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¿Son los fijos discontinuos maquillaje o matiz estadístico?
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Marta García Aller

Segundo Párrafo

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¿Son los fijos discontinuos maquillaje o matiz estadístico?

En plena campaña electoral del 19-J, no es lo mismo preguntarle a Feijóo por los datos del paro en España que a Moreno por los de Andalucía

Foto: El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez (i), y el secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo. (EFE/Emilio Naranjo)
El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez (i), y el secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo. (EFE/Emilio Naranjo)
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A veces, la política española lleva mucho maquillaje. A Feijóo le parece que está en los datos del paro en España, que, según le dijo a Carlos Alsina, no cree que reflejen la situación real del desempleo en nuestro país. Pero minutos después de que el líder de la oposición dijera en la entrevista en 'Más de Uno' que los españoles no se merecen un Gobierno que presuma “con un paro bastante maquillado”, el presidente de Andalucía presumía de lo positivos que han sido los datos del paro en esta comunidad. Ni rastro de maquillaje del paro en Andalucía. Moreno empieza la campaña electoral sacando pecho, porque se ve liderando la recuperación que su propio partido cuestiona a nivel nacional. El presidente andaluz, a diferencia del líder de su partido, no solo se cree los datos del paro, se los atribuye.

¿Pero qué dicen los datos? El maquillaje del paro al que se refiere Feijóo son los contratos fijos discontinuos. Esta figura existe desde hace décadas y permite dar de baja a los trabajadores estacionales y que sigan vinculados a la empresa, aunque trabajen de forma intermitente. Solo son el 5% de la masa laboral, pero desde la última reforma laboral se han firmado casi 700.000 contratos de este tipo.

Es verdad que los trabajadores fijos discontinuos no cuentan como parados aunque no estén activos, pero esto siempre ha sido así. La diferencia es que antes lo habitual era despedirlos cuando acababa la temporada alta, algo que permitían los contratos temporales que desaparecieron en la última reforma laboral. Con esta otra tipología de contrato, a diferencia de los de obra y servicio de antes, los fijos discontinuos conservan algunos derechos cuando dejan de trabajar que antes no tenían, como la antigüedad y la indemnización por despido o la garantía de que cuando vuelva a haber demanda los van a volver a llamar.

El aumento en contrataciones que reflejan los últimos datos del paro es de gente que sí ha encontrado trabajo. Los matices vendrán luego, cuando a estos trabajadores se les acabe su contrato para la campaña de verano. Entonces seguirán figurando como afiliados a la Seguridad Social, aunque se pasen una buena temporada sin trabajar. La subida del paro en otoño, cuando termine la campaña de verano, será previsiblemente más suave porque estos no figurarán como desempleados, sino como demandantes de empleo no parados.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/J. J. Guillén)

¿Es eso maquillaje o matiz estadístico? Según a quién y dónde se le pregunte. El Gobierno de España está encantado con las últimas cifras y es ajeno a los matices. Y en plena campaña electoral para el 19-J no es lo mismo preguntarle a Feijóo por los datos del paro en España que a Moreno por los de Andalucía.

No hay como estar en el Gobierno para considerar que unos datos positivos reflejan la realidad del lugar y, por supuesto, la pericia del que manda. Y no hay como estar en la oposición para pedir una buena limpieza de agua micelar que deje al descubierto los poros de los peros.

No es tan difícil ponerle peros al paro en el país que encabeza el desempleo en Europa, sin meterse en disquisiciones estadísticas ni poner en duda las cifras oficiales. Se han mejorado los derechos de los trabajadores temporales, sí, pero no se ha acabado con la temporalidad. Sigue ahí con otro formato. Además, muchos de los nuevos contratos indefinidos son a tiempo parcial y se está ralentizando el ritmo de creación de empleo. Hay también razones para preocuparse por lo que puede pasar a la vuelta de verano si cuando la temporada turística se desinfla, los tipos suben, la inflación sigue inflando los precios y los salarios perdiendo poder adquisitivo.

Foto: Juan Espadas el pasado fin de semana en Jaén. (EFE/José Manuel Pedrosa)

Entre tanto, el Gobierno se ha mostrado más preocupado por lo que dice Feijóo que por las carencias que sigue teniendo el mercado laboral español. La ministra Isabel Rodríguez parece portavoz de la oposición a la oposición, reprochando al líder del PP que hable de maquillaje en los datos del paro en vez de reconocer los "frutos" de la reforma laboral. Cabría recordarle a la ministra si lo maquillado no es en realidad la reforma laboral en sí, porque de prometer la completa derogación de la norma que dejó Rajoy, el Gobierno se ha terminado conformando con hacerle unos pequeños ajustes. Y, viendo cómo lo celebran, a su juicio funciona.

El Gobierno de Sánchez canta victoria sin pudor por los datos buenos, renunciando a los matices; Feijóo cree que para que le voten los españoles tiene que poner en cuestión la credibilidad misma de los datos, por más que el paro haya bajado de los tres millones por primera vez desde 2008, y Juanma Moreno aspira a seguir celebrando toda la campaña lo bien que va la creación de empleo en su tierra, aunque la contratación de fijos discontinuos este verano anticipe un otoño en el que mucha gente estará sin trabajo sin figurar en las listas del paro. Tendrán más derechos que antes, es verdad, pero estarán sin ingresos. Es lo bueno de haber fijado las elecciones andaluzas en junio en vez de en septiembre. Figuren o no en las listas del paro cuando acabe el verano, la ventaja de llamar a las urnas en temporada alta es que Moreno tiene más votantes trabajando. Y qué es una campaña electoral, sino el maquillaje por excelencia de la política.

A veces, la política española lleva mucho maquillaje. A Feijóo le parece que está en los datos del paro en España, que, según le dijo a Carlos Alsina, no cree que reflejen la situación real del desempleo en nuestro país. Pero minutos después de que el líder de la oposición dijera en la entrevista en 'Más de Uno' que los españoles no se merecen un Gobierno que presuma “con un paro bastante maquillado”, el presidente de Andalucía presumía de lo positivos que han sido los datos del paro en esta comunidad. Ni rastro de maquillaje del paro en Andalucía. Moreno empieza la campaña electoral sacando pecho, porque se ve liderando la recuperación que su propio partido cuestiona a nivel nacional. El presidente andaluz, a diferencia del líder de su partido, no solo se cree los datos del paro, se los atribuye.

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