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¿Hora de tirar la toalla o de tirar de la manta?
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Rodrigo Rodríguez

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¿Hora de tirar la toalla o de tirar de la manta?

Es evidente que el mercado puede mantenerse irracional más tiempo del que yo pueda estar solvente, que diría Keynes, pero también lo es que las compañías continúan sorprendiendo al alza en sus resultados

Foto: Edificio de la Reserva Federal en Washington. (Reuters/Jason Reed)
Edificio de la Reserva Federal en Washington. (Reuters/Jason Reed)

Llegamos a una época del año en la que se hace más y más difícil escribir. Si bien el Sol me invita a descansar, siento que tengo una obligación con ustedes para intentar mantener nuestra línea de comunicación abierta. Prometo intentarlo todas las semanas, pero ruego no se enfaden si alguna me la tomo de vacaciones, como hice la semana pasada. Como estoy seguro de que entenderán por el título y tras haber sido cauto, bajista e incluso algo catastrofista, durante las últimas semanas, debo reconocer que los últimos datos económicos y resultados empresariales, me generan ciertas dudas.

¡Hasta el punto de que igual el equivocado soy yo! Es evidente que el mercado puede mantenerse irracional más tiempo del que yo pueda estar solvente, que diría Keynes, pero también lo es que las compañías continúan sorprendiendo al alza en sus resultados. Cabe destacar el movimiento reciente de Amazon de +9% al salir finalmente de perdidas.

Este efecto se desvanecerá con fuerza a medida que se actualicen las rentas reales, proceso que es relativamente lento

La verdad es que últimamente los indicadores económicos parecen volverse benignos para el mercado, la semana pasada el dato de inflación fue ligeramente más bajo de lo esperado, y esta semana la cierta debilidad en la creación de empleo apunta a que la Reserva Federal puede haber llegado al final de este ciclo de subidas de tipos. El deflactor del IPC americano subyacente de junio registró una subida del 0,17% respecto al mes anterior y la inflación anualizada marcó exactamente el 2% (objetivo final de la Reserva Federal y cifra especialmente ansiada por muchos).

Si bien un mes no marca una tendencia, tengan en cuenta que esta caída de la inflación sucede cuando la inflación de vivienda aún se mantiene al alza, pero este efecto se desvanecerá con fuerza a medida que se actualicen las rentas reales, proceso que es relativamente lento. El informe americano de empleo de julio fue un poco más suave de lo esperado, la segunda caída consecutiva y además con revisiones a la baja de los dos meses anteriores.

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La ausencia de un repunte en la contratación en un crecimiento más firme debería moderar las preocupaciones de que una sorpresa alcista empuje a la Fed a subir tipos de nuevo. Este sigue siendo un mercado laboral que en los términos de Powell "está ajustado". El desempleo bajó a 3,5 % y el repunte en la productividad ayuda al aliviar el crecimiento del coste laboral unitario.

La Reserva Federal recibirá otro informe de empleo y dos informes de inflación más antes de la reunión de septiembre. Si los próximos dos informes confirman el mensaje de junio de que la inflación ahora está cayendo mucho más rápido de lo que esperaba el Sistema de Reserva Federal (la Fed), mientras que los datos laborales se mantienen a estos niveles, creo firmemente que, la Fed, no subirá más los tipos.

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Como he indicado arriba un IPC más bajo por ahora se traduce en múltiplos más altos de bolsa, puesto que el mercado asume que la Fed ya ha alcanzado su objetivo final de tipos y ha hecho esto sin provocar una recesión en la economía. Tan es así que el Nasdaq terminó en positivo en julio por decimosexto año consecutivo. Esta estacionalidad se da también en el 80 % de los casos, lo que debería invitar a cierto optimismo en lo que se refiere a los mercados de renta variable.

Es evidente que las distintas tecnológicas siguen publicando unos resultados magníficos —por ejemplo, Meta la semana pasada o Amazon esta semana— y que existe un alto grado de incredulidad en la comunidad financiera que puede generar una oportunidad a corto plazo para aquellos inversores con cierta experiencia en el uso de opciones. Esto se debe a que la volatilidad implícita es menor que el movimiento que están experimentando estos valores cuando publican resultados.

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Hay algo, sin embargo, que me hace dudar de este escenario tan optimista y que el "cínico" que hay en mí se pregunta constantemente: ¿por qué el volumen de opciones sobre el VIX (índice de volatilidad y potencial indicador de pánico) a 2 y 3 meses es el más alto desde el COVID mientras que la volatilidad implícita en los índices de renta variable a corto plazo está tan baja?; ¿es esta la calma antes de la tempestad?, o ¿debería tirar la toalla y unirme a la corriente alcista?

Honestamente, no lo sé, hace tiempo que muchos analistas llevamos esperando una recesión y la misma no se produce. Frente a esto, las predicciones de la Reserva Federal parecen haber sido las correctas, y el mercado continuo con una fortaleza inesperada. Algo, sin embargo, no me cuadra. Por un lado, Fitch revisa a la baja la deuda americana (algo relativamente grave, aunque sin consecuencias por ahora) y el Banco Central Japones pone fin a su política de control de tipos, generando cierto nerviosismo en los mercados financieros. Por otro lado, creo que la respuesta podría estar en la economía de la calle, no en la de los mercados.

Creo que la respuesta podría estar en la economía de la calle, no en la de los mercados

Es cierto que casi todo el mundo se ha ido de vacaciones, que la mayoría de las playas están a rebosar, pero ¿han visto ustedes como están los restaurantes? Pregúntenles a los hosteleros qué tal se le ha dado el mes de julio. Les aseguro que les va a sorprender la respuesta, pues comparativamente la situación es peor a otros años con costes más altos y menos ingresos. Ese es mi problema, en la superficie todo parece correcto, pero, ¿y si en vez de tirar la toalla en nuestra visión relativamente cauta respecto al futuro, tiramos de la manta?

Llegamos a una época del año en la que se hace más y más difícil escribir. Si bien el Sol me invita a descansar, siento que tengo una obligación con ustedes para intentar mantener nuestra línea de comunicación abierta. Prometo intentarlo todas las semanas, pero ruego no se enfaden si alguna me la tomo de vacaciones, como hice la semana pasada. Como estoy seguro de que entenderán por el título y tras haber sido cauto, bajista e incluso algo catastrofista, durante las últimas semanas, debo reconocer que los últimos datos económicos y resultados empresariales, me generan ciertas dudas.

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