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Neolengua para borrar a las mujeres
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Neolengua para borrar a las mujeres

A veces, algo no se nombra con la pretensión de que no exista. Es el caso de la palabra 'mujeres', convertidas en personas menstruantes o progenitor gestante en la neolengua transgenerista de borrado de las mujeres

Foto: Foto: Pixabay/StockSnap.
Foto: Pixabay/StockSnap.

Con la falaz excusa de la inclusividad y la diversidad, las palabras madre, embarazada, lactante están siendo sustituidas por una jerga misógina cuya única finalidad no confesada es permitir que los varones transidentificados se sientan incluidos en la definición de mujer. Ingeniería semántica para desvincular a las mujeres de los procesos biológicos exclusivos de las mujeres.

Así, en publicaciones científicas de tanto prestigio como The Lancet, leemos la expresión “cuerpos con vagina”; la revista para adolescentes Teen Vogue publicó en 2019 el dibujo del aparato reproductor femenino con el rótulo “anatomía de quienes no tienen próstata”. Todo el artículo está orientado a enseñar sexo anal a las adolescentes. Y quizá por eso, en un ejercicio de coherencia, el clítoris no existe en el dibujo.

Un anuncio de 2023 de nuestro Ministerio de Sanidad sobre infecciones de trasmisión sexual se refería a las mujeres como “las personas con vagina”. Y en Radio Nacional Radio 5 se ha hablado de “personas menstruantes”. El caso mereció una denuncia masiva de organizaciones de mujeres y un posicionamiento del Observatorio de Igualdad de RTVE que señaló en su Informe anual 2023: “Consideramos inadecuada la utilización de expresiones como personas menstruantes. No es válida para representar a las mujeres, dado que las omite como sujeto”.

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El mismo término ha sido utilizado recientemente por la revista Tiempo de Colombia en un reportaje sobre la pobreza menstrual en “500 millones de las personas que menstrúan”.

Y por Médicos Sin Fronteras.

La organización Euforia Familias Trans-Aliadas organiza talleres en los que se afirma que “un cuerpo biológico de mujer puede tener aparato reproductor eyaculante”. La ilustración incluye el aparato reproductor masculino con la pretensión de que también es un cuerpo biológico de mujer.

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Incluso el muy misógino “personas con vagina” parece ser insuficientemente insultante para algunas organizaciones, que utilizan el término “orificio delantero”. Así, en la guía Sexo más seguro para cuerpos trans, de Human Rights Campaign, el mayor grupo de presión en favor de lesbianas, gais, bisexuales y transgénero de los Estados Unidos, se dice:

  • Orificio delantero: usamos esta palabra para referirnos a los genitales internos a veces denominados vagina.
  • Vagina: usamos esta palabra para referirnos a los genitales de las mujeres trans que han sido sometidos a cirugía inferior.

En Argentina, un diputado nacional presentó en julio de 2020 su propuesta de modificación del Código Penal de forma que toda mención al término mujer sea sustituida por “persona embarazada”. Para su señoría, la palabra mujer “como la única persona con posibilidades de gestar es reducida y violatoria de derechos y estaría excluyendo a otras identidades con capacidad de gestar”. El concepto de “mujer embarazada”, añadía, es anacrónico.

No hay que irse tan lejos. La ley trans aprobada por el Gobierno de Sánchez habla de “progenitor gestante” y llama a la viuda “cónyuge supérstite gestante”.

El Día de la Mujer de 2020, ONU Mujeres dejó de escribir women para usar un palabro en que la E es sustituida por una X: womxn.

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No digas madre

La poderosa organización LGTBQ británica Stonewall propuso en 2021 que los empleadores sustituyan la palabra madre por “progenitor que ha dado a luz”. Stonewall elabora un ranking de defensores de la diversidad en el que, previo pago, figuran 850 empresas y organizaciones, incluidos 250 departamentos gubernamentales y organismos públicos como fuerzas policiales, ayuntamientos o consorcios hospitalarios. Mediante una aportación de 2.550 libras anuales (unos 3.000 euros), empresas e instituciones se dejan asesorar y examinar por la ONG y hacen méritos para figurar en su lista de los top 100 de la inclusividad. Eliminar la palabra madre para subir en el ranking.

ILGA Europa, la Asociación de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersex generosamente financiada por la Comisión Europea (un 31% de su presupuesto), se dirigió en 2020 a la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, solicitando que en la nueva ley parental la palabra madre fuera sustituida por la más “inclusiva” progenitor.

