Los ovnis, Ana Obregón y el nuevo mediador

Este año hemos visto cosas realmente sorprendentes. Pero faltaba lo mejor. Algo más sorprendente que ver a la NASA crear una especie de oficina de los ovnis para discutir sobre vida extraterrestre, a Chiquito de la Calzada hablando inglés gracias a la inteligencia artificial y a Ramón Tamames como candidato a la presidencia del Gobierno. Más incluso que haber visto a Ana Obregón convirtiéndose en madre y abuela a la vez.

Más sorprendente que todo eso que ha pasado en 2023, y anda que no ha habido muchas sorpresas en el año que empezó con una turba asaltando las sedes del Gobierno de Brasil, y termina con el señor de la motosierra ganando las elecciones argentinas.

En 2023 también vimos temblar la banca suiza, a la reina Letizia rapeando por la salud mental y a unos científicos crear un riñón humanizado en un embrión de cerdo. En un hospital de Vilanova i la Geltrú aún no se han recuperado de la sorpresa que les dio encontrarse un misterioso maletín en primavera con 60.000 euros y un papel que decía "donación".

Este es también el año que vimos desaparecer a Ciudadanos del Congreso y a lo que queda de Podemos irse al Grupo Mixto; lo que no hemos visto todavía es a Puigdemont de vuelta a España, aunque donde ha vuelto por todo lo alto es a la política española. Además de la amnistía, Sánchez ya le ha prometido hacerse muchas fotos juntos en su próxima reunión, que para algo le debe la investidura.

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No deja de ser sorprendente, por más que nos hayamos ido acostumbrando, que el año que empezó con la entrada en vigor de derogación del delito de sedición y la rebaja del de malversación, acabe con el trámite de la amnistía que el presidente negó que daría; aunque para sorpresas la que se llevó Feijóo el 23-J, el candidato que se veía tan favorito que no quería ir a los debates en campaña.

Pero por más sorprendente que hayan sido todos estos momentos del año, el más sorprendente de todos estaba esperando al final. Los dos líderes de los partidos más importantes del país acaban de llegar a un acuerdo. Bueno, no exactamente un acuerdo. Pero al menos Sánchez y Feijóo se han reunido, han hablado y han acordado retomar las negociaciones para renovar el CGPJ. Hablar a solas ya era suficientemente novedoso, tal y como iba el año, así que aunque el año acabe sin que acuerden la renovación que lleva empantanada cinco años, al menos han acordado ponerse a ver si acuerdan algo. Y como 2023 nunca deja de sorprendernos del todo, Feijóo ha pedido que a las reuniones asista un mediador.

No hemos visto todavía a Puigdemont de regreso a España, pero ha vuelto por todo lo alto a la política española

Mira que hemos visto cosas este año, pero al PP pidiendo un mediador a Sánchez sí que no lo vimos venir. A diferencia del otro mediador, el salvadoreño de Ginebra que intercede entre PSOE y Junts por la amnistía, ese al que en el PSOE prefieren llamar "verificador", a este nuevo mediador, al que en el PP prefieren llamar "supervisor", será de la Comisión Europea.

Así que, por lo menos, este otro mediador sí pertenece a un órgano oficial que tiene competencias de verdad en la UE. Las negociaciones serán a tres, pero en España. Es la ventaja de que en este caso ninguna de las partes sea un prófugo de la justicia española.

Claro, que dado el umbral del asombro al que nos ha ido acostumbrando 2023, estamos a punto de que necesitar mediadores internacionales empiece a parecernos normal. No va a tenerlo fácil 2024 para sorprendernos, pero seguro que lo consigue.