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Al Grano
Por
Trump, lo 'progre' y el PSOE de Sánchez
El partido de Sánchez comparece desfigurado por esa izquierda plurinacional, feminista, antitaurina y descolonizadora que se enreda en debates ajenos a las necesidades de las clases más desfavorecidas
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Ha explicado Esteban Hernández en EC el deslizamiento de los trabajadores hacia la derecha. Esa ola recorre el mundo desde que la izquierda se enredó en bobalicones discursos que no necesitan los desamparados de toda la vida. No los necesitan porque no les redimen. No los sacan de pobres. Y entonces Trump convirtió el proteccionismo comercial en receta llamada a mejorar la vida de los hombres y mujeres que dependen de un salario.
El asunto motiva a finos analistas de aquí y de allá. Resaltan la conexión de Trump con amplios sectores sociales hartos del discurso jactancioso de lo 'progre'. Así que, a dos semanas del cónclave nacional del PSOE en Sevilla, viene a cuento dedicar un breve turno a la oportunidad que tienen los socialistas de marcar distancias con la ola woke, en el peor sentido del término. El que retrata a quienes se sienten superiores, mientras aumentan las desigualdades, las pensiones corren peligro, los jóvenes buscan oportunidades fuera de España y se nos pone cara de tontos a quienes vivimos como un mal sueño la victoria de un delincuente y hasta última hora apostamos por Kamala Harris.
Me remito al sector al que aquí nombramos como “la izquierda a la izquierda del PSOE”, integrada en la ecuación de poder al servicio de Pedro Sánchez. Sector enfangado en una guerra fratricida (véase la reyerta de los podemitas con Yolanda Díaz o la propia campaña de Izquierda Unida para cambiarle el nombre a la coalición “Sumar”), no menos cruda que la que enfrenta a separatistas de derechas con separatistas de izquierda en Cataluña y Euskadi, asimismo amontonados en el sindicato de costaleros de Sánchez.
Con todos esos datos de fácil verificación sobre la mesa, se enfrenta el PSOE al reto de recuperar los postulados de la izquierda tradicional, comprometerse con el arropamiento a las capas bajas de la sociedad y volver a reconocerse en su identidad socialdemócrata. También se le ofrece la oportunidad de recobrar la vocación de centralidad mostrada durante las cuatro últimas décadas (nuestro más dilatado periodo de paz y progreso), en línea con las tesis del histórico líder socialista, Felipe González, cuando reclama de su partido el propósito de reconquistar la “mayoría social”.
Los analistas señalan el revolcón de Donald Trump a la moda de lo 'woke' y dan por hecho un frenazo a las políticas 'progres'
Lo dicho, en prácticamente todos los análisis sobre el resultado de las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos se señala el revolcón de Donald Trump a la moda de lo woke. Se da por hecho el frenazo a las políticas llamadas “progres” y, en la medida que esas políticas desgastan a la izquierda tradicional, tal vez el frenazo sirva para desempolvar el dicho de que no hay mal que por bien no venga.
Lo cierto es que, en vísperas de su 41 congreso federal comparece un PSOE desfigurado por esa izquierda plurinacional, feminista, ecológica, antitaurina y descolonizadora que se enreda en debates ajenos a las verdaderas preocupaciones de las clases más desfavorecidas.
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Atención, pregunta. Retórica, claro, pero no mercenaria:
¿De qué les sirve a las familias más vulnerables, con serias dificultades de acceso a una vivienda o a un puesto de trabajo, un paso adelante en el lenguaje inclusivo, que se prohíban las corridas de toros o que se banalice el “fascismo” como la pedrada favorita contra el discrepante de quienes se ponen estupendos repartiendo credenciales de progresía?
Ahí lo dejo.
Ha explicado Esteban Hernández en EC el deslizamiento de los trabajadores hacia la derecha. Esa ola recorre el mundo desde que la izquierda se enredó en bobalicones discursos que no necesitan los desamparados de toda la vida. No los necesitan porque no les redimen. No los sacan de pobres. Y entonces Trump convirtió el proteccionismo comercial en receta llamada a mejorar la vida de los hombres y mujeres que dependen de un salario.