Y en marzo de 2021, el consorcio hospitalario de Brighton y Sussex, en el sureste de Inglaterra, elaboró un nuevo protocolo sobre lenguaje inclusivo para las unidades de maternidad.

Foto: La escritora J. K. Rowling. (Reuters/Suzanne Plunkett)

La guía proponía la sustitución de términos que remiten exclusivamente al cuerpo sexuado de las mujeres por otros que no ofendieran a varones. Entre otras, leche materna debía ser sustituida por “leche pectoral”; maternidad, por “servicios de parto”; madre, por “persona que da a luz”.

“No se debe hacer alusión al sexo”, decía UGT en una Guía sobre diversidad sexual y afectiva. Es preferible, señalaba, usar progenitor en lugar de madre o padre. Según el sindicato, “así se protege la diversidad familiar”.

Nada que mencione los procesos biológicos exclusivos de las mujeres está a salvo. En las declaraciones y manifestaciones para la defensa del derecho al aborto en EEUU, se ha sustituido la mención a las mujeres por otras como “gente que aborta”.

“El aborto no es solo una cuestión de salud de las mujeres”. “No utilices un lenguaje no inclusivo que enfatice demasiado la atención médica de las mujeres, esto excluye a las personas trans y no binarias y reproduce la transfobia”. En otras palabras: Planned Parenthood, la mayor organización privada estadounidense que ofrece servicios de salud reproductiva, educación sexual, planificación familiar y aborto, no quiere que se hable demasiado de la salud de las mujeres.

Son solo algunos ejemplos, todos ellos forman parte de una estrategia indisimulada para disociar a las mujeres y a los cuerpos de las mujeres de los procesos biológicos exclusivos de las mujeres. Es falso que esta neolengua pretenda ser inclusiva. ¿Inclusiva con quiénes?

Se trata únicamente de ocultar que solo menstrúan las mujeres, que solo se embarazan las mujeres, que solo las mujeres tienen vagina. ¿Para qué? Para que quienes ni pueden menstruar, ni pueden embarazarse ni tienen vagina —es decir, los varones que dicen que son mujeres— no se vean excluidos de la definición de mujer.

“Para que ellos sean lo que no son, las mujeres tienen que dejar de ser lo que son” (leído en Twitter).

Mujeres, las no-hombres

Parecería solo un inocente sufijo, pero bajo el vocablo cis se escoden otras intenciones.

El uso de mujer cis frente a mujer trans implica aceptar que en el grupo humano mujeres hay dos subcategorías, una de las cuales está formada por hombres. “Mujeres cis” se ha traducido incluso como “las que no son trans”.

Foto: Montero, junto a miembros del colectivo trans en la puerta del Congreso. (EFE/Javier Lizón)

Se ha dicho ya desde el feminismo que ese concepto quiere devolver a las mujeres a la otredad. Lo otro, las no-hombres, lo que no somos, en lugar de nombrarnos como lo que sí somos: mujeres.

Hay más. En la definición transgenerista, cis son las personas que están conformes con su género. Si entendemos el género como el conjunto de estereotipos, normas y roles sexuales que se imponen a mujeres y hombres para mantener la jerarquía sexual que implica la subordinación y sumisión para las mujeres, aceptar la expresión “mujeres cis” equivale a decir que las mujeres están conformes con su opresión.

La neolengua asexual borra a las mujeres y trata de crear una realidad alternativa que apuntale las consignas del transgenerismo. Sin sustento científico alguno, se afirma que el sexo es irrelevante, que la biología no importa, que la categoría mujer se define solo por la adopción de los comportamientos estereotipados asignados a las mujeres.

Ni qué decir tiene que en ninguno de los casos mencionados hay un equivalente para referirse a los hombres. Las expresiones personas con pene, personas con próstata, ni están ni se las espera.

*Lola Venegas es periodista y forma parte de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres.

Con la falaz excusa de la inclusividad y la diversidad, las palabras madre, embarazada, lactante están siendo sustituidas por una jerga misógina cuya única finalidad no confesada es permitir que los varones transidentificados se sientan incluidos en la definición de mujer. Ingeniería semántica para desvincular a las mujeres de los procesos biológicos exclusivos de las mujeres.

Lengua española Transexual
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