión

Iannone ganó por una decisión audaz. Optó por el compuesto medio en la parrilla de salida mientras que los demás salían con el duro, pero no fue, ni mucho menos, un movimiento imprevisto: “Desde ayer -el sábado- tenía claros los neumáticos. En la parrilla de salida todos los pilotos tenían un neumático diferente al mío, pero creí en mí mismo”, dijo el italiano, que al cambiar de goma en parrilla, además aseguraba una vuelta menos de uso. En Michelin no lo tenían tan claro, no garantizaban que con esa opción llegara a final de carrera en óptimas condiciones. “Me dijeron que si estaba seguro hiciera lo que quisiera. Tenía que tener cuidado porque todos iban con el duro. Me dije 'tranquilo al principio’, e iba muy lento. Luego me puse delante y conservé el neumático. Ha ido bien", explicó Iannone.

Un buen ritmo de salida

La estrategia de Iannone desconcertó a todos. Sin duda, era el piloto con más ritmo de la parrilla, y la premisa general era vigilarlo estrechamente para evitar su fuga desde la 'pole'. A pesar de tener clara su elección desde el sábado, Iannone cambió de neumáticos en la parrilla, dejando perplejos a los hombres de Michelin, que tuvieron que corregir a mano las hojas con la elección de neumático de cada piloto, que ya estaba impresas y listas para distribuir entre la prensa. Con gran rapidez se emborronó la columna de Iannone, marcando a bolígrafo la opción media…

La decisión de Iannone de montar la opción más blanda quedaba más que clara al elegir también el delantero blando. Eso solo podía decir una cosa: el italiano buscaba unos neumáticos que le garantizaran un buen ritmo de salida y facilitaran su escapada. Y así fue: hizo una arrancada fulgurante, pero las Yamaha tenían como premisa evitar su fuga. Valentino Rossi le superó en la primera vuelta, y posteriormente Jorge Lorenzo se pegó a su rueda frustrando su marcha.

Foto: Johann Zarco, seguido de Álex Rins, durante la carrera de Moto2 del Gran Premio de Cataluña. (EFE) Opinión

Y como consecuencia de ese interés desmedido por frenar a Iannone, el ritmo inicial de la carrera fue lento, muy lento. Durante las diez primeras vueltas se estuvo rodando por encima de 1’25”, cuando el ritmo de carrera estimado tras los entrenamientos debía haber sido sin mayor problema 1’24”. Iannone estuvo hasta la novena dejándose querer y conservando sus neumáticos blandos, consiguiendo engañar a todos. “Dedicamos todos los entrenamientos a saber cuál era el mejor neumático, si el duro o blando. Al final di muchísimas vueltas con el blando y acabé con buen ritmo y opté por utilizarlo”, dijo Iannone. No se decantó por la opción blanda para abrir hueco al inicio e intentar conservar la ventaja; sencillamente, Iannone era capaz de aguantar sin problema toda la carrera con esos neumáticos.

El consumo

Pero esta estrategia no solo estaba destinada a salvar los neumáticos. También había preocupación por el consumo, porque el Red Bull Ring es el circuito con el consumo más elevado del campeonato. Aquí se va a fondo en el 39 por ciento del trazado. La segunda pista donde más gasolina se gasta es Motegi, donde se va a fondo en el 29 por ciento del circuito. Así que una carrera lenta también suponía evitarse problemas de consumo, especialmente cuando tu motor es el más potente de la parrilla y el que más gasolina gasta. De esta forma, el plan de Iannone y Ducati salió redondo.

Y así, rodando más lento al inicio y conservando sus gomas, dejándose llevar por Dovizioso entre la vuelta 10ª y la 21ª, Iannone fue capaz de mantener el ritmo en la parte final de la carrera. Cuando los pilotos punteros solo podían rodar en 1’25”, Iannone fue capaz de hacer la vuelta rápida de carrera en la 24ª de las 28 de que constaba la prueba, y en la última se quedó a solo 32 milésimas de la vuelta rápida, dejando sin respuesta a su compañero Andrea Dovizioso, que fue incapaz de replicarle.

Renovación tecnológica

También había cierto temor a que en un desenlace como el que se iba a producir en Austria, donde las dos Ducati se jugaban la victoria, era fundamental no repetir errores del pasado, como sucedió en Argentina, cuando la ambición de Iannone terminó arrollando a Dovizioso y los dos acabaron en el suelo en la última curva, cuando estaban a punto de subir al podio. “Hablamos el sábado por la noche con los dos pilotos y les dijimos que un error de ese tipo sólo puede suceder una vez en la vida de un piloto. Tenía claro que no cometerían otro error igual, y así ha sido”, dijo Gigi Dall’Igna, director de Ducati Corse, seguramente el hombre más feliz en el 'paddock' de Spielberg. No en vano, él ha abanderado la nueva etapa de Ducati, asumiendo la dirección del equipo y la renovación tecnológica que ha permitido a la marca italiana volver a lo más alto del podio.

Dall’Igna tiene ahora sobre sí otra pesada carga: ofrecer a Jorge Lorenzo en 2017 una moto ganadora en cualquier circunstancia, no solo en terrenos favorables como el de Spielberg. De momento Lorenzo sonreía en Austria, considerando su tercer puesto “como una victoria”. Por primera vez en la temporada pudo comprobar de primera mano cómo es el rendimiento de la Ducati en condiciones óptimas, y seguramente se quedó bastante satisfecho viendo cómo se le escapaban las rojas motos de Ducati. Y de paso, endosándole unos pocos puntos a sus rivales en la lucha por el título, Rossi y Márquez.

Andrea Iannone ha acabado con la pertinaz sequía de victorias que asolaba el 'box' del equipo Ducati. Desde el 17 de octubre de 2010 no habían saboreado el cava de los ganadores. Pero ahora, superada la mayor y más profunda crisis del fabricante italiano, que en años sucesivos se sometió a una transformación completa, perdiendo parte de sus señas de identidad características, Ducati ha vuelto a ser suficientemente competitiva como para ganar.

Jorge Lorenzo Valentino Rossi Marc Márquez