Es noticia
Lo que está haciendo Otegi tiene mucho sentido
  1. España
  2. Crónicas desde el frente viral
Pablo Pombo

Crónicas desde el frente viral

Por

Lo que está haciendo Otegi tiene mucho sentido

La dirección de Bildu ha llegado a la conclusión de que los condenados por terrorismo son un activo electoral con vistas a lograr y a consolidar la primacía del nacionalismo en sus dos territorios de interés

Foto: El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi. (EFE/Javier Etxezarreta)
El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi. (EFE/Javier Etxezarreta)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

30 de noviembre de 2021. Congreso de los Diputados. Mertxe Aizpurua:

"Hoy queremos hacer una mención específica a las víctimas de ETA, queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido. Sentimos su dolor y, desde ese sentimiento sincero, firmamos que nunca debió haberse producido (...). Desgraciadamente, el pasado no tiene remedio y nada de lo que digamos puede deshacer el daño causado. Pero estamos convencidos de que, al menos, es posible aliviarlo desde el respeto, la consideración y la memoria. Queremos decirles de corazón que sentimos enormemente su sufrimiento y nos comprometemos a tratar de mitigarlo en la medida de nuestras posibilidades".

El pasado no tiene remedio y Bildu tampoco. 18 meses más tarde, el partido que gestiona la herencia política de ETA incorpora a 44 condenados en sus listas electorales. Al hacerlo, echan sal deliberadamente en cada una de las heridas que abrieron y se exhiben completamente orgullosos de lo que hicieron. No fue sincera su solidaridad con las víctimas. No hay voluntad de aliviar el dolor. Y, desde luego, no existe ningún tipo de respeto.

Foto: Maite Pagazaurtundúa. (Cs/Juan Vadillo)

La decisión de Otegi tiene dos vertientes inmediatas, electorales, que marcan dos hitos para su proyecto político. Primero en el País Vasco, donde la posibilidad de superar al PNV en número de concejales está más que abierta. Y segundo, en Navarra, donde no parece prudente descartar que Bildu obtenga más escaños que el Partido Socialista. ¿Qué ocurriría en ese escenario? ¿Y cuáles serían las consecuencias de cara a las inminentes elecciones generales? En mi opinión, ese es el cisne negro de esta campaña y merece bastante más atención de la que está recibiendo.

En cualquier caso, puede deducirse que la dirección de Bildu ha llegado a la conclusión de que los condenados por terrorismo son un activo electoral con vistas a lograr y a consolidar la primacía del nacionalismo en sus dos territorios de interés. Calculan que les darán votos no por su currículo profesional sino por sus antecedentes criminales.

Foto: Rescate de supervivientes de un atentado de ETA en una cafetería madrileña en 1973. (Europa Press)

Y lo tremendo es que puede ser un cálculo acertado. A solo dos semanas de las urnas, la escala de esta provocación tiene tanta envergadura que su protagonismo en el debate público está casi garantizado. Efectivamente, puede darse como bastante seguro que todos los demás actores políticos trabajarán a favor de su campaña.

El plan es fácil a partir de ahí, solo requiere disciplina en la ejecución. Conquistado el centro del escenario, basta con tener al resto de los adversarios danzando alrededor. Y para eso solo necesitan seguir mandando en la conversación nacional, tal y como llevan haciendo durante los últimos días, mientras Sánchez rebaja las entradas del cine a los abuelos. ¿Cómo hacerlo?

Sin soltar las riendas, aplicando el principio de iniciativa. La actualidad política funciona cada vez más en ciclos serializados: los nuevos temas decaen al poco tiempo si no se emiten nuevos capítulos. Así que conviene tener el calendario guionizado.

Foto: El coordinador general de EH Bildu Arnaldo Otegi. (EFE/Jesús Diges) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Bildu-Sortu y los 44 'Terneras'
José Antonio Zarzalejos

Bildu ya está en eso. En el primer episodio, vimos a los 44 candidatos manchados de sangre. Y, durante el fin de semana, la siguiente entrega: Txema Matanzas en la Junta Electoral de Álava. Por ese camino se fuerza a los demás a salirse de su carril de campaña para tener que reaccionar.

Para ir dosificando la tensión en la cuenta atrás hacia las urnas, también hacen falta los componentes emocionales. Con el orgullo no basta, se requiere algo más de complejidad en el relato, el recurso al victimismo conectado con la paranoia que vimos el domingo mientras Otegi acusaba a las “cloacas” de lanzar una “campaña muy sucia” contra su partido y lamentando que “la gente que se dice abertzale” compre los “marcos de la ultraderecha”. Prietas las filas y, al mismo tiempo, polarizar para atraer sentimentalmente a los sectores menos radicalizados del nacionalismo.

Además, está el recurso, siempre efectivo, de explotar las contradicciones de los competidores cercanos mientras se exprime la ira de los contrarios. En el campo de la gestión no pueden competir con el PNV, pero sí por el sentimentalismo.

Foto: Inicio campaña electoral de Bildu. (EFE/Jesús Diges)

Y para movilizar, ahora que es donde se juegan las castañas, basta con utilizar a Sánchez como reclamo de caza. En la medida en que Bildu marque el debate nacional, marcará los ataques del PP al sanchismo hacia esa zona e, inevitablemente, forzará a Vox a subir la apuesta. Otegi descorchará una botella de champán en cuanto Abascal entre en la pelea. Ese es el premio gordo que esperan los albaceas de ETA, el resorte que más puede activar a sus votantes y además traerles electores nuevos. La jugada completa, el jackpot para ganar la campaña.

La cuestión de fondo no consiste en si lo que está haciendo Bildu es “legal” pero “indecente”, radica entre el poder y el perdón, en si debe entrar en la sala de máquinas del Estado quien no asume el error y las consecuencias del sufrimiento provocado por los tiros en la nuca.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la apertura de campaña en Toledo. (TAREK/PP)

Por eso la realidad es tan cruda, porque lo que están haciendo es moralmente vomitivo, pero tiene bastante sentido electoral. Bildu ya no está en la etapa de blanqueamiento, sino compitiendo para ganar. Y eso es algo que no puede sofocarse con declaraciones redactadas para los informativos, sino con decisiones políticas de largo recorrido.

El dilema real de nuestro tiempo ya no es “balas o votos”, eso quedó superado en la década pasada, cuando la victoria de la democracia forzó a los terroristas a entregar las armas. La clave está hoy, ahora, en que no puede haber perdón, no puede haber habilitación ni normalización política, mientras se sigue infligiendo sufrimiento a las víctimas, como están haciendo Otegi y compañía. Y exactamente eso es lo que mantiene atenazado al sanchismo.

Foto: Pablo Iglesias y Ione Belarra. (EFE/Mariscal)

Los de Sánchez no pueden argumentar que Bildu está recorriendo el sendero natural, porque Bildu sigue haciendo daño a quienes dañó y eso es algo imposible de soportar.

Da la impresión de que hasta que no se produzca la salida de Sánchez del poder, el PSOE no podrá asumir ese principio tan elemental para sanar nuestra vida pública. Silencian la ética porque es la única alternativa para mantener el poder y esa es, justamente, la matriz del pecado original.

El Partido Socialista no tendrá solución mientras mantenga las siglas sometidas a una organización heredera del terrorismo, que recurre al dolor como herramienta electoral con el objetivo último de romper la unidad de España.

30 de noviembre de 2021. Congreso de los Diputados. Mertxe Aizpurua:

Arnaldo Otegi Bildu
El redactor recomienda