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Cocinero antes que presidente, Elizegi echa sal al PNV y pone pimienta a la Premier
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Kike Marín

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Cocinero antes que presidente, Elizegi echa sal al PNV y pone pimienta a la Premier

Aitor Elizegi, nuevo presidente del Athletic por 85 votos de diferencia, se impone al aparato del PNV y lo incomoda con un mensaje más nacionalista, en el que habla de irse de LaLiga

Foto: Aitor Elizegi, nuevo presidente del Athletic Club de Bilbao. (EFE)
Aitor Elizegi, nuevo presidente del Athletic Club de Bilbao. (EFE)

Porque las elecciones a la presidencia al Athletic Club fueron el 27 y no el 28 de diciembre, pues de lo contrario más de uno al conocer el resultado hubiera pensado que se trataba de una inocentada. Sí, en contra de lo esperado, y de manera especial por los poderes fácticos de Bizkaia, Aitor Elizegi (Bilbao, 1966) fue elegido presidente del club bilbaíno, aunque en realidad la gran novedad fuera que la candidatura continuista, en esta ocasión la liderada por Alberto Uribe-Echevarría, no resultó la más votada. Lo cierto es que la diferencia fue pírrica: 9.264 votos para el aspirante y 9.179 para el delfín de Josu Urrutia. Es decir, tan solo 85 de diferencia papeletas en unas elecciones en las que, además, sólo votó el 46% del censo total, concretamente 19.060 socios.

Incluyendo los que hubo en blanco, el nuevo presidente del Athletic ni siquiera ha recibido el respaldo del 50% de quienes se acercaron a ejercer su derecho al voto al palacio de Ibaigane, la sede del club bilbaíno, de ahí que tampoco pueda decirse que Elizegi cuente con un respaldo tan grande como para hablar de vuelco electoral. Efectivamente, nadie daba un euro por Aitor, un empresario hostelero, al que se le acusaba de buscar notoriedad y que no contaba con el apoyo ni del PNV ni de la izquierda abertzale, reservados ambos para su rival, Uribe-Echevarría. De este modo, la sensación de que más que la confianza en los proyectos electorales de Elizegi, ha pesado más el hartazgo con Urrutia, el ex presidente que deja el club en una situación deportiva cuanto menos delicada y una herencia económica de doble filo.

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El Athletic tiene dinero en el banco para romper el mercado futbolístico más de lo que ya lo está: cerca de 300 millones de euros, si bien su directiva sólo puede disponer de la provisión de 76 que la Junta directiva del mencionado Urrutia dejó antes de convocar las elecciones. Y con un importante matiz: es previsible que el primer semestre de 2019 arroje un resultado negativo -pues la salida de Kepa Arrizabalaga al Chelsea no se contabiliza-, lo que obligaría a la Junta de Elizegi a presentar un nuevo aval bancario, adicional al que deberá lograr en los próximos días por valor de 19 millones de euros.

Ahora bien, una cosa es que Aitor Elizegi no tuviera el respaldo del PNV y otra bien distinta que nada más conocerse ganador de la presidencia del Athletic exhibiera su nacionalismo vasco con declaraciones como "echo de menos ese Euskadi-España, un partido que sería precioso" o "me gustaría ver a Euskadi en la Eurocopa y me da igual los que se enfaden". Y es aquí donde se da la gran paradoja: por primera vez, al menos desde la historia moderna del Athletic, el PNV no va a tener el poder, sino que va a estar a dieta, lo cual viniendo de un cocinero como es Elizegi es como si le echara sal y pimienta.

placeholder Josu Urrutia, ex presidente del Athletic, junto al candidato continuista, Alberto Uribe-Echevarría. (EFE)
Josu Urrutia, ex presidente del Athletic, junto al candidato continuista, Alberto Uribe-Echevarría. (EFE)

"¿Es usted nacionalista vasco ¿Independentista también?", le preguntaron al nuevo presidente en una de las numerosas entrevistas que concedió tras salir elegido presidente del centenario club bilbaíno. "Estoy muy cerca de ese nacionalismo que considera que podemos convivir al norte y al sur. Hablamos de la oficialidad de nuestra selección", respondió Elizegi, que añadió: "En el desarrollo estatuario, como dice mi lehendakari, me gustar llegar lo más lejos posible, siempre dentro de las reglas del juego y la lealtad al proyecto creado entre todos". "Entiendo que a usted le gustaría que el País Vasco tuviese su independencia", le insistieron: "Entiende bien. Dentro de las reglas de juego, entiende bien", redundó Aitor.

