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Las lecciones que deberíamos extraer del fiasco de Liz Truss
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Juan Ramón Rallo

Laissez faire

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Las lecciones que deberíamos extraer del fiasco de Liz Truss

El fracaso de Liz Truss tras el achuchón de los mercados nos recuerda lo que no deberíamos haber olvidado: que los Estados se terminan enfrentando a restricciones presupuestarias

Foto: Protesta frente a la conferencia del Partido Conservador en Birmingham. (EFE/EPA/Tolga Akmen)
Protesta frente a la conferencia del Partido Conservador en Birmingham. (EFE/EPA/Tolga Akmen)
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El Gobierno británico ha intentado bajar los impuestos a los ricos y se ha estrellado contra el muro de los mercados porque, al parecer, a los mercados les desagrada que se bajen impuestos a los ricos. Esta parece haber sido la conclusión de lo acaecido este lunes a tenor de los titulares de la mayoría de medios de comunicación. Pero, como debería ser evidente, a los mercados les importa bastante poco si se bajan o se suben marginalmente los impuestos a los ricos: lo que en este caso les inquietó sobremanera es que se bajaran impuestos sin recortar el gasto dentro de una economía que, como la británica, ya está muy endeudada. Es decir, lo que les preocupaba no era en sí misma la rebaja de impuestos, sino la emisión de deuda y todo lo que ello señalaba (la absoluta indiferencia del Ejecutivo a la sostenibilidad de la deuda y el descargo de responsabilidad en la estabilización de tipos de interés al Banco de Inglaterra).

Por consiguiente, el fiasco de Liz Truss a la hora de bajar impuestos sin recortar el gasto debería mover a la reflexión, no tanto a quienes defendemos disminuir impuestos recortando el gasto, sino a quienes afirman que es posible minorar continuamente la carga tributaria de un país sin necesidad de disminuir (o al menos congelar) los desembolsos estatales. Y en este equipo nos encontramos con dos problemáticos discursos ideológicos ubicados paradójicamente tanto a la derecha como a la izquierda.

Foto: La primera ministra conservadora, Liz Truss. (EFE/Tolga Akmen)

Entre quienes, desde la derecha, propugnan la posibilidad de reducir los impuestos sin recortar el gasto público está el lafferismo: la idea de que podemos disminuir la carga fiscal incrementando la recaudación estatal. Ciertamente, si la reducción del tipo efectivo de un impuesto condujera a un incremento sobreproporcional de su base imponible, entonces podríamos aliviar la carga fiscal que pesa sobre los ciudadanos, al tiempo que incrementamos la recaudación que afluye al Estado. Sería un 'win-win' para todo el mundo al que nadie con dos dedos de frente podría oponerse. Pero la realidad es que la mayoría de países en la mayoría de impuestos probablemente no se hallen ahora mismo a la derecha del tipo impositivo que maximiza la recaudación, de ahí que bajar impuestos no acabe incrementando la recaudación sino reduciéndola. Eso no significa que no haya que bajar impuestos, tanto por motivos morales (minimizar la rapiña estatal) como económicos (menores impuestos sí estimulan la actividad económica, aunque no la estimulen tanto como para aumentar en términos netos la recaudación): solo significa que hay que bajarlos disminuyendo paralelamente el gasto.

Entre quienes, desde la izquierda, propugnan la posibilidad (que no la conveniencia) de reducir los impuestos sin recortar el gasto público nos encontramos a los partidarios de la Teoría Monetaria Moderna: la idea de que los Estados con soberanía monetaria pueden despreocuparse de la sostenibilidad financiera de sus pasivos porque siempre son capaces de crear suficiente moneda propia como para recomprar sus bonos. Ciertamente, si la demanda privada de pasivos estatales fuera ilimitada, entonces un Estado con soberanía monetaria podría financiar cualquier déficit público emitiendo moneda o emitiendo bonos. Pero la demanda privada de pasivos estatales no es ilimitada: en algunos casos puede ser muy elevada, pero desde luego sí conoce límites. Y si la oferta de pasivos estatales supera la demanda, lo que sucede es que se hunde el precio de esos pasivos: si cae el precio de la moneda, lo que tenemos es depreciación del tipo de cambio e inflación; si cae el precio del bono, lo que tenemos son subidas de tipos de interés.

Foto: La primera ministra británica, Liz Truss. (Reuters/Dylan Martinez)

Al respecto, un banco central desde luego puede estabilizar el precio de los bonos comprándolos mediante la emisión de nueva moneda… pero lo hará a costa de hundir más el valor de esa moneda. Por eso el anuncio de nuevo endeudamiento de Truss (vinculado a su rebaja impositiva) hizo que cayeran tanto el precio de los bonos como el tipo de cambio de la libra: más bonos significaba tipos de interés más altos a menos que el banco central entrara comprándolos con nueva oferta de moneda, lo que significaba menor tipo de cambio.

Por consiguiente, el fracaso de Liz Truss, tras el achuchón de los mercados a su plan de bajar impuestos sin recortar el gasto, nos recuerda lo que no deberíamos haber olvidado: que los Estados se terminan enfrentando a restricciones presupuestarias y que estas no pueden superarse presuponiendo la multiplicación de los ingresos o de la capacidad de endeudamiento.

El Gobierno británico ha intentado bajar los impuestos a los ricos y se ha estrellado contra el muro de los mercados porque, al parecer, a los mercados les desagrada que se bajen impuestos a los ricos. Esta parece haber sido la conclusión de lo acaecido este lunes a tenor de los titulares de la mayoría de medios de comunicación. Pero, como debería ser evidente, a los mercados les importa bastante poco si se bajan o se suben marginalmente los impuestos a los ricos: lo que en este caso les inquietó sobremanera es que se bajaran impuestos sin recortar el gasto dentro de una economía que, como la británica, ya está muy endeudada. Es decir, lo que les preocupaba no era en sí misma la rebaja de impuestos, sino la emisión de deuda y todo lo que ello señalaba (la absoluta indiferencia del Ejecutivo a la sostenibilidad de la deuda y el descargo de responsabilidad en la estabilización de tipos de interés al Banco de Inglaterra).

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