Mala Fama
Por
¿Cuáles son los auténticos problemas de España?
El CIS solo aporta confusión al forzar que el concepto "inmigración" sea el principal problema del país
Entre las opciones que Tezanos dio a 4.000 españoles para que señalaran cuál es a su juicio el principal problema de nuestro país, había una que decía “inmigración”. Sin matices. No podías elegir, por ejemplo, entre “inmigración legal” e “inmigración ilegal”. Tampoco podías marcar “inmigración procedente de Marruecos”. Sólo podías poner todas tus fichas en “inmigración”.
Esta generalidad demoscópica no se emplea nunca para el auténtico problema de España, que son los políticos. Ahí Tezanos, el CIS, confunde mucho, porque desde tiempos inmemoriales no pone “los políticos”, sino que ofrece siete opciones: 1) “problemas políticos en general”, 2) “el mal comportamiento de los políticos”, 3) “el gobierno y los partidos políticos”, 4) “la corrupción y el fraude”, 5) “lo que hacen los partidos políticos”, 6) “situación e inestabilidad política”, y 7) “la falta de confianza en los políticos”. Por si fuera poco, se centrifugan seis opciones más que, en el fondo, también señalarían a los políticos: 1) “los estatutos de autonomía”, 2) “el funcionamiento de la democracia”, 3) “la subida de impuestos”, 4)“los nacionalismos”, 5) “política exterior”, y 6) “la falta de servicios públicos”. Así, de trece quejas que tendríamos todos sobre los políticos, se concluye que nuestros mandatarios apenas son un problema para el ciudadano.
La inmigración consiste en irse a vivir a otro país. Normalmente trabajas, pero puedes no hacerlo si te asiste un patrimonio glorioso. El titular “La inmigración es ya el principal problema para los españoles” no significa que Mbappé, que acaba de venir a vivir y a trabajar a España, sea un problema para los españoles. Tampoco significa que Mariela, Yeison o Marius, que trabajan en Glovo, Día o en el servicio de reparto de Amazon, tengan muy preocupada a la gente de Madrid o de Barcelona. Lo cierto es que nadie está preocupado por ellos.
¿Qué significará “inmigración” como problema?, debemos preguntarnos. ¿Usted lo sabe?
Los españoles están preocupados por lo mismo que los suecos: la calidad del control del Gobierno sobre la persona que entra en el país
No me hagan caso, pero cuando decimos, con sinécdoque abusiva y nada técnica, e incluso realmente ofensiva (tomar el todo por la parte) que la inmigración es un problema, yo creo que tiene que ver exclusivamente con violaciones, robos y acuchillamientos; con la degradación general que se percibe en ciertos barrios cuando un tipo concreto de inmigrante se concentra en él. Los españoles están preocupados por lo mismo que los suecos, los alemanes o los ingleses: por la calidad del control que ejerce el gobierno sobre las personas que entran en su país.
Como el CIS mezcla a Mbappé y a Mariela con el tipo detenido 65 veces en Badalona, el ministro Bustinduy y diversos cortesanos de la opinión pueden fácilmente torear la encuesta sin acabar corneados. La bobada, en fin, de que los españoles también emigramos una vez; la sandez, en fin, de que deberías preocuparte por el precio de la vivienda y no por los extranjeros; la salvajada, ay, de que la inmigración es buena porque a ver si no quién me limpia a mí la casa. Nadie está hablando de eso. Estamos hablando de que violen a tu hija, te atraquen o te acuchillen.
La BBC ha informado hace poco de que en Londres se denuncia ya una violación cada hora.
Se dice también que en tres meses, el fascismo ha conseguido convencer a la gente de que la inmigración es mala. Esto es curioso, porque en seis años, y con todas las baterías disparando consignas 24 horas al día, no se ha conseguido convencer a la gente de que el “cambio climático” es su principal problema. Mes a mes, el CIS de Tezanos muestra que el cambio climático no llega nunca a estar entre los quince principales problemas de los españoles. Igualmente, con la “violencia de género”, después de años insistiendo en que no se podía volver a casa “sola y borracha”, pues existía una “cultura de la violación”, y de dedicar cientos de millones de euros a propagar el terror entre las mujeres y la culpa entre los hombres, lo cierto es que, CIS a CIS, este problema nunca supera el punto porcentual (1), incluso cuando los encuestados son siempre en un 52% mujeres.
Quiere decirse que a lo mejor la gente está de verdad preocupada por la inmigración ilegal delictiva, amigos. No es que un par de tuiteros con la bandera de España en el perfil les hayan lavado el cerebro a todos.
