El metaverso de los barones: ruptura con Podemos y despedida de Sánchez

Ferraz. Sábado 18 de marzo. Los barones del PSOE asisten al Comité Federal. Al entrar se les facilita una especie de auricular. Empieza a extenderse el rumor de que se va a proyectar en la sala el documental “Las cuatro estaciones”, la serie sobre la vida de Pedro Sánchez en La Moncloa. A ninguno le sorprende. Desde que el presidente ganase las primarias en 2017 han perdido esa capacidad. Se les ha repartido un dosier con el CIS de Tezanos. Hay partido. Sánchez ganaría las elecciones con una ventaja de casi cinco puntos sobre Feijóo. El líder va a empezar su discurso. Emiliano García Page y Javier Lambán se colocan el dispositivo en la oreja. Sienten una pequeña sacudida, como si pasasen a otra dimensión. Guillermo Fernández Vara está en primera fila de saludos.

"Compañeros, no vamos a permitir ni un día más que se nos insulte por ser socialistas", arranca Sánchez entre la ovación del auditorio. "Ni fascistas, ni partido de la guerra, somos los de Felipe González, los de la victoria del 82", caras de sorpresa y algún que otro puño apretado entre los asistentes. Pedro bebe agua y continúa. El gesto es serio tanto como el anuncio. Sánchez adelanta que va a romper la coalición con Podemos. Las ministras Ione Belarra e Irene Montero dejarán el Consejo de ministros en la remodelación que se hará la semana del 27. García Page no puede contener las lágrimas. Se las seca con el recorte de la tribuna que Alfonso Guerra publicó esta semana en El Mundo.

La noticia que abrirá todos los informativos está por llegar. Sánchez se despide. No repetirá como candidato a las próximas elecciones

"El PSOE ha vuelto", proclama el presidente, que se compromete a buscar mayorías parlamentarias al margen de Bildu y ERC. "He llamado esta mañana a Feijóo" para recibirle en La Moncloa, continua desde su atril, "vamos a sentarnos por España". A Lambán se le parten las manos de aplaudir, mientras Guillermo Fernández Vara no deja de asentir. "Veis, veis", se le escapa al extremeño, acusado de haber mutado al sanchismo sin alma.

La noticia que abrirá todos los informativos está por llegar. Sánchez se despide. No repetirá como candidato a las próximas elecciones. Como hizo Zapatero en 2011, da un paso atrás. No quiere perjudicar con su desgaste las expectativas electorales de los barones y alcaldes para el 28 de mayo. "Las siglas están por encima de las personas". Más aplausos, ahora en Ferraz se han puesto en pie. En los próximos meses empezará un proceso de primarias con una novedad, se destierra el "un militante, un voto". Habrá un cambio en los estatutos para que las primarias dejen de estar abiertas a los simpatizantes. En ese momento se apaga la luz en el salón de Ferraz. Algunos de los asistentes creen haber visto al fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba levantando el puño en señal de victoria.

No habrá pactos de Estado, ni giro al centro, ni ruptura con Podemos, ni cordón sanitario a Bildu

Un fuerte pitido obliga a García Page a quitarse el auricular. Algo falla, hay interferencias. Sánchez sigue hablando. Acusa a los empresarios de no subir "ni un céntimo a los empleados" porque están en el mismo "barco" que pilota el narcotraficante, Marcial Dorado, "íntimo amigo" del líder del PP. Lambán tampoco lleva ya pinganillo. Le ha parecido entender que Moncloa volverá a reunir a la "Mesa de diálogo" de Cataluña antes de que se pongan las urnas. No da crédito.

Acaba la intervención, desde el atril se han caído algunos folios de la intervención presidencial. Se acerca a recogerlos Fernández-Vara. Efectivamente, está el calendario para reunirse con Pere Aragonès. También hay un acto programado con Irene Montero. La intención es aguantar la coalición hasta los minutos basura. Los barones están confusos. Nada de lo que creían haber escuchado es real. Sánchez se queda y será candidato. No habrá pactos de Estado, ni giro al centro, ni ruptura con Podemos, ni cordón sanitario a Bildu. ¿Qué ha pasado? ¿Han estado en un Comité Federal paralelo? ¿Quizás en el metaverso? Todo a la vez en todas partes.