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¿Cómo invertir en Blockchain?
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Javier Molina

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¿Cómo invertir en Blockchain?

Invertir en Blockchain es posible y presenta varias alternativas para cada perfil de riesgo. Desde la inversión directa en 'criptoactivos' hasta los ETFs

Foto: Foto: Istock.
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Es el futuro y, sin darse cuenta, terminará utilizando la tecnología Blockchain en su día a día. No ahora mismo, pero no pasará mucho tiempo antes de que esto sea una realidad. La transformación digital mediante la cadena de bloques, ha saltado a otra dimensión y las pruebas de concepto se van superado con éxito, existiendo ya diversas aplicaciones reales que vienen a transformar muchos sectores. Hace ya unos años que en esta misma sección introducía de la mano de Alex Preukschat, qué era y cómo cambiaría nuestras vidas Blockchain. Decía entonces que estábamos ante una nueva revolución y que las aplicaciones que veríamos, comprenderían campos tan distintos como el financiero, el crowdlending con fines sociales, el eléctrico, el de la propiedad o el de la inversión en deporte entre muchos otros.

Se ha escrito ya bastante sobre Blockchain y no quiero incidir de nuevo en ello. Solo decir que se trata de una tecnología que permite transferir datos en formato digital por la red, de forma segura y sin intermediario alguno. Es una base de acontecimientos digitales, donde éstos se registran, no pueden ser alterados y al no existir un ente centralizador, es la propia comunidad quien valida los mismos. Si quiere saber más, le sugiero la web de Blockchain España como fuente de conocimiento amplio y completo.

Foto: La comisaria europea de Justicia, Vera Jourová. (EFE) Opinión

Sin embargo, a la hora de invertir uno puede verse perdido entre las opciones existentes y se tiende a pensar en los ‘criptoactivos’ como la única forma de participar de este mercado. Dada la alta especulación y volatilidad que se está observando en ese mundo, muchos son los que deciden no participar del mismo. Sin embargo y como no podía ser de otra forma, la industria de inversión se está desarrollando al mismo ritmo que la tecnología, y existen varios ETFs cotizados que pretenden apostar por aquellas empresas con alta involucración tecnológica en negocios que impliquen el uso de Blockchain.

En este sentido, podemos distinguir varias formas de participar en esta revolución industrial de internet. Desde el 'Venture Capital' hasta abrir posiciones en acciones cotizadas en el Nasdaq, pasando por las ICOs, mediante gestión pasiva utilizando fondos cotizados y sin olvidar por supuesto, los mencionados ‘criptoactivos’… invertir en Blockchain es posible.

Foto: (EFE) Opinión

La innovación tecnológica va, de una forma u otra, ligada a las start-ups. Este tipo de empresas han destacado en los últimos 50 años por ser pioneras en estos desarrollos y son parte muy importante del ecosistema empresarial. Sin embargo, estos proyectos ciertamente novedosos, es muy complicado que encuentren financiación en los intermediarios financieros clásicos como puede ser, por ejemplo, la banca o empresas de crédito. Es por eso que tienen que buscar en el 'Venture Capital' una forma de lograr esa financiación y así poder llevar a cabo esos proyectos. En estos casos, los inversores toman una posición de largo plazo (la media está entre 4 y 7 años) mientras el proyecto, claramente definido, se va realizando. Suelen tomar voto en la empresa y pueden, en determinados casos, prestar servicios encaminados a ayudar en la gestión y desarrollo del proyecto. Cuando la empresa alcanza su punto de maduración y rentabilidad esperada para el 'Venture Capital', deshacen sus posiciones y dan por concluida su inversión en la empresa. En estos casos, el acceso a poder financiar, se limita a esos fondos o personas de alto capital y conocimiento, no dando opción a los pequeños inversores. Un ejemplo relacionado lo vimos con el BBVA y su inversión en un fondo de 'Venture Capital' que tomó una posición en Coinbase y que, a día de hoy, le supone obtener un muy buen resultado. Sin embargo, no hay que olvidar que el 10% de los proyectos de 'Venture Capital' generan de media, el 60% de los resultados positivos, y que dado ese riesgo implícito se necesita de alta escalabilidad y amplio conocimiento.

Las ICO (Initial Coin Offering) no son más que un mecanismo de financiación de nuevos protocolos tecnológicos a través de la red. En este caso, la empresa o individuo emite tokens y las pone a la venta para lograr ese fondeo y los entrega contra euros, dólares, bitcoins o ethers. Lo interesante de estas ofertas que se hacen por internet exclusivamente, reside en las características y propósitos de esos tokens. Algunos pueden servir para acceder o utilizar algunos de los servicios que ese desarrollo que se va a financiar. Es decir, para utilizar la Blockchain de Ethereum necesito los ethers (ETH). Otros 'tokens' pueden dar derechos económicos sobre ingresos futuros. Otras no tienen ningún valor tangible. Aquí es importante saber muy bien qué pretende ese proyecto, si hay un plan económico, si tiene sentido y utilidad, etc.

Lamentablemente se han dado muchos casos de scams e inexistencia de proyecto que han terminado con fuertes perdidas para muchos inversores incautos y advertencias tanto de la SEC como de la CNMV. Leer y entender el “Whitepaper”, conocer al equipo, seguir lo que comenta la comunidad, etc. ayudará a evitar parte de estos riesgos.

Otra forma de invertir: con la posibilidad de abrir posiciones, mediante nuestro bróker tradicional y en mercados como en norteamericano

En cualquier caso y pese a que el tipo de inversor de una ICO no es el mismo que el de un 'Venture Capital', las ventajas que presenta pasan por la existencia de un mercado secundario (Exchanges) donde podrán cotizar esos tokens. Eso hace que exista una liquidez y que, en función de la evolución del proyecto, se pueda asistir a una revalorización futura. Por el contrario, salvo confirmación expresa, la tenencia de tokens no implica propiedad. Es decir, tener un token no otorga derechos de voto ni de participación en el capital social. Así mismo, lo que sí permiten las ICOs es el acceso de todo el mundo a poder formar parte de un proyecto de estas características.

Si miramos ahora otra forma de invertir más clásica, nos encontramos con la posibilidad de abrir posiciones, mediante nuestro bróker tradicional y en mercados como en norteamericano, en acciones de mercados oficiales. Overstock (OSTK) facturó el año pasado 1.740 millones de USD como un minorista online, al estilo Amazon, pero utilizando tecnología Blockchain. IBM (IBM) hace ya un tiempo que decidió posicionarse en el desarrollo de aplicaciones que utilicen esta tecnología como base de su desarrollo. Basta con mirar las soluciones que ofrecen para darnos cuenta de la apuesta de la empresa, y casos como el de la trazabilidad de los alimentos, identidad digital o soluciones de incremento de eficiencia en el sector financiero son ya una realidad. NVIDIA, Intel, Microsoft o Cisco son otros casos donde parte de su negocio está girando hacía la aplicación de Blockchain. En estos casos, tomar una poción supone apostar por ese desarrollo al tiempo que, en caso de no evolucionar favorablemente, el resto del negocio “tradicional” puede funcionar como fuente de minimización del riesgo.

Así mismo y dentro de los productos financieros tradicionales, tenemos ya una serie de fondos cotizados (ETFs) que permiten tener exposición a una cesta de acciones que cumplan las anteriores características. Los fondos disponibles pueden verse en la siguiente tabla y, pese a ser unos productos nuevos (inician en 2018 su cotización) el volumen que se va gestionando no deja de aumentar.

Así las cosas, y dejando claro que el autor no recomienda ni invita a tomar posición alguna en estos ni otros activos, invertir en Blockchain es posible y presenta varias alternativas para cada perfil de riesgo. Desde la inversión directa en 'criptoactivos' hasta los ETFs, apostar por el desarrollo e implantación de la cadena de bloques es hoy una realidad que se traduce en la existencia de activos diversos y multitud de mercados. Como siempre, de cada uno dependerá su estrategia de inversión, los objetivos perseguidos y el nivel de riesgo que se quiere asumir. El resto ya dependerá de la capacidad de uso que de Blockchain se termine haciendo, y veremos lo que el futuro nos depara que, a mi juicio, no será una revolución menor.

Es el futuro y, sin darse cuenta, terminará utilizando la tecnología Blockchain en su día a día. No ahora mismo, pero no pasará mucho tiempo antes de que esto sea una realidad. La transformación digital mediante la cadena de bloques, ha saltado a otra dimensión y las pruebas de concepto se van superado con éxito, existiendo ya diversas aplicaciones reales que vienen a transformar muchos sectores. Hace ya unos años que en esta misma sección introducía de la mano de Alex Preukschat, qué era y cómo cambiaría nuestras vidas Blockchain. Decía entonces que estábamos ante una nueva revolución y que las aplicaciones que veríamos, comprenderían campos tan distintos como el financiero, el crowdlending con fines sociales, el eléctrico, el de la propiedad o el de la inversión en deporte entre muchos otros.

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