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De Somalia al collar de Petra: los rodeos de Margarita Robles para esconder su derrota
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Marta García Aller

Segundo Párrafo

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De Somalia al collar de Petra: los rodeos de Margarita Robles para esconder su derrota

Una cosa es que Bolaños se salga con la suya, pero anda que no le debe de estar dando rabia a Robles darle a Echenique la razón

Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles. (EFE/Emilio Naranjo)
La ministra de Defensa, Margarita Robles. (EFE/Emilio Naranjo)
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Atención, servidores públicos. Tengan cuidado. Mucho cuidado, funcionarios en general y altos cargos del CNI en particular. Sobre todo cuando un ministro o ministra exprese su reconocimiento y aprecio a los servidores públicos. Es probable que alguno de ustedes esté a punto de ser cesado. No será nada personal. Si una ministra o ministro le agradece con fervor sus 40 años dedicando su vida a la función pública y se pasa dos semanas insistiendo públicamente en su valía, no se confíe. Puede que no sea un cumplido, sino una despedida. Eso sí, en agradecimiento a sus servicios como funcionario ejemplar, en el altar de las ruedas de prensa donde se materializan los ceses, esté tranquilo. Este Gobierno no le destituye, le sustituye.

Incapaz de aclarar las razones por las que en plena crisis del espionaje Pegasus el Gobierno ha decidido retirar del cargo a Paz Esteban, exdirectora ya del Centro Nacional de Inteligencia, lo más parecido a una explicación que dio la ministra Margarita Robles fue negar, efectivamente, que esta “funcionaria ejemplar” haya sido destituida. “No le acepto la destitución”, corrigió Robles al periodista en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, “sino la sustitución”. Insistió varias veces, así que para ella este debe de ser el quid de la cuestión. “Usted habla de destitución, yo le diría que es una sustitución de una funcionaria del centro por otra funcionaria”, añadió. Usted verá en las palabras de la ministra una rectificación, pero es la sustitución de una versión por otra.

El cese de Paz Esteban se produce después de que el Gobierno reconozca el espionaje a una veintena de personas vinculadas al independentismo y de que el Gobierno descubriera, con un año de retraso, que los teléfonos del presidente Sánchez y los ministros de Defensa e Interior también fueron infectados con el sistema Pegasus ilegalmente, por no se sabe quién. Margarita Robles llevaba 10 días defendiendo que Paz Esteban ha actuado con ejemplaridad en todo momento, cumpliendo escrupulosamente la legalidad y haciendo de ella una defensa férrea. Sin embargo, finalmente la aparta del cargo. Pone en su lugar a Esperanza Casteleiro, su número dos en el Ministerio de Defensa y mujer de su máxima confianza. Elegir la sustituta de la persona que no quería destituir es lo más parecido que Robles ha encontrado a un consuelo en la derrota.

Hasta ahora, la ministra de Defensa había insistido en que no había nada que reprochar al CNI en ninguno de los dos casos de espías de Pegasus. En el espionaje a los independentistas, porque se había actuado conforme a la legalidad, con la autorización judicial pertinente. Y en el caso de las escuchas a los miembros del Gobierno, porque Robles apuntaba al ministro Bolaños y la Presidencia del Gobierno como responsables de esa brecha en la seguridad. La ministra incluso recomendó a los periodistas que dudaran de ello que se leyeran la normativa en esta materia. O en el Consejo de Ministros no se la leyeron o les ha dado igual. Tal vez usted vea una incoherencia, pero es la sustitución de unos principios por otros.

Margarita Robles pedía responsabilidad hace 10 días, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados. Pidió también que no se sembrasen dudas sobre el CNI y que su directora, exdirectora ya, estaba aguantando imputaciones que no se correspondían con la realidad. Era cuando Podemos y los independentistas pedían la dimisión de la ministra Robles. Pablo Echenique acusó entonces a la ministra de Defensa de esconderse detrás del CNI. Una cosa es que Bolaños se salga con la suya, pero anda que no le debe de estar dando rabia a Robles darle a Echenique la razón.

Si la destitución de la directora del CNI no tiene que ver con las escuchas de Pegasus a los independentistas y la exdirectora había hecho bien su trabajo, si contaba con todo el apoyo de la ministra y ha actuado en el caso del espionaje acorde con lo que esta consideraba apropiado legal y políticamente, ¿por qué ha sido sustituida? Tan difícil era para Robles explicarlo que se ha pasado la rueda de prensa hablando de la computación cuántica, de Somalia y de una señora de La Palma que se llama Petra. Tuvo ocasión también de recordar Filomena, la pandemia y la guerra de Ucrania. Lo que no recordaba eran los motivos del cese de Esteban. Y cuanto más defendía la ministra de Defensa a los 3.000 hombres y mujeres del CNI, más claro les iba quedando que a cualquiera de ellos en cualquier momento le pueden destituir, perdón, sustituir, sin motivo aparente. El resultado es el mismo: para salvar la carrera del político, se cesa al funcionario.

Atención, servidores públicos. Tengan cuidado. Mucho cuidado, funcionarios en general y altos cargos del CNI en particular. Sobre todo cuando un ministro o ministra exprese su reconocimiento y aprecio a los servidores públicos. Es probable que alguno de ustedes esté a punto de ser cesado. No será nada personal. Si una ministra o ministro le agradece con fervor sus 40 años dedicando su vida a la función pública y se pasa dos semanas insistiendo públicamente en su valía, no se confíe. Puede que no sea un cumplido, sino una despedida. Eso sí, en agradecimiento a sus servicios como funcionario ejemplar, en el altar de las ruedas de prensa donde se materializan los ceses, esté tranquilo. Este Gobierno no le destituye, le sustituye.

Margarita Robles Centro Nacional de Inteligencia (CNI)
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