Rubiales, Molina y aquella derrota del Levante que salvó al Athletic... de Villar

Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces es un refrán popular español que se usa para indicar que una persona tiene falta de aquello de lo que precisamente quiere aparentar que le sobra, de ahí que se utilice contra los hipócritas o, como se dice ahora, el postureo. Desde que el pasado 17 de mayo fue elegido presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), prácticamente no ha habido un solo día en el que por un motivo u otro Luis Rubiales no haya hablado y alardeado de valores.

“Cuando se toma una decisión con valores y convicción, se tiene que estar tranquilo", dijo tras destituir a Julen Lopetegui a dos días de empezar el Mundial de Rusia. "Estos son los valores de la nueva Federación y a quien no le guste, tendrá que acostumbrarse”, afirmó tras la lógica eliminación de España en octavos de final, precisamente por cargarse al 'piloto' de la Selección en pleno vuelo. "Mi camino es el de la verdad y el trabajo", respondió al ser preguntado por la última denuncia que ha recibido por el llamado 'caso arquitecta', quien le acusa de encargarle las reformas de su casa a cuenta de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) e, incluso, de haberla agredido.

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Claro que, volviendo a lo del dime de lo que presumes y te diré de lo que careces, lo importante en estos casos no es lo que dices, sino lo que haces. Es decir, que de poco o nada vale hablar permanentemente de valores si no los demuestras con tus actos. Es evidente que la RFEF necesitaba cambios importantes y que algunos se están produciendo. Tampoco era difícil, la verdad, pero aún así hay que felicitarse. Sin embargo, dudo mucho que Luis Rubiales sea el más indicado para regenerar un estamento al que, primero, ha llegado aupado precisamente por el mismo sistema clientelar que impuso su antecesor y gran valedor, Ángel María Villar, y, segundo, porque, caso Lopetegui al margen, lleva camino de superarle a la hora de pagar y cobrarse favores.

Sí, el hecho de que Rubiales vaya a cobrar el 0,6% de los patrocinios que consiga la RFEF, lo cual, según el presupuesto de 2018, serán 175.800 euros y elevará su sueldo bruto a 335.800, no parece muy ético. ¿Acaso esto no debería ser un incentivo para el responsable de patrocinios? Igual esta medida ayuda a entender, entre otros posibles motivos, la marcha de Cruzcampo y, según se comenta en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, las inminentes de Movistar y Pelayo. Es evidente que para 'Rubi', como ha pedido a sus empleados que le llamen, presidir la RFEF es su modo de vida, lo cual es muy respetable, aunque si algo necesita el fútbol español, como todo el deporte español en general, es gente cualificada que venga a servir y no a servirse.

El nombramiento de Alfredo Lorenzo

Quizás por eso, y porque en algunos apartados sí se ha rodeado de personas capacitadas y no solo de imputados en la Soule, el nombramiento de Alfredo Lorenzo como nuevo responsable del Departamento de Integridad y Seguridad, también de nueva creación, es sin duda una gran noticia. Tal y como anunció la vicepresidenta del área de Integridad, Ana Muñoz, la RFEF incorpora a un experto en materias tan sensibles como la lucha contra la corrupción deportiva, los amaños en el deporte, la alteración de los resultados de la competición o la violencia en el deporte. La trayectoria profesional de Alfredo Lorenzo en el Cuerpo Nacional de Policía, la empresa privada -concretamente en Repsol- y LaLiga, para la que le fichó Javier Tebas, le avalan.

Pero la llegada a la RFEF de un responsable de integridad de la mano de Rubiales también es toda una paradoja, pues sabido es que tanto el ex presidente de AFE como José Francisco Molina, recientemente nombrado director deportivo de la RFEF en sustitución de Fernando Hierro, jugaron el famoso Athletic-Levante del 17 de junio de 2007, precisamente el último partido como profesional del ex guardameta. Molina recibió dos goles en San Mamés, pero fue el más destacado ante un rival que se salvó del descenso en esa última jornada la Liga con una victoria que envió a Segunda al Celta.

Tal y como puede comprobarse en las imágenes o se reflejó en todas las crónicas, ese día Molina paró todo lo que estuvo en su mano, aunque no pudo evitar el gol en propia puerta de su compañero Serrano ni un cabezazo a bocajarro de Gabilondo. Al que fuera portero del Atlético de Madrid no le gustaron muchas cosas que vio, entre ellas la supuesta venta de ese partido ante el Athletic a la que él se negó tajantemente junto a otros compañeros generando tensión en el vestuario. A pesar de tener un año más de contrato con el equipo granota, Molina colgó los guantes.

La integridad empieza por uno mismo

Popular TV desveló una grabación del supuesto amaño de ese Athletic-Levante. Se trataba de una conversación entre el entonces capitán del equipo valenciano, Iñaki Descarga, y su entonces presidente, Julio Romero, en la que se vanagloriaban de la presunta venta. "Ahora todos quieren la prima. Está metida en una caja fuerte. Si tú ves el partido, no se puede decir que esté amañado", comentaba el lateral, para añadir que "se lo debí decir a toda la plantilla, pero, si lo hago, no se hace". Además de Molina, también se opusieron al arreglo Luis Rubiales y el centrocampista italiano Tomassi.

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Prueba de su inocencia es que los tres fueron citados despectivamente por Descarga y Romero. "Se diga lo que se diga, nosotros tenemos que decir que fuimos a ganar el partido", se escucha, para rizar el rizo cuando el dirigente se alegra de haber favorecido al equipo de Villar, el entonces presidente de la RFEF. "Nos hemos encargado de que Villar lo sepa también para decir, vamos a ver, no es que te vaya a dar nada, pero sí que a lo mejor le estás diciendo: 'No estamos en contra de los tuyos. Para que lo sepa". No, esta gravísima acusación, además de la propia grabación, no tuvo ninguna consecuencia...

Once años después, el presidente de la RFEF no es Villar sino Rubiales y, aunque solo sea para justificar esos valores de los que tanto habla y alardea, ha tenido la feliz idea de crear un Departamento de Integridad y Seguridad con personas tan válidas como Ana Muñoz y Alfredo Lorenzo. Claro que, como la caridad, la integridad empieza por uno mismo y, a la espera de cómo queden las demandas del 'caso arquitecta', lo de cobrar un porcentaje de los patrocinadores de la RFEF no suena nada bien. Es más, por mucho que fuera aprobado en la reciente Asamblea por unanimidad, suena muy mal y más que atraer patrocinadores, igual los espanta. Bueno, de hecho ya los está espantando. Y con razón.