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Día 49. Telepizza o Caracas: por qué el Gobierno quiere que comamos lechuga
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Carlos Prieto

Diario de la pandemia

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Día 49. Telepizza o Caracas: por qué el Gobierno quiere que comamos lechuga

Tenía que pasar. La discusión sobre la gestión gubernamental del coronavirus se ha enconado tanto que hemos entrado en territorio Godwin

Foto: El Rey y la presidenta de la CAM, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)
El Rey y la presidenta de la CAM, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Hola amigos. Yo soy Adolf Hitler, y usted no lo es. Adolf Hitler, estadista, creador de 10 millones de puestos de trabajo, amigo de sus amigos. Adolf Hitler, de primeras parezco un poco serio, pero en las distancias cortas soy la monda. ¡Tío Adolf!

Bienvenidos a los diarios de la pandemia.

Foto: Algunos de los recursos que el personal sanitario de Madrid ha usado para protegerse. (EC) Opinión

Ley de hierro

La ley de Godwin es mi ley favorita: “A medida que una discusión se alarga en internet, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno”.

Tenía que pasar. La discusión sobre la gestión gubernamental del coronavirus se ha enconado tanto que ya estamos en territorio Godwin. “75 años de la muerte de Hitler. Se hizo con el poder absoluto en un estado de emergencia aplicando medidas extraordinarias”, cuenta ‘El Mundo’.

ESTADO DE EMERGENCIA. MEDIDAS EXTRAORDINARIAS. HITLER. ¿Estarán tratando de decirnos algo? Um… No caigo.

¡UN MOMENTO! Pongo la tele y sale Carmen Calvo tatareando a Wagner. Cambio de canal y sale Ferreras hablando en alemán: “Zwei Fliegen mit einer Klappe schlagen” (traducción libre: "Llevo 60 horas en directo. Me alimento con una sonda gástrica que me ha puesto el Gobierno"). ¿Cómo no lo vimos venir?

Ya me parecía a mí raro que el plan gubernamental para la desescalada dijera:

Fase 0: “Los juegos infantiles en la calle no estarán permitidos, salvo el paso de la oca”.

Fase 1 “No se pueden hacer desplazamientos entre provincias, pero sí entre Madrid y Berlín”.

Fase 2: “Se puede salir a hacer deporte, pero solo si vas vestido con pololos tiroleses”.

Fase 3: “Los adultos podrán salir a la calle a hacer las siguientes actividades: INVADIR POLONIA”.

El Hierro comienza el lunes su desescalada en la fase 1

Reconozco que cuando lo leí me pareció llamativo: ¿POLOLOS TIROLESES? ¿PASO DE LA OCA? ¿INVADIR POLONIA? Pero no le di suficiente importancia. Ahora ya veo que el Gobierno nos la ha metido doblada. ¡Mecachis!

Foto: Comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Moncloa. (EFE) Opinión

La nazificación de España no la vi venir, pero sí la ley de Godwin, pues cuando uno va a 270 por hora por la M-30, lo lógico es que acabe en el hospital o en el cuartelillo. Cuando uno golpea a lo loco y por cualquier motivo a alguien, acaba impepinablemente en territorio Godwin.

Acusamos al Gobierno de no cumplir el confinamiento, y al mismo tiempo, de encerrarnos contra nuestra voluntad. Haga lo que haga el Gobierno, aparece Joe Pesci con un bate. Mira que hay motivos para meterse con el Gobierno, pero está empezando a ser difícil, porque cuando uno va a darle una bofetada, aparece Joe Pesci y te apalea a ti y al Gobierno por el mismo precio. ¿De qué vale acusar al Gobierno de negligencia cuando se le está acusando de hitleriano o de golpista?

Supongamos que todo ha sido un desafortunado titular de 'El Mundo'. O un desliz freudiano. O incluso un elogio a Sánchez que se ha entendido mal. Vale. Compro. No obstante, las críticas al Gobierno hace tiempo que están en territorio Godwig, con Sánchez envuelto en tal frenesí golpistala derecha le ha relacionado con seis golpes en dos años— que Hitler a su lado parece Mahatma Gandhi.

¿De qué vale acusar al Gobierno de negligencia cuando se le está acusando de hitleriano o de golpista?


Hay una especie de anexo a la ley de Godwin llamado: 'reductio ad Hitlerum'. La lógica sería: como Hitler pintaba, todos los que pintan serían nazis. Su variante siglo XXI se llamaría: 'reductio ad Venezuelarum'. Porque si las comparaciones con Hitler son una chorrada, pues nadie se las toma en serio, las analogías exageradas con Venezuela son mucho más efectivas.

Isabel Díaz Ayuso, siempre a la vanguardia de la agitación, ha hecho una valiosísima aportación en ese sentido, en su defensa de los menús Telepizza para familias sin recursos.

"Si estos menús los pusieran en marcha sus señorías de Podemos, a lo mejor serían los menús de Venezuela, que es nada".

"Juraría que al 100% de los niños les encanta la pizza... Les apuesto lo que quieran a que el niño primero se come la pizza y ya contra su voluntad la ensalada".

Al margen de que a) el problema de la falta de comida lo generó Pizzabel Díaz Ayuso al despedir a los trabajadores de las cocinas escolares y de que b) otras comunidades han apostado por alternativas como los vales gratuitos de supermercado, es justo decir que sus declaraciones son un hito del lenguaje, al desarrollar tres figuras a la vez. 'Reductio ad Caracas'. 'Reductio ad Lechugum'. 'Reductio ad Telepizzen'.

Siguiendo la línea de pensamiento de Ayuso, podríamos concluir: a los jóvenes les gusta más la cocaína que la ensalada. ¿Por qué no llegar a un acuerdo con el cartel de Medellín para distribuir menús Telefofa entre los jóvenes? ¿No es eso mejor que nada? ¿No es eso mejor que Venezuela, que es nada?

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¿Acaso no es mejor comer pizza que sufrir una invasión zombi? ¿No es mejor comer pizza que la Estrella de la Muerte desintegre España con un superláser?

Y llevándolo a la lechuga: ¿no es mejor un holocausto nuclear que comer lechuga?

Por cierto: ¿sabían ustedes que Hitler era vegetariano? ¡Atiza! Ahora es cuando todo encaja en este artículo sin pies ni cabeza: los bolivarianos querían que comiéramos ensalada como anticipo del golpe de Estado nazi de Sánchez. Todo en orden.

Pues ya estaría.

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Hola amigos. Yo soy Adolf Hitler, y usted no lo es. Adolf Hitler, estadista, creador de 10 millones de puestos de trabajo, amigo de sus amigos. Adolf Hitler, de primeras parezco un poco serio, pero en las distancias cortas soy la monda. ¡Tío Adolf!