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Para el inversor conservador, el secreto está en la mezcla
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Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

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Para el inversor conservador, el secreto está en la mezcla

Como decía en noviembre del año pasado, no era interesante tener el dinero en un depósito bancario que no pagaba ni el 1% pudiendo tenerlo en

Foto: Foto: iStock.
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Como decía en noviembre del año pasado, no era interesante tener el dinero en un depósito bancario que no pagaba ni el 1% pudiendo tenerlo en letras del tesoro que pagaban casi un 3%. Ese era el título del artículo que publiqué y que probablemente fue uno de los detonantes para que hubiera gente que se fuera a hacer cola al Banco de España.

Luego aclaré que no era necesario hacer colas. Ni siquiera comprar letras. Es mucho más útil comprar fondos monetarios con una baja comisión de gestión que, además de letras del tesoro español, inviertan en letras del tesoro italiano y pagarés de empresa, con lo cual obtenemos una rentabilidad mayor.

Pero incluso utilizando un buen fondo monetario lo único que conseguimos es mejorar la remuneración que podemos obtener en un depósito en un banco de primer nivel - que es lo único que se puede comparar al tesoro público - pero nos vamos a conseguir superar la inflación. Eso si la inflación bajara, por ejemplo, hasta el 4% a medio plazo (entre uno y dos años).

Esto parece condenar a los inversores conservadores a perder dinero en un entorno inflacionista. Pero hay una solución que además permite mantener la premisa principal del inversor conservador, que es invertir con un alto grado de seguridad.

Igual que en los colores puede existir el azul oscuro, el claro, el pálido o incluso el azul más blanquecino, lo mismo ocurre con las inversiones: se puede asumir mucho riesgo, algo de riesgo, poco riesgo, un riesgo muy pequeño o ningún de riesgo. Y la clave para que un inversor conservador pueda batir a la inflación está en situarse en el riesgo muy bajo (que no cero), lo que llamamos una cartera de fondos conservadora.

Foto: Numerosas personas hace colas ante el Banco de España. (EFE/Javier Lizon)

Aclaremos desde el principio que aunque la mayoría de las entidades consideren cartera de fondos conservadora una que tiene el 80% en fondos de renta fija de medio y largo plazo, esa no es, en nuestra opinión, una cartera conservadora. Como quedó demostrado el año pasado, los fondos de renta fija de medio y largo plazo pueden perder mucho valor si cae el precio de los bonos de medio y largo plazo (un fondo de renta fija de medio y largo plazo invierte en bonos con vencimiento a medio y largo plazo, muy sensibles a la evolución de los tipos de interés).

En nuestra opinión una cartera verdaderamente conservadora tiene que tener siempre una base de fondos monetarios muy importante. Con ahora de que, si se eligen bien, se pueden obtener en los próximos 12 meses rentabilidades en el entorno del 3% al 4% (gracias a la subida de los tipos de interés corto plazo, que es el tipo de activos en los que invierte un fondo monetario.

Si el 80% de la cartera obtiene esa rentabilidad, ya tenemos mucho andado, pero no estaremos igualando- y mucho menos batiendo - a la inflación. Así que tenemos que encontrar donde colocar el 20% restante, para que el conjunto no resulte demasiado arriesgado pero podamos añadir un 1 % adicional, con un objetivo de rentabilidad del 5% para el conjunto de la cartera. Y que el objetivo principal, el de seguridad, se mantenga (no perder o que la pérdida sea mínima).

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Por lo tanto tenemos que encontrar dos tipos de fondos para complementar esa base sólida del 80% en fondos monetarios o de renta fija de corto plazo. Y tienen que ser fondos que inviertan en activos que estén a buen precio, porque necesitamos obtener plusvalía.

Normalmente las cosas están a buen precio cuando ha bajado durante una buena temporada, igual que están caros cuando llevan mucho tiempo subiendo. Y esta regla de puro sentido común funciona igual en los mercados financieros que en los alimentos frescos del mercado del barrio.

El año pasado los bonos de medio y largo plazo perdieron entre un 15% y un 20%. Nunca habían perdido tanto desde el año 1926. Ahora han recuperado algo, pero tampoco mucho. Siguen estando muy baratos. Se pueden comprar bonos españoles, italianos y de buenas empresas con una rentabilidad por cupón cercana al 4%. A esa rentabilidad por cupón podríamos añadir otro 4% en forma de plusvalía si en los próximos dos años bajaran los tipos de interés de los bonos (el precio de los bonos se mueve de forma inversamente proporcional a su tipo de interés). Ojo: no nos valen los fondos a vencimiento que está vendiendo la banca, porque ahí no nos llevaremos la plusvalía, solo el cupón. Y ya tenemos la primera “guinda” para mejorar la rentabilidad.

Se pueden comprar bonos españoles, italianos y de buenas empresas con una rentabilidad por cupón cercana al 4%

¿Y que está también barato en los mercados financieros actualmente? Pues evidentemente la renta variable, que también ha tenido un año muy duro 2022 y que, aunque ha recuperado terreno, puede recuperar algo más si en los próximos dos años baja la inflación y por lo tanto la agresividad de los bancos centrales (que es lo que ha hecho que bajen de las bolsas el año pasado). Y “algo”, cuando se trata de renta variable, puede ser entre un 10% y un 20% desde los niveles actuales. Ya tenemos la otra guinda. Y si la bolsa lo que hiciera es bajar - no podemos descartarlo -, tener un 10% del patrimonio financiero en renta variable nunca ha arruinado a nadie.

Esta mezcla, bien diseñada -en renta variable por ejemplo no es lo mismo invertir en el NASDAQ o en renta variable china que en otros índices menos volátiles – es lo que nos va a permitir superar a la inflación de los próximos dos años y hacerlo con un alto nivel de seguridad.

Ser conservador no implica aceptar que la inflación se coma nuestros ahorros. Pero si queremos retirarnos con una pensión digna no nos va a bastar la de la Seguridad Social ni la “rentabilidad” de dejar el dinero en depósitos o letras del tesoro. Esa es la mala noticia. La buena es que, tomando un poquito de riesgo - no hace falta mucho, -podemos conseguir que al menos esos ahorros no pierdan valor.

Como decía en noviembre del año pasado, no era interesante tener el dinero en un depósito bancario que no pagaba ni el 1% pudiendo tenerlo en letras del tesoro que pagaban casi un 3%. Ese era el título del artículo que publiqué y que probablemente fue uno de los detonantes para que hubiera gente que se fuera a hacer cola al Banco de España.

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