La nueva gastronomia
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Espacios centenarios, un siglo de vida en la capital de España
El Ayuntamiento de Madrid publica el libro 'Comercios y restaurantes centenarios' donde recoge los lugares más emblemáticos de la ciudad
La capital de España tiene un sinfín de reclamos turísticos. Empezando por su cultura, arte o arquitectura y continuando por su gastronomía, el buen tiempo y el ocio. Como reza el dicho “De Madrid al cielo”, como en Madrid, no se está en ningún sitio. Y es que en esta ciudad uno puede encontrar todo lo que necesita.
La oferta de locales y comercios es tan amplia que requeriría de decenas de artículos para poder abarcarla. Pero si hablamos de comercios o restaurantes que superen los 100 años de vida, la relación puede concentrarse en un libro como el que ha publicado el Ayuntamiento de Madrid: “Comercios y restaurantes centenarios”.
En la obra se recogen negocios que ya han cumplido su primer siglo de vida y que han sido testigos de una Guerra Civil, revoluciones y movimientos sociales. Por estos establecimientos han desfilado varias generaciones y, hoy en día, se consideran emblemas de Madrid.
Las categorías de estos establecimientos son de lo más variadas, desde la artesanía y la cerámica, hasta librerías, floristerías, moda y mobiliario, entre otras.
Yo quiero referirme a los apartados dedicados al mundo de la gastronomía, que en Madrid incluyen un amplio abanico de opciones. Prácticamente toda la comida nacional e internacional que podamos imaginar puede encontrarse en la capital española.
Comercios de alimentación
En cuanto a los establecimientos de alimentación, encontramos comercios como Cafés La Mexicana, que abrió una mejicana de padres españoles, en 1890, en la céntrica calle de Preciados. En 1990 entró en el libro Guinness de los récords como la tienda que más café vendía en todo el mundo.
Del mismo año que La Mexicana es la primera fábrica de cerveza Mahou, que nació en la calle Amaniel y que ha llegado a crecer exponencialmente hasta nuestros tiempos.
También hay carnicerías de principios de 1800, como Casa Bartolomé Carnes (1837) o Hijos de Lechuga (1840); pescaderías como la mítica Pescaderías Coruñesas, de 1911; licorerías como la de Mariano Madrueño; jamonerías como la de López Pascual o Artesanos del Ibérico Matas; y tiendas de ultramarinos.
Panaderías y dulces del siglo XX
Siguiendo con la tradición panadera, es necesario hacer parada en La Flor del Pan, que desde 1888 es atendida por la familia Pereira y se erige como la panadería del barrio de Las Salesas. También son muy reconocidas la Panadería del Río o el Museo del Pan Gallego, que hornea sus productos a la antigua usanza desde 1887.
Para endulzarnos, podemos visitar negocios tan antiguos como la bombonería La Pajarita, de 1852, donde se venden caramelos de hasta 16 sabores y bombones artesanales. O la famosa Mallorquina, cuyo producto estrella en 1894 era la ensaimada (hoy día es la napolitana).
También hay confiterías como La Violeta, la reina de los típicos caramelos en forma de flor y con esencia de violeta. Y nadie puede irse de Madrid sin pasar por la chocolatería más famosa, San Ginés, de 1894, para degustar sus churros y porras acompañadas del mejor chocolate humeante.
Restaurantes centenarios
Por supuesto, el libro también recoge restaurantes y cafeterías centenarios que se reinventan y adaptan a los nuevos tiempos. Lugares pintorescos donde antiguamente se organizaban tertulias y eran el lugar de encuentro de pensadores y escritores de la época. Son rincones que siguen conservando su estilo centenario, pero que no desentonan en el mundo actual.
Aquí la oferta gastronómica es muy amplia, desde los populares calamares y cañas del Bar El Pescador; los famosos callos a la madrileña de Bodegas Ricla; la gallina en pepitoria de Casa Ciriaco; o el rabo de toro de Casa Alberto. Hasta llegar a las tabernas de antaño donde se tomaba vermú de grifo, como en El Anciano Rey de los Vinos (1909).
Si hablamos de centenarios, tampoco podemos olvidar el emblemático restaurante Lhardy (y su famoso cocido), el Café de Gijón o la taberna Viva Madrid, que ahora dirige Diego Cabrera y se ha especializado en cócteles. Botín, fundado en 1725, con casi tres siglos de antigüedad, se considera el restaurante más antiguo del mundo y ofrece uno de los mejores corderos asados.
En la Asociación de Restaurantes y Tabernas Centenarios de Madrid, que se fundó para preservar los valores de la tradición, la calidad y el buen hacer de la cocina tradicional madrileña, figuran también Malacatín, Bodega de la Ardosa, La Casa del Abuelo, Casa Labra, La Posada de la Villa, Casa Pedro y la Taberna Antonio Sánchez.
La capital de España tiene un sinfín de reclamos turísticos. Empezando por su cultura, arte o arquitectura y continuando por su gastronomía, el buen tiempo y el ocio. Como reza el dicho “De Madrid al cielo”, como en Madrid, no se está en ningún sitio. Y es que en esta ciudad uno puede encontrar todo lo que necesita.