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Crecimiento, materias primas… ¿Inflación?
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Rodrigo Rodríguez

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Crecimiento, materias primas… ¿Inflación?

El oro subía más del 4,5% esta la semana, la plata un 9%, y el índice general de materias primas subía más de un 3,5%. Solo el gas natural acababa la semana en negativo. Esto no ayuda a los precios en el medio plazo

Foto: Empleados del Bundesbank con lingotes de oro. (Frank Rumpenhorst)
Empleados del Bundesbank con lingotes de oro. (Frank Rumpenhorst)

Durante semanas este año, no podía entender los movimientos en los precios de las materias primas. El petróleo llegó a reaccionar negativamente a un deterioro de la situación en Ucrania, y los ataques de Hamás en suelo israelí. Y el oro no reaccionaba a un mundo que cuando menos pintaba peligroso. Al preguntar a los expertos, todos apuntaban a la debilidad de la demanda, específicamente de China y, por tanto, a la falta de crecimiento de la economía. La renta variable, sin embargo, subía por motivos totalmente opuestos, no había riesgo de desaceleración, y los tipos de interés altos no eran problema debido al exceso de crecimiento. Algo no cuadraba, y al menos ahora, parece que existe plena coherencia en los argumentos, y ambos apuestan por la fortaleza de la economía.

Esta sin duda sigue siendo la lectura de la renta variable, que tras una pequeña corrección el jueves, se deshizo de las preocupaciones geopolíticas y repuntó antes del fin de semana tras la publicación de un informe de empleo mejor de lo esperado.

Es importante destacar ambos hechos.

La corrección fue el resultado, por un lado, de un incremento de los riesgos geopolíticos, pues tras los ataques a la Embajada Iraní en Damasco, Irán ha amenazado directamente a Israel, e indirectamente a Estados Unidos, y por el otro, a un potencial riesgo de cambio de política monetaria por parte de la Reserva Federal, puesto que uno de sus miembros, Kashkari, puso la posibilidad de que no hubiera recortes de tipos este año encima de la mesa.

Existía el riesgo que los inversores el viernes utilizasen el informe de empleo como excusa para la toma de beneficios, sin embargo, el alto número de empleos generados en marzo (más de 300.000), junto con un número en línea de los costes laborales y el desempleo, confirmaba el repunte de los índices industriales a nivel mundial e invitaba a creer en una economía en crecimiento con una inflación contenida.

Foto: Sacos de materias primas agrícolas. (EFE/Raminder Pal Singh)

Estos números industriales, relativamente fuertes, incluso en China, sirven de soporte para los mercados de renta variable, y hacen que la cifra de inflación del próximo miércoles sea crítica. Los inversores ya no se preocupan de una potencial recesión, o de un aterrizaje suave, sino que perciben una economía global en crecimiento. Sin embargo, un número alto de inflación, puede dejar a Powell y a los mercados en una situación muy complicada, especialmente cuando el precio de las materias primas se ha disparado. ¿Se arriesgará a una potencial repetición de los años 70? Puede ser que me equivoque, pero igual Kashkari no está tan equivocado

La fuerte demanda tanto de productos como de servicios podría mantener la inflación elevada, puesto que queda claro que ya no se trata de un problema exclusivamente de falta de oferta, sino de exceso de demanda.

Foto: Lingotes de oro. (EFE/Bundesbank)

Y si hay un activo que claramente tiene que reflejar este incremento en la actividad industrial, este aumento del riesgo geopolítico, y un potencial recorte en los tipos de interés, ese son las materias primas. El oro y el petróleo subían más del 4,5% en la semana, la plata un 9%, el cobre más de un 5%, y el índice general de materias primas subía más de un 3,5%. Solo el gas natural acababa la semana en negativo, puesto que incluso el cacao que lleva más de un 120% de revalorización en el año acabó la semana en positivo. Esto sin duda no ayuda a la inflación en el medio plazo.

En el caso del petróleo está claro que ha habido un cambio de tendencia y que la demanda ha sido clave en la subida de precios, al igual que el incremento en los riesgos geopolíticos, pero también lo es que la oferta de Rusia y de Estados Unidos ha sido decepcionante, y que un bloqueo total de Irán, añadiría hasta siete dólares al precio del barril. Dicho esto, creo que por encima de los 90 dólares la OPEP haría uso de la capacidad extra con la que cuenta, que es de más de seis millones de barriles al día, por lo que a no ser que la situación geopolítica se deteriore en exceso, creo que el petróleo podría estabilizarse entre los 90 dólares y 100 dólares.

Todos los que me han leído en el pasado saben que el oro siempre ha sido uno de mis activos favoritos, por dos motivos claros. Por un lado, por ser un refugio seguro en situaciones geopolíticas complicadas y por ser una protección eficaz contra la inflación. Pues bien, si a esto añadimos que históricamente por cada 100 puntos básicos de recorte de tipos de la Reserva Federal, el oro se revaloriza 300 puntos básicos, creo que a esta ola aún le queda mucho recorrido.

Foto: Campa del puerto, junto a la fábrica de Stellantis en Vigo. (Stellantis)

No cabe duda de que la demanda de los bancos centrales, principalmente China y mercados emergentes —India— parecen estar detrás del reciente movimiento, pero el reciente deterioro del riesgo geopolítico hace de los metales preciosos un activo muy apetecible.

La historia en el cobre no solo se basa en la fortaleza de la demanda, sino en la estrechez de la oferta que podría hacer al precio de la tonelada irse muy por encima de los 10.000 dólares.

El gas, a mi entender, presenta una muy buena oportunidad, para aquellos que sean pacientes, pues creo que está en la misma situación que estaba el petróleo en enero.

Foto: Una excavadora mueve carbonato de litio en una planta de Bolivia. (EFE/Luis Gandarillas)

Los niveles de almacenamiento en Europa están al máximo histórico; sin embargo, desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la oferta no ha hecho más que reducirse. Obviamente, al entrar en la temporada de verano, no cabe esperar una reducción del almacenamiento en el corto plazo; sin embargo, cualquier incremento del riesgo geopolítico junto a una potencial bajada en las temperaturas el próximo invierno podría disparar el precio del gas que ahora mismo cotiza más próximo al carbón que al petróleo. Un cambio en la dinámica podría afectar claramente a este activo que podría llegar a doblar en precio.

En resumen, creo que a las materias primas les queda recorrido, y que claramente hay un desequilibrio en la mayoría de ellas entre la oferta y la demanda, pero su potencial efecto inflacionario es lo que me hace pensar que los tipos de interés pueden estar elevados más de lo que ahora mismo la misma Fed quiere reconocer.

Durante semanas este año, no podía entender los movimientos en los precios de las materias primas. El petróleo llegó a reaccionar negativamente a un deterioro de la situación en Ucrania, y los ataques de Hamás en suelo israelí. Y el oro no reaccionaba a un mundo que cuando menos pintaba peligroso. Al preguntar a los expertos, todos apuntaban a la debilidad de la demanda, específicamente de China y, por tanto, a la falta de crecimiento de la economía. La renta variable, sin embargo, subía por motivos totalmente opuestos, no había riesgo de desaceleración, y los tipos de interés altos no eran problema debido al exceso de crecimiento. Algo no cuadraba, y al menos ahora, parece que existe plena coherencia en los argumentos, y ambos apuestan por la fortaleza de la economía.

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