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Tribuna
Por
Los líderes subnormales
Un líder cuida de los demás por amor a la vida, y no porque tener gente feliz cerca aumenta la productividad o porque sale muy caro que se vayan
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1. Subnormal:
adj. Dicho de una persona: Que tiene una capacidad intelectual notablemente inferior a la considerada normal. U. t. c. s. U. frec. c. insulto o en sent. Despect.
2. Líder
m. y f. Persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad.
Persona o entidad que va a la cabeza entre los de su clase, especialmente en una competición deportiva. U. t. en apos.
Sin.: campeón, ganador, primero.
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Aquí sobre estas líneas el oxímoron de mi vida. Viví una infancia no-cómoda, como la de tantas personas, que en mi caso protagonizó Jorge, mi hermano. Jorge sufrió un daño cerebral al nacer y tuvo entre 4 y 7 años toda su vida. Algunos le llamaban "subnormal".
Una gran pregunta de mi infancia fue entender lo que era normal y no normal para un ser humano. También lo que estaba por debajo (sub) de lo normal y si existía lo opuesto a lo subnormal, llamémoslo sobre-normal.
Viví con él experiencias bien bonitas - y nada cómodas- como cantar villancicos ‘a grito pelao’ en pleno verano o recibir su visita a mi habitación cinco veces en menos de tres minutos para preguntarme: “¿me quieres?” (“sí, Jorge, siempre te quiero”). También para decirme: “Dime cómo me llamo. Dime quién soy, quién soy, quién soy” (solía repetir las cosas tres veces seguidas).
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Murió en medio de la pandemia. Este año cumple 51. No escribo esto para recibir condolencias o expresar lástima. Hice mi duelo y vivo agradecida. Escribo esto para honrar los nuevos liderazgos. Cuando él se fue, decidí consagrar mi vida a transmitir lo que yo entiendo por humanizar empresas. Digamos que no tuve una infancia de Instagram, tampoco la quiero. Aprendí cosas muy relevantes:
Aprendí que un líder es alguien que quiere saber tu nombre. No me refiero al que te dio tu familia, me refiero a que un líder quiere saber, de verdad, quién eres. Esto requiere de tiempo. Y entiendo que no podemos pararlo mucho en el día a día de las organizaciones, pero sí podemos elegir, por ejemplo, cuándo nos reunimos y para qué.
Un líder explora. Se acerca a ti con indagación, y la indagación aniquila el miedo. La cosa va sin opiniones sobre el otro, y con muchas ganas de acercarnos desde lo que no sabemos. Jorge nunca me etiquetó. Y es que muchas veces, en las reuniones, entramos con certezas. Con una idea muy clara de lo que ha hecho el otro y en qué se equivoca. Al ego le gusta ganar. A mí me gusta proponer que el inicio de la conversación sea “en qué me estoy equivocando yo”.
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Un líder cuida a los demás por amor a la vida, y no porque tener gente feliz cerca aumenta la productividad o porque sale muy caro que se vayan. Eso es el resultado, no la motivación. Por eso tener tiempo para los tuyos es esencial.
Con las urgencias, nos pasa que trabajamos en los proyectos queriendo resolver, vamos con el famoso “fixing mindset” (mentalidad de arreglarlo todo). Pero, en verdad, lo que más necesita un humano, una relación o un proyecto, es presencia. Estar presente para lo que sea que emerja.
Me encuentro con equipos que creen que tienen problemas de comunicación, y que por eso les fallan los procesos o la metodología. Después de indagar, la mayoría descubre que no era un problema de comunicación, sino de presencia. Y no se me ocurre mejor regalo para otro ser humano que ése, o sea, estar ahí para el otro.
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Mi propuesta es sencilla: explorar y conocer quiénes somos contemplando todas las posibilidades que significan "ser humano". Puede que así volvamos a significar lo que es normal. Y, de paso, entendamos todo tipo de subnormalidades, infranormalidades y sobrenormalidades.
Tantos recursos gastados en diversidad y en contratación del famoso “talento”, que se está volviendo otro artilugio más para separarnos del otro, para tenerle en el equipo o no en función del afuera, no del adentro. Jorge tenía un CI (coeficiente intelectual) bajo, pero podía mover montañas con su alegría. Era un líder, porque quería saber quién era, no tenía todas las respuestas y siempre, siempre, estaba presente para los demás.
Preguntar “me quieres” 15 veces en un día era muy no-cómodo. Pero me sigue pareciendo bonito. Porque Jorge era libre de indagar.
Siento que son tiempos jodidos pero vitales porque somos muchas personas queriendo la paz en los negocios. Si mi hermano naciera hoy, estaríamos mejor preparados para él.
1. Subnormal: