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Por qué Lertxundi apela a la beligerancia para que el Athletic 'coma' niños crudos
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Kike Marín

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Por qué Lertxundi apela a la beligerancia para que el Athletic 'coma' niños crudos

La delicada situación deportiva del Athletic lleva a uno de sus ex presidentes a pedir ser "el enemigo" de Real, Alavés, Eibar y Osasuna, como si no lo fueran de siempre y su problema fuera ese

Foto: Imagen del famoso león que hay en San Mamés
Imagen del famoso león que hay en San Mamés

Fue presidente del Athletic Club entre 1990 y 1994, un período de tiempo en el que el equipo bilbaíno tuvo hasta cuatro entrenadores. Es decir, a una media de uno por temporada, lo cual dice muy poco de su gestión. En sus dos primeros años, con Javier Clemente, Iñaki Sáez y Txutxi Aranguren en el banquillo de San Mamés, el Athletic se quedó a 3 y 2 puntos, respectivamente, de jugar la promoción de descenso a Segunda. Solo la llegada de Jupp Heynckes le permitió respirar tranquilo, aunque tras su cuarta temporada, precisamente en la que el técnico alemán clasificó al Athletic para la Copa de la UEFA, perdió las elecciones. Solo Lorenzo Sanz superó tal pifia en el 2000, cuando Florentino Pérez -eso sí, gracias al famoso voto por correo- le desbancó de la presidencia del Real Madrid a pesar de haber ganado la octava Copa de Europa.

Sí, estoy hablando de José Julián Lertxundi, quien hace unos días sorprendió con unas declaraciones sobre la crisis que está viviendo el Athletic en las que no dudó en hablar de ser "beligerantes" con el resto de clubes vascos, a los que calificó de "enemigos". Unas palabras que no hacen sino reflejar el pensamiento de algunos aficionados rojiblancos que se empeñan en querer mantener su 'filosofía' a costa de las de otros. Cabe recordar que una de las primeras decisiones del ex presidente fue, además de rescatar a Clemente, pagar la cláusula de rescisión del realista David Billabona, así que tampoco es de extrañar que 28 años después siga pensando lo mismo. "Un nuevo Athletic de siempre" fue su eslogan en la campaña en la que derrotó a José Mari Arrate, quien cuatro años después le derrotó a él.

Foto: Josu Urrutia y Kepa Arrizabalaga, tras la última renovación del portero con el Athletic. (EFE) Opinión

Lertxundi se dejó ver hace unos días en la presentación de la candidatura de Alberto Uribe-Echevarría a la presidencia del Athletic, junto al mencionado Arrate, el ex diputado general de Bizkaia Josu Bergara, el ex concejal de Bilbao Sabin Anuzita y un buen números de empresarios de la órbita del PNV. Nada nuevo. "Hay que tocar el modelo de gestión. Hemos vendido a Kepa Arrizabalaga por 80 millones y a la semana siguiente compramos un central -Iñigo Martínez- por 45 o 50. Esos 80 millones se tenían que haber guardado en caja y hacer una gestión de choque en toda Euskal Herria, pero en chavales de 14 años", señaló en los micrófonos de 'Radio Marca'.

"Me vuelvo beligerante con todos mis vecinos", añadió Lertxundi, como si el club bilbaíno no lo hubiera sido históricamente y cuando la realidad es que siempre lo ha sido. "Me equivocaré en muchos, pero me costará poco dinero", aseguró con una prepotencia que explica muchas cosas. Primero: si dice que costará poco dinero, ¿cómo espera convencerles? ¿Acaso se cree que el resto de clubes, y especialmente la Real, no lo tienen y que, además, ofrecen más cosas que el maldito dinero? Pero prosiguió: "Si me equivoco en un fichaje de 40 millones, he hecho el primo, pues habré engordado las arcas de mi vecino", quizás dando a entender que lo han hecho recientemente con Iñigo Martínez... Enorme.

placeholder José Julián Lertxundi, a la derecha de la imagen, junto a Alberto Uribe-Echevarría, candidato a la presidencia del Athletic, y el también ex presidente José Mari Arrate. (EFE)
José Julián Lertxundi, a la derecha de la imagen, junto a Alberto Uribe-Echevarría, candidato a la presidencia del Athletic, y el también ex presidente José Mari Arrate. (EFE)

"Tenemos 300 millones de euros o no sé cuántos en ese fondo maravilloso que tiene el Athletic, pero yo de ese dinero no me gastaría ni un duro o más que lo necesario en traer un jugador hecho", reflexionó José Julián. Sí, muy bien, pero ¿y si ese "jugador hecho" como, por ejemplo, Asier Illarramendi, o uno más 'tierno' como Mikel Oyarzabal, por no mencionar a otro Mikel, Merino, no quieren ir al Athletic, tal y como ha sucedido? Claro que lo peor no es eso, sino que son los propios "jugadores hechos" del Athletic los que no quieren estar en Bilbao y se marchan, ya sea al Bayern, al Chelsea o al Manchester City, por no hablar de la inminente salida del guardameta Alex Remiro con destino... a la Real.

Los "enemigos" se están blindando

"Ahora me convierto en el rey del mambo con todos los jugadores de las categorías inferiores de todos los clubes”, aseguró tan campante el ex presidente de un club que no se merece semejantes representantes. ¿Acaso se cree Lertxundi que de los 14 a los 18 años no hay que hacer un trabajo de formación como el que se realiza en Zubieta o en Tajonar? Y no digo que no puedan hacerlo en Lezama, pues es evidente que lo hacen y ahí están los casos de Kepa, Unai Simón, Núñez, Laporte, Muniain o Williams. Además, mientras la Real está protegiendo a sus principales promesas con cláusulas en sus renovaciones que ya rondan los 50 millones de euros, el Eibar hace lo propio con contratos de cinco años, es decir, los dos de cadete más los tres de juvenil. Sin embargo, se trata de medidas disuasorias, pues sabido es que lo más importante es la voluntad de los futbolistas y lo que hace falta no solo es que estén a gusto, sino que también sientan la camiseta que visten.

"Tengo capacidad, instrumentos, instalaciones y dinero para ser beligerante con mis vecinos en edades tempranas y ser el enemigo de la Real, del Alavés, del Eibar y del (sic) Osasuna y no se me escapa ninguno", insistió Lertxundi, demostrando no estar al tanto de que los tiempos han cambiado y que, aunque sea en menor medida, el resto de clubes vascos también tienen hoy en día suficientes recursos para atar y, lo realmente importante, fidelizar a sus jugadores. Y es que la reflexión que deberían hacer quienes piensen como el amigo José Julián es la siguiente: ¿Y de qué le serviría al Athletic ser "el rey del mambo" en las categorías inferiores del fútbol vasco si los futbolistas que llegan al primer equipo se le marchan en cuanto pueden?

placeholder Kepa posa todo orgulloso con la camiseta del Chelsea. (Reuters)
Kepa posa todo orgulloso con la camiseta del Chelsea. (Reuters)

Y dejo para el final una frase que solo se puede entender después de haber reflexionado sobre todo lo anterior. Y cuando digo entender me refiero a pensar por un momento que sea cierta, pues evidentemente se trata de una mentira bien contada: "La filosofía es intocable, es lo que nos hace diferentes, singulares, admirados y envidiados en todo el mundo". ¿Singulares después de haber fichado a un internacional rumano? ¿Diferentes cuando hacen a otros lo mismo que tanto les ofende que les hagan a ellos? ¿Admirados, y no digamos ya envidiados, cuando sus mejores jugadores están locos por marcharse, lo mismo al Real Madrid que al Chelsea o a la Real Sociedad?

Más les vale a los dos candidatos a sustituir a Josu Urrutia, el mencionado Alberto Uribe-Echevarría y Aitor Elizegi, no hacer mucho caso a Lertxundi.Al contrario de aquello del lobo con piel de cordero, algunos ex dirigentes del Athletic son en realidad corderos con piel de león. De un viejo león, como el que tienen disecado en San Mamés, al que ahora quieren darle de 'comer' niños crudos...

Fue presidente del Athletic Club entre 1990 y 1994, un período de tiempo en el que el equipo bilbaíno tuvo hasta cuatro entrenadores. Es decir, a una media de uno por temporada, lo cual dice muy poco de su gestión. En sus dos primeros años, con Javier Clemente, Iñaki Sáez y Txutxi Aranguren en el banquillo de San Mamés, el Athletic se quedó a 3 y 2 puntos, respectivamente, de jugar la promoción de descenso a Segunda. Solo la llegada de Jupp Heynckes le permitió respirar tranquilo, aunque tras su cuarta temporada, precisamente en la que el técnico alemán clasificó al Athletic para la Copa de la UEFA, perdió las elecciones. Solo Lorenzo Sanz superó tal pifia en el 2000, cuando Florentino Pérez -eso sí, gracias al famoso voto por correo- le desbancó de la presidencia del Real Madrid a pesar de haber ganado la octava Copa de Europa.

Osasuna