Hasta los diodos
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Jeff Bezos retrasa la vuelta de la humanidad a la Luna
Según un informe del auditor de la NASA publicado este martes, el lloriqueo de Jeff Bezos ha sido una de las razones principales del retraso de la vuelta a la Luna programada para 2024
Me vais a perdonar, pero hoy vengo a dar la brasa otra vez con ese Lex Luthor de garrafón que es Jeff Bezos, la NASA y el trilero intergaláctico de Elon Musk.
Pero sobre todo con Bezos, un tipo tan brillante como deleznable. Un marciano que tiene los santos diodos de darle las gracias a sus empleados por pagar su cipotudo cohete. Con lo que se ha ahorrado en sus salarios y haciéndoles orinar en botellas para que no pierdan el tiempo, se entiende.
No, no voy a meterme otra vez con su dildo de propulsión a chorrazo. Para eso ya tenemos a Brian May —guitarrista de Queen, doctor en Astrofísica por el Imperial College de Londres y portavoz no oficial de fregonas Vileda— que el otro día decía que era fan de la exploración espacial, pero que no entendía lo de Bezos y Richard Branson.
“Amo la exploración espacial”, apuntaba May, “pero cuando se trata de un tipo muy rico poniéndose a sí mismo en el espacio —aunque realmente no sea en el espacio, sino solo a 60 millas de altura— me pregunto: ‘¿Para qué sirve eso?’. ¿Eso es abrir camino? La verdad es que no, porque ya ha habido hombres en la Luna. ¿Se trata de algún tipo de vanidad y, si es así, no se podrían haber gastado el dinero en otra parte?”.
Un envidioso galáctico
¿Pues sabes en qué se ha gastado el dinero Jeff Bezos, Brian May? En pagar abogados para jodernos a todos una vez más: según hemos podido saber en un informe del auditor de la NASA publicado el 10 de agosto, la demanda de Blue Origin contra SpaceX ha terminado de descarrilar el plan de volver a la Luna en 2024.
El informe dice lo siguiente: “Retrasos relacionados con el desarrollo de la nave lunar y las protestas contra la adjudicación del contrato van a impedir un alunizaje en 2024”. El auditor oficial de la agencia espacial estadounidense se refiere al contrato del Lunar HLS (Human Landing System) que SpaceX ganó por 2.900 millones de dólares y que Jeff Bezos —cuya compañía Blue Origin presentó una propuesta de 5.900 millones— paró con un recurso ante la comisión que analiza estos concursos públicos. La demanda de Blue Origin acabó siendo desestimada, pero el daño ya estaba hecho.
Ya era demencial que un señor mayorzote lleno de bótox —con una compañía que ni ha salido al espacio exterior ni ha puesto nada en órbita— se ponga a lloriquear protestando porque SpaceX —que lleva lanzando satélites, carga y tripulaciones a la ISS durante años para la NASA, la US Air Force e infinidad de compañías privadas— se llevara el gato al agua. Pero, enterarse de que por culpa de este envidioso millonetis nos hayamos quedado todos sin alunizaje en 2024, a mí me provoca una mala hostia cósmica.
Y sí, el informe también habla de otros factores que han contribuido al retraso, como el desarrollo fallido de los nuevos trajes lunares por falta de presupuesto (y que el fanfarrón de Elon Musk se ha ofrecido pagar de su bolsillo). Pero, según el auditor de la NASA, parece que los gimoteos de Bezos han sido decisivos. Como dice Paquito, que no es tan finolis como Brian May, “si alguna vez me cruzo con ese mequetrefe, le voy a dar tal hostia de arrodabrazo que sí que va a entrar en órbita planetaria. Pero la de Neptuno”.
Me vais a perdonar, pero hoy vengo a dar la brasa otra vez con ese Lex Luthor de garrafón que es Jeff Bezos, la NASA y el trilero intergaláctico de Elon Musk.