Desconcierto en Sabin Etxea

Claro que lo realmente novedoso del, valga la redundancia, nuevo presidente del Athletic fue cuando dijo que "no nos dejan jugar la Premier todavía y mientras tanto estamos a gusto en LaLiga, una competición buena, dura, que tiene calidad y nos ofrece la posibilidad de jugar solo con jugadores de casa". Es decir, guiños que a buen seguro agradarían en Sabin Etxea, la sede del PNV, aunque también desconcertarían.

"Decir que el PNV influye en la designación de presidentes en Ibaigane es una leyenda de tantas que hay", aseguró el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, quien se apresuró también a valorar la capacidad "fuera de toda duda" de Elizegi. "El PNV es un partido con una penetración social importante y al final hay gente del partido que toma participación en este tipo de elecciones. Estoy convencido de que hay gente del PNV en las dos planchas", sentenció el edil bilbaíno.

Efectivamente, Elizegi es afiliado del partido nacionalista y fue uno de los firmantes de una carta de apoyo a la candidatura de Iñigo Urkullu como lehendakari, de ahí su anterior referencia a él. Sin embargo, Aitor vio cómo la presidenta del Bizkai Buru Batzar, Itxaso Atutxa, acudía a la presentación de la candidatura de su oponente, además de saber de manera explícita que el respaldo oficial del 'partido' era para su rival en las urnas, Uribe-Echevarría.

Normal por tanto que el gran derrotado no tuviera más remedio que tenderle la mano. "Antes de las votaciones he dicho que el Athletic cuando está dividido es vulnerable y cuando está junto es muy fuerte", dijo Uribe-Echevarría. "Por lo tanto, tenemos que estar todos con y ser todos uno y un equipo muy fuerte porque somos lo que somos porque somos todos uno". La verdad es que no le queda otra, ni a él ni al resto del aparato político e instituciones, lo que en el caso de Bilbao y Bizkaia es históricamente lo mismo.

placeholder Rafa Alkorta, durante su etapa en el Athletic y luego en el Real Madrid
Rafa Alkorta, durante su etapa en el Athletic y luego en el Real Madrid

Por cierto, al frente de la dirección deportiva del Athletic estará Rafa Alkorta, quien en una de sus primeras intervenciones en el medio con el que ha colaborado durante los últimos tres años dijo en descargo de Urrutia que "no es fácil ser presidente de un club como el Athletic". Sí se desmarcó en cambio de él en un tema tan delicado como la relación con los medios: "Yo tengo otra idea y he sido parte de ellos desde que me retiré. Tengo claro que siempre voy a estar abierto a los medios", explicó el que fuera central rojiblanco. Claro que lo peor para Alkorta vino después cuando dijo que "ahora tenemos que reinventarnos para que Lezama sea el lugar a donde todos los chicos de Euskadi quieran ir a jugar". Sí, lo dice alguien que precisamente se marchó de Lezama para jugar en el Real Madrid...

"Desde la presidencia tenemos que demostrar que también sabemos compartir el cargo". Este es el mensaje conciliador de Aitor Elizegi, un cocinero antes que presidente que ha dejado al PNV con el paso cambiado, por primera vez fuera de esa zona de confort en la que, como señalan los expertos, "se utilizan conductas de evitación del miedo y la ansiedad en la vida diaria, con un comportamiento rutinario para conseguir un rendimiento constante sin asumir ningún riesgo". La pregunta es: ¿lo será Aitor mostrándose más nacionalista que el partido que no le apoyó? Como dicen los chistes, después del triunfo de Trump, el Brexit y la irrupción de Vox, la presidencia del Athletic solo la podia ganar Elizegi. ¿Oído, cocina?

Porque las elecciones a la presidencia al Athletic Club fueron el 27 y no el 28 de diciembre, pues de lo contrario más de uno al conocer el resultado hubiera pensado que se trataba de una inocentada. Sí, en contra de lo esperado, y de manera especial por los poderes fácticos de Bizkaia, Aitor Elizegi (Bilbao, 1966) fue elegido presidente del club bilbaíno, aunque en realidad la gran novedad fuera que la candidatura continuista, en esta ocasión la liderada por Alberto Uribe-Echevarría, no resultó la más votada. Lo cierto es que la diferencia fue pírrica: 9.264 votos para el aspirante y 9.179 para el delfín de Josu Urrutia. Es decir, tan solo 85 de diferencia papeletas en unas elecciones en las que, además, sólo votó el 46% del censo total, concretamente 19.060 socios.

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