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El apocalipsis según Ayuso, y no es la única
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El apocalipsis según Ayuso, y no es la única

Los excesos verbales solo sirven para alimentar el enfrentamiento y la banalización de la política nacional

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Borja Sánchez Trillo)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Borja Sánchez Trillo)
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En pocos segundos, arruinó la presidenta de la Comunidad de Madrid el discurso de presentación de un socialista de toda la vida, Nicolás Redondo Terreros, en la tribuna del Club Siglo XXI. Acababa este de invocar el respeto al adversario y la coincidencia en lo fundamental cuando Díaz Ayuso ya tronaba desde el atril con un discurso apocalíptico contra el “comunismo renacido” entre los pucheros de la Moncloa.

Fue el lunes pasado, en plena resaca por la masiva manifestación del domingo contra la política sanitaria de la comunidad. Una meta volante más hacia la “república federal laica” que la izquierda trata de "imponer de facto" en toda España, según ella. Así eludía el desbarajuste en atención primaria y urgencias extrahospitalarias denunciado por los profesionales, recuperando su discurso habitual de jefa de la oposición de facto a escala nacional. Una anomalía que, antes o después, ha de reconducir el líder del PP.

Que Ayuso actúe como jefa de la oposición 'de facto' a escala nacional es una anomalía que, antes o después, ha de reconducir el líder del PP

A Núñez Feijóo se le ve incómodo por las inesperadas soflamas de Díaz Ayuso. Lógico. Se resiente su condición de líder, solapado con más frecuencia de la debida. Se resiente también su pregonada imagen de hombre moderado y siempre abierto a entenderse con el Gobierno en lo fundamental.

Acusó Ayuso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de querer “desmembrar España” y, de paso, recuperó el dilema propuesto a los votantes en las pasadas elecciones autonómicas: “Comunismo o libertad”. Entonces (mayo de 2021) le salió de cine el eslogan, gracias a la ayuda prestada por el exvicepresidente del Gobierno Iglesias Turrión que, abducido por el mismo soplo populista, había motivado su candidatura a la presidencia de la CAM en la “necesidad de frenar al fascismo”.

Foto: Reunión de Feijóo con varios barones del PP. (EFE/PP/David Mudarra)

Ayuso no es la única a la hora de parir barbaridades. Nadie tan temerario como Abascal (Vox) cuando dice que en España se promociona la “mutilación de menores” o acusa al Ministerio del Interior de “promover la pederastia”. Y, puestos a hacer comparaciones, que Ayuso hable de los sanitarios como si fueran guiñoles de los comunistas no causa menos estupor que el que Sánchez se refiera a una conjura de poderes mediáticos y empresariales contra los "avances progresistas" del Gobierno.

También en España les han salido imitadores a dos personajes tan atrabiliarios como Donald Trump y Jair Bolsonaro

Los excesos verbales no arreglan los problemas del ciudadano. Así, acabaremos haciendo un país cada vez más dividido y banalizado. Como Brasil o EEUU, cuyo reciente paso por las urnas fue una prueba de resistencia de la democracia frente al infantilismo-autoritarismo de dos personajes tan atrabiliarios como Jair Bolsonaro y Donald Trump.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/José Jácome) Opinión
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También estos aspiran a frenar a los comunistas con sus sermones reaccionarios, prepotentes y patrioteros. Les han salido imitadores en el resto del mundo. También en España, donde la presidenta de la Comunidad de Madrid parece empeñada en asimilar el modelo. El jueves pasado calificó de “gran estafa” la alerta mundial por el cambio climático. Y unos días antes había acusado al Gobierno de Sánchez de querer meter en la cárcel a la oposición.

Tiene todo el derecho a censurar al adversario político, pero las frases enlatadas con explosivo dentro no deberían formar parte de un debate político sano. Mejor no seguir el ejemplo de Trump, el que insulta a sus rivales políticos e inocula pulsiones subversivas a sus seguidores, mientras se hace visible con esa absurda gorra roja que le asemeja a un vendedor de hamburguesas.

Ni divididos ni infantilizados, ¿verdad que estamos de acuerdo?

En pocos segundos, arruinó la presidenta de la Comunidad de Madrid el discurso de presentación de un socialista de toda la vida, Nicolás Redondo Terreros, en la tribuna del Club Siglo XXI. Acababa este de invocar el respeto al adversario y la coincidencia en lo fundamental cuando Díaz Ayuso ya tronaba desde el atril con un discurso apocalíptico contra el “comunismo renacido” entre los pucheros de la Moncloa.

Isabel Díaz Ayuso
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