Asumiendo que la preocupación es real y no inducida, algunas voces advierten de lo equivocada de esta percepción. Puede que la gente crea que la inmigración ilegal delictiva es un problema muy grande, pero, vistas las cifras, no es cierto. Del mismo modo que 15.000 viviendas ocupadas no significan que la okupación sea un problema, pues hay más de 20 millones de viviendas en España, un robo aquí, una violación allá, un atraco y otro atraco y un acuchillamiento y otra violación y otro robo no son para tanto. ¿Acaso te han acuchillado a ti? Cuando te acuchillen a ti, entonces dime que tienes un problema con los acuchillamientos.
Esto también es curioso (¡todo es tan curioso en España!). Con una media de 50 mujeres asesinadas por “violencia machista” al año, se considera que “nos están matando” (a 25 millones de mujeres españolas). Con 15.000 casas ocupadas, no se considera que “nos están ocupando”. Al mismo tiempo, todos los hombres somos potenciales violadores, salvo los hombres que acceden a tu país ilegalmente y que te provocan escalofríos cuando te los cruzas por la noche. Estos no son potenciales violadores.
Aquí podemos entrar en un dilema filosófico de algún interés. ¿Es el miedo un problema? Yo creo que sí. Cuando ETA hacía estallar bombas a lo tonto y se llevaba por delante a quien tuviera la mala suerte de pasar por la calle elegida para su atentado, lo cierto es que había muy pocas posibilidades de que tú, concretamente tú, murieras, pero eso no dejaba de asustarte ni de ponerte nervioso en relación a tus familiares y amigos, también sujetos al azar fatal de una bomba en su itinerario.
Cuando escuchamos casos de violencia protagonizada por muchachos marroquíes, o leemos titulares en los periódicos sobre violaciones en grupo o cuchillos, el miedo lo da nuevamente la condición aleatoria de estos delitos. Le ha pasado a él, a su hija, a su esposo, como me podría pasar a mí, a mi hija, a mi marido. No creo que sea tan difícil de entender.
Si un asesino en serie surgiera en España y empezara a matar a un niño a voleo cada año (sólo a uno y sólo cada doce meses), todos los padres de España estaríamos aterrados, y de nada valdría que nos dijeran, bah, estadísticamente es muy improbable que te toque a ti. Sin embargo, el gobierno, los cortesanos del criterio y, en fin, tanta gente cómoda e ideológicamente anestesiada creen que el miedo tiene que producirse únicamente con una amenaza por escrito que recibas en casa a tu nombre y certificada. La vida no funciona así.
Manuel Jabois, en la radio, dijo que también habría que preguntarle a los inmigrantes cuáles son sus principales problemas. Aunque un 6% de los encuestados por el CIS son ya nacidos fuera de España (inmigrantes casi en su totalidad, podemos considerar), sería fantástico que se hiciera un CIS únicamente a los inmigrantes. El principal problema que señalarían les iba a sorprender: la inmigración.
Sería fantástico que se hiciera un CIS únicamente a los inmigrantes. El principal problema que señalarían les iba a sorprender: la inmigración.
Es decir, la inmigración ilegal delictiva. ¿Dónde creen que viven Mariela y Yoel y Danna? ¿En el barrio de Salamanca o en Carabanchel? ¿Y qué creen que les da miedo cuando vuelven a casa por la noche? ¿El fascismo?
Una encuesta (venturosamente no diseñada por Tezanos) a los inmigrantes que viven y trabajan en España acerca de sus problemas daría como resultado un calco casi exacto de la realizada a los españoles de nacimiento. Porque, después de “la inmigración” como sinécdoque de “inseguridad ciudadana”, muchos inmigrantes se preguntarían por qué tienen que pagar 100 euros a turbios intermediarios para que las oficinas de extranjería españolas les atiendan. Es decir, su segundo problema sería el mismo que el nuestro: los funcionarios y la burocracia.
El estado está para que tú te gastes el dinero que te queda después de impuestos en contratar los servicios que el Estado dice darte, pero no te da: seguridad y gestiones.
El principal problema de España es que hay un montón de políticos que esperan a que un problema sea tan grave que no les quede más remedio que intervenir, simplemente para salvar su indecente modo de vida.
La delincuencia aparejada a la inmigración ilegal sin control será un problema muy grave dentro de cinco o diez años.
Hasta entonces, todos fascistas.
Entre las opciones que Tezanos dio a 4.000 españoles para que señalaran cuál es a su juicio el principal problema de nuestro país, había una que decía “inmigración”. Sin matices. No podías elegir, por ejemplo, entre “inmigración legal” e “inmigración ilegal”. Tampoco podías marcar “inmigración procedente de Marruecos”. Sólo podías poner todas tus fichas en “inmigración”.
- Si Elon Musk es idiota, ¿tú qué eres? Alberto Olmos
- No eres escritor hasta que vives de ello (y no de tus padres) Alberto Olmos
- No sonrías con Aznar, y otros preceptos del cine español Alberto Olmos