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Antonio Casado

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La Generalitat desmiente al No-Do

El presidente del Barça tiene la osadía de quienes, pillados en falta, contraatacan con historias para no dormir

Foto: La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, durante la rueda de prensa. (EFE/Quique García)
La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, durante la rueda de prensa. (EFE/Quique García)
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Solo le faltaba al culebrón Negreira la entrada en escena de la Generalitat. Por negar la relación del FC Barcelona con el franquismo posterior a la Guerra Civil, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, reafirmó ayer la condición del club (70 años después, claro) como equipo del régimen vigente hoy por hoy en Cataluña, de declarado carácter independentista.

Eso explica que la Generalitat salga en defensa de un determinado equipo de futbol de Cataluña. No es el único, pero es el suyo. Así que ningunea a otros, como el Español, el Girona o el Reus Deportivo. Pero así son las cosas y así nos las contaron tras el ataque de contrariedad sufrido en el Palau a raíz de la difusión de unas imágenes sobradamente conocidas sobre las buenas relaciones del Barça con el felizmente fenecido régimen franquista.

Dijo Plaja en rueda de prensa que el vídeo difundido por el Real Madrid es “una burda manipulación de la historia” y “un insulto a los miles de personas que sufrieron el régimen franquista”. Pero, atención, con exactamente el mismo argumento, sin quitar ni poner ni una coma, pudieron haberse defendido los madridistas, incluida la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso (y no es por dar ideas), cuando, 24 horas antes, el presidente del Barça, Joan Laporta, había acusado al Real Madrid de haber sido siempre “el equipo del régimen”, en evidente alusión a tiempos del franquismo.

En vez de poner la otra mejilla, el club interpelado recurrió a los impagables archivos del No-Do. Propaganda franquista pura y dura de la época. Pero las imágenes no mienten sobre las tres veces que el FC Barcelona condecoró a Franco, las tres veces que el club catalán fue salvado de la quiebra por decisiones del régimen, el nombramiento del dictador como socio de honor o la inauguración oficial del Camp Nou por el ministro del llamado Movimiento Nacional. Qué le vamos a hacer.

Acudir en defensa del Barça en un caso de corrupción que abochorna al barcelonismo sin estelada es un error del Govern

Acudir en defensa del Barça en un caso de corrupción que abochorna al barcelonismo sin estelada (somos millones dentro y fuera de Cataluña) no pasará a la venial historia de nuestros días como un acierto de la Generalitat. Y hacerlo con la temeraria y absurda pretensión de desmentir al No-Do es de una alarmante inmadurez política.

Y lo mismo digo sobre la no menos absurda alusión al supuesto malestar de los “miles de personas que sufrieron el régimen franquista”. Qué demonios tendrá que ver lo uno con lo otro. Pero todo cabe en la pauta marcada de inicio por Joan Laporta cuando se envolvió en la bandera separatista para hacerse el desentendido del maloliente caso Negreira, que afecta de lleno a la institución deportiva que le toca presidir.

Foto: Franco y el fútbol, una relación simbiótica.

Aun así, insisto en que Laporta avergüenza a los barcelonistas. Si acaso, puede contentar a los más fanáticos del Cataluña is not Spain, aunque creo que ni a esos les hace un favor. Al revés, les perjudica con su actitud numantina frente a una fantaseada conspiración contra el Barcelona y lo que representa.

Laporta ha optado por la típica osadía de los perdedores, de quienes se saben pillados en falta y contraatacan con historias para no dormir. O recurren al victimismo, que es la expresión más patética de quienes viven a la defensiva o expresan un insuperable y no diagnosticado complejo de inferioridad.

Foto: Vista del escudo del FC Barcelona. (EFE/Andy Rain)

Por otra parte, huelga recordar que fueron los inspectores tributarios los que destaparon el caso de los pagos de difícil justificación (unos siete millones de euros) con los que, a lo largo de casi 20 años, el FC Barcelona fue redondeando mes a mes el patrimonio del entonces vicepresidente del Comité de Árbitros, José María Enríquez Negreira, por un “asesoramiento técnico” del que seguimos sin tener pruebas fehacientes tras las confusas explicaciones de Laporta.

Pero ni la Agencia Tributaria ni el fiscal querellante han sido mencionados como culpables de la supuesta conspiración antibarcelonista. El presidente del club descargó su artillería verbal sobre el Real Madrid y el presidente de la Liga de Fútbol. Sin embargo, está suficientemente acreditado que tanto Javier Tebas como Florentino Pérez se enteraron por la prensa del llamado caso Negreira.

Solo le faltaba al culebrón Negreira la entrada en escena de la Generalitat. Por negar la relación del FC Barcelona con el franquismo posterior a la Guerra Civil, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, reafirmó ayer la condición del club (70 años después, claro) como equipo del régimen vigente hoy por hoy en Cataluña, de declarado carácter independentista.

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