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¿Es Díaz Ayuso mejor candidata que Feijóo?
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Rubén Amón

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¿Es Díaz Ayuso mejor candidata que Feijóo?

La presidenta madrileña aspira a la mayoría absoluta con el trasfondo de las ambiciones nacionales, pero el líder del PP reúne mayores cualidades para ensanchar el espectro electoral que requiere destronar a Sánchez

Foto: Díaz Ayuso y Núñez Feijóo, en un desayuno informativo. (EFE/J.J. Guillén)
Díaz Ayuso y Núñez Feijóo, en un desayuno informativo. (EFE/J.J. Guillén)
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La gran rival de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones del 28-M es Díaz Ayuso. Y no por subestimar la relevancia de Mónica García, sino porque la presidenta madrileña tanto aspira a la mayoría absoluta como puede resentirse de la frustración que supondría quedarse a milímetros de lograrla.

Trata Ayuso de mejorar el resultado de hace dos años. Y de convertirse en la campeona del PP en los comicios primaverales. No solo en Madrid, sino en cabeza de las baronías y de los ayuntamientos llamados a la urnas.

Las ambiciones nacionales explican que ella misma haya convertido en su principal antagonista a Pedro Sánchez, no ya para adjudicarse en las urnas las aversiones antisanchistas, sino para postularse en la política de Estado y discutir implícitamente la idoneidad de Feijóo como candidato a las generales. El trampolín de Ayuso sería la mayoría absoluta. Y el liderazgo del PP madrileño que ya desempeña en la sede de Génova. Únicamente tendría que ascender unos escalones para ocupar ella misma la posición cenital.

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Semejantes expectativas resultan fueran de lugar en el corto plazo. Y no solo porque Feijóo ha sido ungido como el gran aspirante a la Moncloa, sino porque la distancia que media entre el 28-M y diciembre —el mes de las generales— restringe la oportunidad y la conveniencia de la cuestión sucesoria. Habrá tiempo de plantearla en caso de que Núñez Feijóo se resigne a la victoria de Sánchez o no acceda a la jefatura del Gobierno, aunque tampoco está claro que Díaz Ayuso fuera ahora —juguemos a la fantapolítica— mejor candidata de cuanto pueda resultarlo el líder gallego.

¿Por qué? No puede negarse que la presidenta madrileña ha sabido tocarle los costados a Sánchez. Y que el propio patrón socialista ha contribuido a enfatizar la musculatura del ayusismo, de tanto confrontarla y mentarla.

El propio patrón socialista, Pedro Sánchez, ha contribuido a enfatizar la musculatura del ayusismo, de tanto confrontarla y mentarla

Ayuso utiliza las claves populistas y providencialistas que desquician la cultura contemplativa de Núñez Feijóo, pero sobre todo ha logrado atraer a la feligresía de Vox, muchas veces jugando la mano de la batalla cultural —el aborto, la ley trans, el rechazo integral a la agenda 2030— y significándose en el mismo debate identitario como la más ardorosa españolaza.

Sería una manera de consolidar la envergadura política de la lideresa madrileña, pero la eventual candidatura de Ayuso se expone a la incógnita de su repercusión nacional —¿cuánto se la aprecia fuera del foro?— y al límite electoral, demoscópico o sociológico que sobrentiende un excesivo conservadurismo. No es fácil extrapolar la verdadera fama de la presidenta fuera del perímetro de la capital, ni está claro tampoco que la solución del PP en las generales consista en devorar del todo a Vox.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en un acto de precampaña del PP en Valencia. (EFE/Ana Escobar) Opinión

Explicado de otra manera, el PP necesita crecer hacia el centro, atraer a los huérfanos de Cs, postularse como una solución aseada y verosímil para los votantes socialistas que reniegan del sanchismo. La fórmula resulta más cómoda a los intereses de Vox en la dialéctica de la polarización, pero el partido de Abascal nunca se convertiría en un obstáculo a la evacuación de Sánchez. Ni siquiera restregando el sintagma de la derecha cobarde.

El liderazgo de Núñez Feijóo es menos vehemente y agresivo del que representa Ayuso, pero más interesante desde el punto de vista electoral en cuestiones de ensanchamiento. No solo porque Vox y sus votantes serían un aliado encubierto del aspirante gallego, sino porque la megavictoria que necesitan los populares requiere la movilización de los moderados pasivos y la adhesión in extremis de los socialdemócratas dubitativos.

Hizo bien Feijóo en asistir al lanzamiento de la campaña de Ayuso. Una manera de apoyarla y de vigilarla. Y una oportunidad para localizar el escenario político que más le conviene: una victoria rotunda de la baronesa, pero sin el margen de la mayoría absoluta. Bajarían los humores de la presidenta sin necesidad de recurrir al cogobierno con Vox. Y podría Feijóo serenar su campaña al margen de las conspiraciones en propia meta.

La gran rival de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones del 28-M es Díaz Ayuso. Y no por subestimar la relevancia de Mónica García, sino porque la presidenta madrileña tanto aspira a la mayoría absoluta como puede resentirse de la frustración que supondría quedarse a milímetros de lograrla.

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